En 1931, Jesucristo le pidió a
Sor Faustina Kowalska que pintara al Jesús de la Misericordia tal como lo veía
en sus apariciones, con la frase “Jesús en ti Confío”, que lo divulgara para
repartir sus gracias, y que fundara la Fiesta de la Misericordia el domingo
siguiente a la Pascua de Resurrección. En 1934 el padre Sopocko (confesor de
Faustina) hizo el encargo al pintor Eugeniusz Kazimirowski.
En 1943, ya fallecida sor
Faustina, el pintor Adolfo Hyla regaló como ex voto a las Hermanas de la Madre
de Dios de la Misericordia en Polonia un cuadro de Jesús de la Misericordia
interpretando la imagen dictada por Faustina. Esta imagen es la que se conoce
mas hoy día y la que con su fama protegió del régimen comunista a la imagen que
pintó Kazimirowski.
EL ENCARGO DE JESÚS A SOR
FAUSTINA
Al anochecer mientras estaba
en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano
levantada para bendecir, y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la
túnica entreabierta en el pecho, salían dos rayos grandes: uno rojo y otro
pálido. En silencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba llena de
temor, pero también de gran alegría. Un momento después, Jesús me dijo: Pinta
un cuadro según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío.
(…)
Prometo que el alma que venere este cuadro no perecerá. También prometo, ya
aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de
la muerte. (…) Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que este
cuadro que pintarás con el pincel, sea bendecido con solemnidad el primer
domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de
la Misericordia. Deseo que los sacerdotes proclamen la gran misericordia que
tengo para las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a
Mí. (DIARIO de Santa Sor Faustina) Plock, Polonia “22
de febrero de 1931.
“Los
dos rayos (de la imagen) significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido
simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre
que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas
de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la
lanza (…) Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le
alcanzará la mano justa de Dios” (Diario, 299).
La
obra encargada a sor Faustina por el Señor Jesús fue imposible de realizar en
términos humanos porque no tenía conocimientos básicos de creación artística. Sin embargo,
quería cumplir la Voluntad de Dios e intentaba pintar el cuadro sola, pero sin
resultados. Los apremios del Señor Jesús y la desconfianza de los confesores y
los superiores causaban un gran sufrimiento personal a sor Faustina. Durante su
estancia en Plock (unos 3 años) y en Varsovia, siguió pensando en el incumplido
deseo del Señor Jesús, que le hizo sentir la gran importancia que tenía en los
Planes Divinos, la misión que le había asignado.
De
repente vi al Señor que me dijo: “Has de saber
que si descuidas la cuestión de pintar este cuadro y de toda la obra de la
Misericordia, el día del juicio responderás por un gran número de almas” (Diario, 154).
Después
de profesar sus votos perpetuos, la sor Faustina fue trasladada a la casa
conventual de Vilna (25 de mayo de 1933). Aquí encontró la ayuda
prometida anteriormente: el confesor y director espiritual, el p. Miguel
Sopocko que intentó realizar los deseos del Señor Jesús.
EL JESÚS QUE VIO SOR FAUTINA
El padre Sopocko (confesor de
sor faustina Kowalska) encargó el cuadro de Jesús Misericordioso a principios
de 1934 en Vilna (Vilnius, Lituania), al pintor Eugeniusz Kazimirowski. El piso
del padre Sopocko y el piso de Kazimirowski junto con su estudio se encontraban
en el mismo edificio.
El
cuadro con la imagen del Jesús Misericordioso nacía en el ambiente lleno del
misterio de los milagros Divinos: las experiencias místicas vividas por Santa sor
Faustina. El padre Miguel Sopocko parcialmente le dio a conocer al pintor la
misión de la sor Faustina y le comprometió a guardar el secreto. Este pintor
muy apreciado y muy culto renunció a su propia concepción artística para
representar detalladamente lo que relataba sor Faustina, quien venía al estudio
del pintor por lo menos una vez a la semana, durante medio año, para añadir los
detalles e indicar los errores.
Quería
que la imagen del Jesús Misericordioso fuera igual a la imagen revelada en sus
visiones.
En el proceso de pintar el cuadro participó activamente el p. Miguel Sopocko –
el fundador de la obra, quien, a petición del pintor, posó para el cuadro
vistiendo un alba. El tiempo pasado juntos dedicado a pintar fue una
oportunidad para una interpretación más profunda del contenido del cuadro. Las
cuestiones discutibles resolvía el Mismo Señor Jesús (Diario 299; 326; 327;
344). Muy significativa fue la conversación que mantuvo sor Faustina con
Jesucristo sobre el cuadro pintado:
(…)
Cuando estaba en el taller de aquel pintor que pintaba el cuadro, vi que no era
tan bello como es Jesús. Me entristecí mucho por eso, sin embargo, lo oculté
profundamente en mi corazón. (…) la Madre Superiora se quedó en la ciudad para
arreglar algunos asuntos, yo volví sola a casa. En seguida fui a la capilla y
Iloré muchísimo. Le dije al Señor: ¿Quién Te pintará tan bello como Tú eres? De
repente oí estas palabras: No en la belleza del color, ni en la del pincel,
está la grandeza de este cuadro, sino en Mi gracia” (Diario, 313).
De
esta conversación emana la sinceridad de la persona a la que le había sido
concedida una gracia sobrenatural y que en sus vivencias místicas vio la
belleza del Salvador Resucitado. El Señor Jesús muchas veces aparecía a sor
Faustina en la forma en la que está demostrado en el cuadro (Diario 473; 500;
851; 1046; 1565) y también, en repetidas ocasiones exigió que ese cuadro fuese
expuesto para la adoración pública. Eso demuestra que el Señor Jesús aceptó la
imagen pintada en el cuadro, santificándolo con su viva presencia.
Durante
seis meses Sor Faustina venía al estudio del pintor para dar indicaciones y los
detalles del aspecto del cuadro. El Padre Sopocko personalmente se encargó de que
el cuadro fuera pintado exactamente según sus indicaciones. El lienzo, sobre el
cual se representó la imagen, se ajustó a las medidas de un marco viejo
regalado anteriormente por una de las parroquianas.
El
cuadro fue pintado durante seis meses, cuando ya estaba listo, el p. Sopocko
quería asegurarse de cómo tenía que ser introducido el texto en el cuadro. Pidió a sor Faustina
que lo preguntase al Señor Jesús:
“Una
vez el confesor (Padre Sopocko) me preguntó cómo debía ser colocada la frase,
ya que todo eso no cabía en la imagen. Contesté que rezaría y que daría la
respuesta la semana siguiente. Al alejarme del confesionario, y pasando cerca
del Santísimo Sacramento, recibí el entendimiento interior de cómo debía ser la
frase. Jesús me recordó lo que me había dicho la primera vez, es decir, que
estas tres palabras debían ser puestas en evidencia. Las palabras son: Jesús, en
Ti confío” (Diario, 327).
“Ofrezco
a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la
Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la frase:
Jesús, en Ti confío” (Diario, 327).
El texto dictado, que constituye un elemento
importante de la indicada forma del culto a la Misericordia, fue puesto por el
padre Sopocko en una placa colocada en la parte inferior del cuadro. A la
petición expresa del Señor Jesús transmitida a sor Faustina, el padre Sopocko
pidió el permiso para colgar el cuadro en la Iglesia de San Miguel en Vilna, de
la que era rector.
Gracias
a los esfuerzos del p. Sopocko, desde el 26 hasta el 28 de abril de 1935,
durante las celebraciones finales del Jubileo de 1900 años de la Redención del
Mundo en la Puerta del Amanecer en Vilna, la Imagen del Misericordioso Salvador
por primera vez fue adorada por una multitud de fieles que participaban en las
oraciones.
Esa celebración coincidió con el primer domingo después de la Pascua, Sor
Faustina participó en ella, y la homilía sobre la Misericordia Divina fue
predicada por padre Sopocko, tal como lo había exigido Jesús.
“Durante
tres días la imagen estuvo expuesta en público, y recibió la veneración pública
porque había sido colocada en la Puerta del Amanecer en lo alto de un ventanal,
por eso se la veía desde muy lejos. Durante esos tres días en la Puerta del
Amanecer fue celebrada con solemnidad la clausura del Jubileo de la Redención
del Mundo, el décimo noveno centenario de la Pasión del Salvador. Ahora veo que
la obra de la Redención está ligada a la obra de la misericordia que reclama el
Señor” (Diario, 89).
“Cuando
esta imagen fue expuesta, vi un movimiento vivo de la mano de Jesús que trazó
una gran señal de la cruz. Por la noche del mismo día (…) vi que la imagen
estaba pasando sobre una ciudad y aquella ciudad estaba cubierta de redes y de
trampas. Jesús, al pasar cortó todas las redes (…)” (Diario, 416).
“Cuando
estaba en la Puerta del Amanecer durante las celebraciones en las cuales fue
expuesta esta imagen, estuve presente durante el sermón que predijo mi confesor
(M. Sopocko); el sermón fue sobre la Divina Misericordia, fue el primero de los
que exigía el Señor Jesús desde hacía mucho tiempo. Cuando empezó a hablar de
esta gran misericordia del Señor, la imagen tomó un aspecto vivo y los rayos
penetraron en los corazones de las personas reunidas, pero no en grado igual,
unos recibieron más y otros menos. Una gran alegría inundó mi alma viendo la
gracia de Dios” (Diario, 417).
“Cuando
terminaba el oficio y el sacerdote tomó el Santísimo Sacramento para impartir
la bendición, súbitamente vi al Señor Jesús con el mismo aspecto que tiene en
esta imagen. El Señor impartió la bendición y los rayos se extendieron sobre el
mundo entero. Vi una claridad inaccesible en forma de una habitación de
cristal, tejida de ondas de luz impenetrable a cualquier criatura o espíritu.
En la claridad había tres puertas y en ese instante Jesús, con el mismo aspecto
que tiene en la imagen, entró en aquella luz a través de la segunda puerta, al
interior de la claridad” (Diario, 420).
La
celebraciones de la Puerta del Amanecer en Vilna fueron para la sor Faustina una señal y
cumplimiento de las gracias anunciadas anteriormente – una manifestación
pública de la fuerza enorme de la Misericordia Divina.
El
4 de abril de 1937, con el permiso del Metropolitano de Vilna, arzobispo
Romuald Jalbrzykowski, el cuadro con la imagen del Salvador Misericordioso,
tras haber recibido la opinión positiva de los expertos, fue llevado a la
iglesia de San Miguel en Vilna, dónde empezaron a rodearlo de veneración cada
vez mayor. Según la comisión de expertos convocada en 1941 por la orden del
Metropolitano, afirmó que “El cuadro constituye una obra de arte y un ejemplo
de arte contemporáneo religioso de valor.” (Protocolo de la Comisión de la
evaluación y la conservación del cuadro de Jesús Misericordioso en la Iglesia
de San Miguel de Vilna de 27 de mayo de 1941 firmado por expertos: Profesor de
la historia de arte dr. M. Morelowski, Profesor de dogmática padre dr. L.
Puchaty y el Conservador padre Dr P. Sledziewski).
En
la posterior correspondencia con el p. Sopocko sor Faustina escribe:
“Dios
me hizo conocer que estaba satisfecho con lo que ya se había hecho.
Sumergiéndome en la oración y en la cercanía de Dios sentí en el alma una paz
profunda por la totalidad de esta obra. (…) Y en lo que se refiere a esas
imágenes (copias pequeñas), (…) La gente las compra, poco a poco, y unas almas
ya han recibido la gracia de Dios que ha fluido de esa fuente. Como todo,
también esto va a ir lentamente. Las imágenes no son tan bonitas como el cuadro
grande. Las compran esos a los que atrae la gracia de Dios” (fragmento de la
carta de Cracovia, 21 de febrero 1938).
LA PERSECUCIÓN COMUNISTA
En
1948 cuando el gobierno comunista cerró la Iglesia de San Miguel, el cuadro
(sin el marco con la placa con el texto) fue comprado en secreto del empleado
lituano que liquidaba las pertenencias del templo.
La
transacción fue realizada por dos mujeres (una polaca y una lituana) que estaban
conscientes del peligro de las consecuencias en caso de que se enterasen las
autoridades soviéticas.
Las
mujeres trasladaron la imagen enrollada a un desván donde iba a esperar hasta
que pasase el peligro. Después entregaron el cuadro a la Iglesia del
Espíritu Santo, donde fue despositado también el mobiliario de la iglesia
cerrada. El párroco, el p. Jan Ellert no estuvo interesado en guardar el
cuadro. Desde allí, en 1949, un amigo del p. Sopocko: p. Józef Grasewicz lo llevó
a la parroquia en Nowa Ruda. Aquí, a pesar de muchos cambios en la
administración de la iglesia, el cuadro permaneció durante 40 años.
En
1970 las locales autoridades comunistas de Nowa Ruda decidieron convertir la
iglesia en un almacén. El cuadro colgado en la parte superior, por la
causa que parecía sin importancia – falta de la escala de longitud adecuada –
se quedó en la iglesia abandonada.
El
padre Sopocko, que entonces estaba en Polonia, no tenía posibilidad ninguna de
volver a Vilna (Lituania), que no dejaba preocuparse por el destino del
cuadro, pidió al p. Grasewicz que trasladara el cuadro a algún otro sitio
seguro.
En
secreto mandó una petición de colgar el cuadro en la iglesia de la Puerta del
Amanecer de Vilna, donde había sido expuesto por primera vez para la
adoración pública. La petición fue transmitida solo en 1982 (ya después de la
muerte del p. Sopocko).
El
vicario de la Puerta del Amanecer de aquella época, el p. Tadeusz Kondrusiewicz
encontró esta idea irreal y propuso colgar el cuadro en la iglesia de Espíritu
Santo,
cuyo párroco el p. Aleksander Kaszkiewicz, quien al principio a desgana,
consintió colgar el cuadro. De este modo el p. Grasewicz tomó la decisión de
llevar el cuadro de vuelta a Vilna.
Para
no provocar una situación peligrosa, en una noche de noviembre de 1986, sin que se
enterasen los habitantes de Nowa Ruda (que durante muchos años se reunían en la
iglesia abandonada para rezar), el cuadro original fue sustituido por una copia
preparada anteriormente. Con la ayuda de las hermanas de la Madre
Misericordiosa (de la Puerta del Amanacer) que conocían el secreto, el lienzo
fue quitado del bastidor, enrollado y esa misma noche llevado a Grodno, y
después a la Iglesia de Espíritu Santo de Vilna.
Antes
de colocar la imagen en el altar, a la orden del p. Kaszkiewicz el cuadro dañado
fue repintado. En resultado el aspecto de la cara del Señor Jesús cambió
notablemente, lo que deformó el mensaje visual de la imagen. Al cuadro se
añadió una frase en rojo: “Jesús en Ti confío”. Además, para ajustar el cuadro
al hueco en el altar, se dobló la parte inferior del lienzo, y a la parte
superior se agregó al cuadro una parte adicional en forma de oval.
Estos
cambios no estaban de acuerdo con la composición artística del cuadro realizada
en 1934 por E. Kazimirowski en cooperación con sor Faustina y padre Sopocko.
Fue una ingerencia brutal que notablemente redujo el valor original de la obra.
El
cuadro renovado en el año 2003, con el marco nuevo yel texto: JESÚS, EN TI
CONFÍO permaneció en la Iglesia de Espíritu Santo hasta septiembre de 2005.
La
Fiesta de la Misericordia Divina, el 18 de abril de 2004 el Metropolitano de
Vilna,
Cardenal Audrys Juozas Backis reconsagró la renovada iglesia de la Santa
Trinidad en Vilna al Santuario de la Misericordia Divina. Paralelamente, a la
Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso, ordenó orar en ese
Santuario.
En septiembre de 2005 en el Templo se colocó el primer cuadro de Jesús Misericordioso.
En septiembre de 2005 en el Templo se colocó el primer cuadro de Jesús Misericordioso.
El
Metropolitano asignó a la Congregación, para su sede, la casa donde había sido pintado el
primer cuadro de Jesús Misericordioso. Esta casa, gracias a la generosidad de
los donadores fue adaptada a las necesidades de la Congregación religiosa.
El
primer cuadro de Jesús Misericordioso expuesto en el 1987 en la Iglesia de
Espíritu Santo en Vilna no llamó atención particular ni de los
peregrinos ni de las autoridades eclesiásticas. La falta de las condiciones
apropiadas para exponerlo provocó más cambios negativos en su materia.
Fue
sólo en julio de 2001 cuando con el consentimiento del padre Miroslaw Grabowski
párroco de la iglesia de Espíritu Santo, la Congregación de las Hermanas de Jesús
Misericordioso pudo abrir su nueva sede en Vilna, aceptada por la curia de
Vilna, y rodear de cuidados este cuadro único e inestimable. La Congregación
lleva decenas de años haciendo gestiones para propagar la primera imagen de
Jesús Misericordioso, aquel creado en el ambiente de Divino milagro de la
oración y de sufrimiento de sor Faustina, su presencia y cooperación.
Gracias
a la iniciativa y las gestiones de las hermanas en abril de 2003 el cuadro fue
sometido a una restauración profunda, lo cual tuvo lugar en la capilla del
convento de las hermanas en Vilna. Se eliminaron del cuadro todas las
repinturas, las manchas creadas por la humedad y pruebas de retirarlas con
sustancias químicas, se repararon las deterioraciones. A consecuencia de la
restauración el cuadro recuperó su aspecto original.
Algunos
daños sufridos por el lienzo tuvieron ser eliminados utilizando el pegamento. Se ven también
huellas dejadas después de haber quitado el lienzo del bastidor (huellas de los
clavos que sujetaban el cuadro), y el doblamiento de la parte inferior de unos
cuatro centímetros (en 1987 el cuadro fue ajustado a las medidas del nicho del
altar de la Iglesia de Espíritu Santo). Los defectos aunque no vistos en la
imagen expuesta, son, entre otros, los rasgos característicos del cuadro.
Por
iniciativa de los organizadores y fundadores de la conservación del cuadro en
2003,
de la Fundación de los Apóstoles de Jesús Misericordioso de Lódz, en marzo de
2004, en la Iglesia de Espíritu Santo de Vilna fue realizada una sesión
fotográfica profesional, para documentar el cuadro. Desde entonces, de las
diapositivas de 20 cm se hacen fotocopias de la primera imagen de Jesús
Misericordiosos. Las copias son distribuidas y facilitadas a la evangelización
públicas.
A
pesar de la conservación detallada, el estado del cuadro se empeoró. El cuadro debía
ser expuesto en condiciones apropiadas, de acuerdo con las indicaciones del
restaurador. El cuadro lo conservó Edyta Hankowska – Czerwinska de Wloclawek
(Polonia) conservadora de obras de arte, licenciada por la facultad de Bellas
Artes de la Universidad de Nicolás Copérnico en Torun (Polonia).
El
3 de agosto de 2009 en el Sanctuario de la Misericordia Divina de
Vilna, la conservadora Edyta Hankowska-Czerwiska realizó una inspección
periodical del estado del cuadro.
EL OTRO CUADRO DE JESÚS
MISERICORDIOSO
en Cracovia Lagiewniki (Polonia)
en Cracovia Lagiewniki (Polonia)
En 1943 – a los diez años de
pintar el primer cuadro de Jesús Misericordioso y cinco años después de la
muerte de sor Faustina en Cracovia, a la Congregación de las Hermanas de la
Madre de Dios de la Misericordia vino un pintor, Adolfo Hyla. El artista quería
pintar un cuadro y regalarlo a la capilla del convento como un exvoto de
agradecimiento por el salvamento de su familia de los accidentes de la guerra.
Las
hermanas propusieron que pintara el cuadro de Jesús Misericordioso. Le presentaron
al artista como un modelo una reproducción del primer cuadro pintado por
Kazimirowski en cooperación con sor Faustina. Adjuntaron también la descripción
del cuadro del Diario de Santa sor Faustina. Sin embargo, el artista hizo el
encargo según su propia idea.
Porque
el tamaño del cuadro regalado no encajaba en el altar de la capilla de las
hermanas,
la Madre Irene Krzyzanowska encargó otro cuadro. Este cuadro fue consagrado en
1944 y puesto en la capilla del convento de Cracovia donde es adorado hasta
hoy.En este cuadro la imagen de Jesús Misericordioso en el fondo había un prado
y arbustos que se veían a lo lejos. Por intervención del padre Sopocko en 1954,
el fondo del cuadro fue cubierto con pintura oscura y debajo de los pies del
Señor Jesús se pintó un suelo.
El
cuadro regalado por Adolfo Hyla como exvoto de agradecimiento fue expuesto en
la iglesia parroquial del Corazón Divino en Wroclaw (Polonia). Esta
iglesia está relacionada con la Casa de la Congregación de las Hermanas de la
Madre de Dios de la Misericordia.
Después
de la segunda guerra mundial el primer cuadro de Jesús Misericordioso pintado
por el artista Eugenio Kazimirowski en Vilna (Lituania) en cooperación con sor
Faustina, permaneció en el territorio de la Unión Soviética, donde miles de
personas tuvieron que ocultar su fe en Dios durante decenas de años a causa de
severas persecuciones de los católicos. El cuadro también permanecía escondido,
y su origen extraordinario también se mantenía en secreto.
Quizás la divulgación en Polonia
de otro cuadro, fue una providencial distracción de la atención a la milagrosa
Imagen Santa (como la llamó Juan Pablo II en 1993 en Vilna). En aquellos
tiempos no había otra posibilidad real de salvarla.
Indudablemente
el cuadro pintado por Adolfo Hyla ayudó mucho en el desarrollo del culto de la
Misericordia Divina. Lo confirman los testimonios de las gracias
recibidas por su intercesión. Sin embargo, su popularidad no disminuyó el valor
del primer cuadro pintado en Vilna – exactamente según el modelo trasmitido por
el Señor Jesús. Después de una larga espera el cuadro llegó a ser dignamente
expuesto en el altar central del Santuario de la Misericordia Divina en Vilna,
donde, rodeado de la oración de las hermanas y de los peregrinos que vienen a
verlo, es venerado públicamente.
Fuente: www.misericordia-divina.com
Foros de la Virgen María
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