Se realizó hace poco la Conferencia
Internacional 2016 de Bodyhacking ,que puso de relieve la marcha de
esta tendencia ideológica / religiosa, parte del movimiento transhumanista.
Los bodyhackers son personas
que empujan los límites de la tecnología implantable para mejorar el cuerpo
humano y son el brazo rebelde del movimiento transhumanista. Su escalón más
elemental está representado por quienes se hacen tatuajes y se ponen piercings.
Están poco interesados en las discusiones acerca de
la singularidad, o sea la posibilidad de subir su cerebro a un computador, la
construcción de nanobots y todas las simbiosis de máquina y humano planteadas
para el futuro.
Piensan que el
bodyhacking no debe limitarse a un laboratorio en el que científicos
experimentan con la integración tecnológica del cuerpo con las máquinas, sino
que se puede hacer por ellos mismos con auto cirugía improvisada, y así han
generado varios videos instructivos de cómo hacerse la propia cirugía.
El bodyhacking
tiene una parte aprobada por la sociedad global como por ejemplo la
implantación de marcapasos, o lo que ha hecho un notorio bodyhacker como Neil
Harbisson, quien tiene una cámara en la cabeza para escuchar el color, porque
él es daltónico, u otro que se implantó auriculares para ver si podía usar la
acústica como forma de ver porque era ciego de un ojo, o la experimentación en
pacientes con enfermedad de parkinson con electrodos en su cerebro para evitar
temblores debilitantes. Estos son usos terapéuticos del bodyhacking que se está
utilizando en la medicina habitualmente.
Pero hay otros que están interesados en el
bodyhacking como forma de obtener percepciones sensoriales adicionales, por
ejemplo Lepht Anónimo
tiene videos instructivos para insertarse imanes de neodimio bajo sus dedos
para permitir la sensación de cuando está cerca de campos electromagnéticos.
Otro expositor de la conferencia se inserta un
dispositivo en el brazo que controla su temperatura y su presión arterial como
simple información.
En una entrevista un famoso
bodyhacker expresó que el bodyhacking le llena un vacío existencial;
cuando se definió ateo fue porque él estaba acostumbrado a participar de un
culto apocalíptico donde decían que el rapto era inminente, pero se dio cuenta
que durante muchos siglos los cristianos habían pensado eso y la religión
entonces no le estaba dando lo que había prometido, lo mismo que la tecnología
y la ciencia se han equivocado mucho.
En esa crisis de fe en las promesas a largo plazo
él quería algo práctico en el aquí y en él ahora por eso se convirtió en un
bodyhacker.
Todos ellos están tratando de mejorarse a sí mismos
trabajando activamente en lo que creen que es su propio ideal personal.
Pero más allá del esfuerzo metafísico de algunos,
otros están simplemente interesados en la novedad, por ejemplo la modificación
corporal con tatuajes y piercings o insertarse bajo la piel leds que la
iluminan de un misterioso color rojo, qué es la novedad por la novedad.
En definitiva el bodyhacking puede verse como una
especie de salvación posreligiosa para redimirnos de nuestra limitaciones en el
aquí y en el ahora.
Foros de la Virgen Maria
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