Armada Blanca es una Asociación Eclesiástica de conformidad con el canon 215, del
Código de Derecho Canónico y con la Nota Pastoral de la Comisión Episcopal del
Apostolado de los Laicos CEI n.5 (v. Enchiridion CEI EDB vol. II, num. 591).
Fue fundada
en 1973 por el capuchino Andrea D’Ascanio por voluntad de San Pío de
Pietrelcina de los frailes menores de San Francisco de Asís y del siervo de
Dios Padre Pío Dellepiane de los frailes de San Francisco de Paula.
La Armada Blanca tiene como objetivo principal el cuidado espiritual de los niños a través de la Consagración a Dios Padre en María, con la formación de Nidos de Oración y con la preparación a la Primera Comunión al primer uso de razón.
Se involucró después, en la lucha por la defensa de la vida basada en la línea eclesiástica que trazara Juan Pablo II, realizando la sepultura de bebés víctimas del aborto, promoviendo también, fuertemente, el conocimiento del rostro misericordioso de Dios Padre. Evangelizando en misiones principalmente en el Este Europeo y en las Américas con base en el espíritu de San Luis Grignon de Montfort, en la valoración del sufrimiento (ayuda a la humanidad sufriente), en la ayuda a los niños en estado de abandono, y se empeña en la construcción y en la restauración de templos y otras iniciativas apostólicas.
La Armada Blanca tiene como objetivo principal el cuidado espiritual de los niños a través de la Consagración a Dios Padre en María, con la formación de Nidos de Oración y con la preparación a la Primera Comunión al primer uso de razón.
Se involucró después, en la lucha por la defensa de la vida basada en la línea eclesiástica que trazara Juan Pablo II, realizando la sepultura de bebés víctimas del aborto, promoviendo también, fuertemente, el conocimiento del rostro misericordioso de Dios Padre. Evangelizando en misiones principalmente en el Este Europeo y en las Américas con base en el espíritu de San Luis Grignon de Montfort, en la valoración del sufrimiento (ayuda a la humanidad sufriente), en la ayuda a los niños en estado de abandono, y se empeña en la construcción y en la restauración de templos y otras iniciativas apostólicas.
El objetivo
de éste sitio es informar lo que es Armada Blanca, la espiritualidad que la
anima, su inserción en la Iglesia Católica, lo que ha hecho a través de los
años y lo que tiene programado realizar.
«Padre Eusebio, toma mi arma del bolsillo del hábito», el Padre Eusebio no entendía
y el Padre Pío le indicó el bolsillo de su hábito, donde se encontraba su
Rosario. Sus hijos espirituales más cercanos habían entendido bien qué
significaba el Rosario para el Padre Pío. Escribe Cleonice Morcaldi: «La
noche antes de morir, el Padre Pío estaba en el mismo lugar, en el balcón, con
el arma en la mano».
El más
famoso campeón de Dios en el Antiguo Testamento es David, el pastorcito que
acepta luchar contra Goliat y lo vence con su honda. El Rosario tiene cinco
partes, como cinco fueron las piedras que David metió en su morral cuando se
preparó para enfrentar a Goliat. “David mas rápido metió su mano en su
morral de pastor, tomó en su mano una piedra y la colocó en su honda, golpeando
al filisteo en la frente, quien se derrumbó al suelo con la cara hacia el piso”
(1Sam17, 48-49).
Goliat es el
campeón de Satanás fuerte en sus armas y en su soberbia, David es el campeón de
Dios, fuerte en su fe: “Tú vienes a mí armado de espada, de lanza y de
jabalina, yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos de Israel a
quien tú has desafiado (1Sam 17,45).
El Goliat de
estos tiempos ha tomado demasiada fuerza, tiene en sus manos el mundo. La
salvación puede venir sólo de María, quien “terrible como ejército en
formación para la batalla” (Ct 6,4), lo enfrenta desde sus niños, como nuevos
David, armados con el Rosario: «Recen el Rosario todos los días para obtener
la Paz y el fin de la guerra» (Fátima 13 de Mayo de 1917).
Cada pequeño
que se consagra a María y reza el Rosario es un nuevo David y su rosario es su
honda, es la “Armada” de
María; “Blanca” porque
blanco es el color de la inocencia.
«Oh Señor, por boca de los niños y lactantes reafirmas
tu potencia contra tus adversarios, para aplastar al enemigo y al opresor»(Salmo 8)
«Los niños
salvarán el mundo» (Padre Pío de Pietrelcina)
Juan Pablo II, hablando de los tiempos en que vivimos, dijo que en el
mundo se está librando una espantosa batalla entre el bien y el mal. Esta lucha
inició cuando nuestros progenitores, criaturas reales revestidas de luz, con el
pecado perdieron, su dignidad, volviéndose esclavos de Satanás.
La serpiente
del Génesis, en millones de años se ha vuelto un formidable dragón de siete
cabezas y de diez cuernos (Ap 12,3) que ha vuelto a los hombres a su imagen y
semejanza haciéndolos enemigos de Dios y violadores de los diez mandamientos y
de las siete virtudes que convierten al hombre en criatura real: es la
humanidad actual que ha puesto en el lugar de Dios al propio ”yo” orientada
solo al dinero y al placer, bien evidenciada en la babilonia del Apocalipsis
(Ap 18, 22 ss).
Pero cuando la abominación llegará al culmen, bajará la Jerusalén Celestial (Ap 21,2) que sustituirá a la Babilonia que habrá quedado en silencio; es Jesús quien viene con toda la Potencia del Padre (Mt 24,30) para realizar la nueva creación - "cielos nuevos y tierras nuevas" -que en realidad será una nueva humanidad regenerada en el cuerpo y en el espíritu.
Pero cuando la abominación llegará al culmen, bajará la Jerusalén Celestial (Ap 21,2) que sustituirá a la Babilonia que habrá quedado en silencio; es Jesús quien viene con toda la Potencia del Padre (Mt 24,30) para realizar la nueva creación - "cielos nuevos y tierras nuevas" -que en realidad será una nueva humanidad regenerada en el cuerpo y en el espíritu.
No se
tratará de un parto sin dolor, porque Satanás "sabiendo que le queda
poco tiempo" se encarnizará contra los hombres envolviéndoles en su
gran furor (Ap. 12.12); pero "los hijos de la mujer” lo
vencerán "por medio de la sangre del Cordero”- la Eucaristía - y “gracias
al testimonio de su martirio, porque han despreciado la vida hasta la muerte”
(Ap 12,11) en total ofrecimiento a la Voluntad del Padre consagrándose a Él.
La
Eucaristía y la Consagración son entonces las características de los "vencedores"
del Apocalipsis, aquellos que San Luis Grignon de Montfort llama los “Apóstoles
de los últimos tiempos”, el talón de María que le aplastará la cabeza a la
serpiente.
Los punteros de los “vencedores” son los tres niños de Fátima: "Allí donde apareció la mujer vestida de sol (Ap 12)", declaró Juan Pablo II el 13 de Mayo del año 2000 en la homilía de la misa de beatificación de Francisco y Jacinta Marto, declarando en ésta forma delante del mundo que el gran encuentro entre la Mujer y la serpiente, anunciada en el Génesis dio inicio con la primera aparición de la Virgen el 13 de Mayo a Francisco, Jacinta y Lucía.
Los punteros de los “vencedores” son los tres niños de Fátima: "Allí donde apareció la mujer vestida de sol (Ap 12)", declaró Juan Pablo II el 13 de Mayo del año 2000 en la homilía de la misa de beatificación de Francisco y Jacinta Marto, declarando en ésta forma delante del mundo que el gran encuentro entre la Mujer y la serpiente, anunciada en el Génesis dio inicio con la primera aparición de la Virgen el 13 de Mayo a Francisco, Jacinta y Lucía.
Estos niños,
pobres y analfabetas, habrían recibido la Primera Comunión bebiendo “la
sangre del Cordero” del cáliz que San Miguel Arcángel les ofrecía; pocos
meses después la Virgen los invitaría a ofrecer la propia vida al Padre del
Cielo, que constituye una Consagración a Dios para obtener la Paz en el mundo y
la conversión de los pecadores.
Los niños respondieron que “sí” y de las manos de María partieron dos rayos de Luz que golpearon a los niños en el pecho «Esos rayos entraron dentro de nosotros, comenta Lucía do Santos en sus memorias, esa Luz era Dios».
Los niños respondieron que “sí” y de las manos de María partieron dos rayos de Luz que golpearon a los niños en el pecho «Esos rayos entraron dentro de nosotros, comenta Lucía do Santos en sus memorias, esa Luz era Dios».
Con este
“sí” inicia la maravillosa realidad de Fátima, “la mayor manifestación de
Espíritu Santo después de Pentecostés”, como dijo una vez Su Santidad
Pío XII.
Del recibimiento que los hombres tengan a la invitación de la Virgen a consagrarse al Padre del Cielo dependerá la salvación del mundo. Esta invitación es a nivel mundial y de nuestro ”sí” depende la realización sobre la tierra del Reino del Amor que Jesús nos hace pedir en el Padre Nuestro: “Venga tu Reino”.
Del recibimiento que los hombres tengan a la invitación de la Virgen a consagrarse al Padre del Cielo dependerá la salvación del mundo. Esta invitación es a nivel mundial y de nuestro ”sí” depende la realización sobre la tierra del Reino del Amor que Jesús nos hace pedir en el Padre Nuestro: “Venga tu Reino”.
“LOS NIÑOS SALVARÁN EL MUNDO”
La Virgen para que nos convenciéramos de su mensaje hizo una promesa a
los tres pequeños que habían acogido su invitación: «(Por Ustedes tres)
salvaré a su patria de la segunda guerra mundial». Efectivamente Portugal
no estuvo involucrado en la segunda guerra mundial por la generosidad de
Francisco, Jacinta y Lucía. Esto implica una gran enseñanza para nosotros que
se resume en una simple ecuación: si con tres niños María puede salvar un País
de la devastación de una guerra, con millones de niños Ella salvará el mundo,
como profetizó San Pío de Pietrelcina.
La Armada
Blanca es un ejército de "pequeños” que guiados por su Reina combatirán y
vencerán la última batalla contra el mal, como Miguel y los ángeles fieles la
vencieron en el Cielo (Ap 12,7 ss), gracias a ellos, «el Corazón Inmaculado
de María vencerá».
«Padre Eusebio, toma mi arma del bolsillo del hábito», el Padre Eusebio no entendía
y el Padre Pío le indicó el bolsillo de su hábito, donde se encontraba su
Rosario. Sus hijos espirituales más cercanos habían entendido bien qué
significaba el Rosario para el Padre Pío. Escribe Cleonice Morcaldi: «La
noche antes de morir, el Padre Pío estaba en el mismo lugar, en el balcón, con
el arma en la mano».
El más
famoso campeón de Dios en el Antiguo Testamento es David, el pastorcito que
acepta luchar contra Goliat y lo vence con su honda. El Rosario tiene cinco
partes, como cinco fueron las piedras que David metió en su morral cuando se
preparó para enfrentar a Goliat. “David mas rápido metió su mano en su
morral de pastor, tomó en su mano una piedra y la colocó en su honda, golpeando
al filisteo en la frente, quien se derrumbó al suelo con la cara hacia el piso”
(1Sam17, 48-49).
Goliat es el
campeón de Satanás fuerte en sus armas y en su soberbia, David es el campeón de
Dios, fuerte en su fe: “Tú vienes a mí armado de espada, de lanza y de
jabalina, yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos de Israel a
quien tú has desafiado (1Sam 17,45).
El Goliat de
estos tiempos ha tomado demasiada fuerza, tiene en sus manos el mundo. La
salvación puede venir sólo de María, quien “terrible como ejército en
formación para la batalla” (Ct 6,4), lo enfrenta desde sus niños, como
nuevos David, armados con el Rosario: «Recen el Rosario todos los días para
obtener la Paz y el fin de la guerra» (Fátima 13 de Mayo de 1917).
Cada pequeño
que se consagra a María y reza el Rosario es un nuevo David y su rosario es su
honda, es la “Armada” de
María; “Blanca” porque blanco
es el color de la inocencia.
Nació por
voluntad de dos santos, “gemelos” de espíritu, San Pío de Pietrelcina de los
frailes menores de San Francisco de Asís, “imagen impresa” de Jesús
crucificado, quien aunadamente a los nidos de oración de adultos solicita con
insistencia la formación de nidos de oración de niños; y el siervo de Dios
Padre Pío Dellepiane, de los frailes menores de San Francisco de Paula, imagen
viva de la humildad de María y de quien está en curso el proceso de
beatificación.
San Pío de
Pietrelcina recibió visiblemente los estigmas un año después de las apariciones
de Fátima y vivió a fondo su mensaje en el ininterrumpido rezo del rosario y en
un total ofrecimiento al Padre en un “si” siempre nuevo: «Pido vivir
muriendo, para que de la muerte nazca la vida que no muere y la muerte ayude a
la vida a resucitar a los muertos».
Había entendido a fondo la importancia de los niños en esta lucha de espíritu que él combatía en primera persona. «Los niños salvarán el mundo» repetiría más veces, pero moriría antes de ver realizada su petición.
Padre Pío Dellepiane acogió la petición de San Pío de Pietrelcina, pero no pudiéndola realizar debido a sus precarias condiciones de salud confió esa misión al Padre Andrea D’Ascanio, capuchino, hijo espiritual de San Pío de Pietrelcina: «Es urgente, le dice, y demasiado tarde».
Desde ese momento Padre Pío Dellepiane se hace el Padre espiritual de Padre Andrea y por varios anos sostuvo los primeros pasos de Armada Blanca con sus innumerables humillaciones, «la Armada Blanca, dijo, emergerá como un mar e inundará el mundo» y quiso que se iniciara con la publicación de “Los nidos de Oración de Armada Blanca”: «20,000 ejemplares para comenzar», y en un segundo momento agregó: «Para que pueda realizarse el Triunfo del Corazón Inmaculado de María es necesario consagrar al Padre, en María, cinco millones de niños».
Había entendido a fondo la importancia de los niños en esta lucha de espíritu que él combatía en primera persona. «Los niños salvarán el mundo» repetiría más veces, pero moriría antes de ver realizada su petición.
Padre Pío Dellepiane acogió la petición de San Pío de Pietrelcina, pero no pudiéndola realizar debido a sus precarias condiciones de salud confió esa misión al Padre Andrea D’Ascanio, capuchino, hijo espiritual de San Pío de Pietrelcina: «Es urgente, le dice, y demasiado tarde».
Desde ese momento Padre Pío Dellepiane se hace el Padre espiritual de Padre Andrea y por varios anos sostuvo los primeros pasos de Armada Blanca con sus innumerables humillaciones, «la Armada Blanca, dijo, emergerá como un mar e inundará el mundo» y quiso que se iniciara con la publicación de “Los nidos de Oración de Armada Blanca”: «20,000 ejemplares para comenzar», y en un segundo momento agregó: «Para que pueda realizarse el Triunfo del Corazón Inmaculado de María es necesario consagrar al Padre, en María, cinco millones de niños».
Padre Andrea
hizo suyas las dos peticiones de éstos sus dos santos Padres espirituales y el
11 de febrero de 1973 en Taranto (Italia) en una misión de ciudad en honor de
Padre Pio de Pietrelcina organizada por la Doctora María Teresa d’Abenante,
encargada de los grupos de oración de Padre Pío en esa localidad se conformó el
primer nido de oración de niños.
Padre Pío
Dellepiane en Julio de 1974 quiso llevar con el a Padre Andrea a Fátima y quiso
que celebrara una Misa en la tumba de Francisco Marto y una en la de Jacinta:
la Armada Blanca nació de esta forma oficialmente sobre los restos mortales de
estos dos beatos.
Todos
aquellos pequeños en edad y todos aquellos dispuestos a volverse "pequeños”
en espíritu que se consagren a Dios Padre, como María, diciendo su “sí”
incondicional a Su Voluntad ("Si no se convierten y se hacen como niños
no entrarán en el Reino de los Cielos" Mt 18,3).
En más de
treinta años de actividad de Armada Blanca ha dirigido la invitación de la
Virgen en Fátima a más de un millón y medio de niños. Opera en Italia, Francia,
Alemania, Inglaterra, Suiza, España, Portugal, Polonia, Holanda, Rumania,
Hungría, Bulgaria, Rusia, Bielorrusia, Malta, Ucrania, Zaire, Kenia, Ghana,
Nigeria, Zambia, Uganda, Australia EUA, Canadá, México, república Dominicana,
Ecuador, Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Ruanda, Burundi, Japón, Singapur,
Malasia, India Sri Lanka, Filipinas, Macao….
Con este
sitio nos proponemos dar a conocer la espiritualidad del movimiento e invitar a
todos aquellos que han sentido resonar el eco de esta iniciativa a unirse a
nosotros en un solo ofrecimiento por el Triunfo del Corazón Inmaculado de
María.
E-mail: avemaria@armatabianca.org
Foros de la Virgen María
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