A los “civilizados” habitantes
del Planeta Tierra del Tercer Milenio, la sola idea de un sacrificio humano nos
es repugnante y salvaje. Nos provoca escalofríos pensar en las ceremonias
druidas o aztecas y nos sentimos agradecidos de vivir en siglo XXI. Qué alivio
pensar que todo eso quedó atrás.
Pero si abrimos los ojos
comprenderemos que la idea de “sacrificios humanos” en nuestros días no
despareció. Feministas que luchan por la ley de aborto voluntario, familiares
de un paciente con Alzhaimer, o de un enfermo con cáncer terminal, etc. Todos
ellos engrosan la lista de los que ven la muerte – de otros, por supuesto –
como algo que facilita la vida de los que quedan vivos.
Cuando
leemos que un país aprobó una ley de interrupción de la vida, o que su
parlamento la tiene a discusión, no llegamos a darnos cuenta inmediatamente de
lo que esto significa.
Disfrazada
detrás de la palabra “muerte misericordiosa”, se esconde la idea se sacrificar
a seres humanos vivos. Pues resulta que a los centros médicos, hospitales, sanatorios,
etc., les son muy onerosos los tratamientos de medicación, alimentación y
locación destinados a pacientes que no tienen buen diagnóstico. Es como
alimentar cadáveres, lo cual no sólo aumenta sus costos, sino que además
amenaza sus beneficios anuales.
Ya
sabemos quién está detrás de esto, el mismo que al no poder contra la mujer (María)
vino a perseguir a sus hijos en la Tierra, como se expresa en el Apocalipsis
12:17
“Entonces el
dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer la guerra al resto de sus
hijos, es decir, a los que observan los mandamientos de Dios y guardan
el mensaje de Jesús”.
EL RIESGO DE ESTAR ENFERMO Y
VIVIR EN PAÍSES DEL PRIMER MUNDO COMO HOLANDA, BÉLGICA, LUXEMBURGO
Bélgica tiene aprobada
le ley de la eutanasia desde el año 2002. Y a partir del 28 de febrero de 2014 la extendió a los niños. Esta
ley, fue aprobada en un tiempo récord para Bélgica; menos de un año llevaron
las discusiones parlamentarias, porque se quería dejar aprobada esa ley antes
de nuevas elecciones. Y se hizo ¡sin
tomarse el tiempo para consultar expertos!
Pero, al enterarse de que no existen datos de que
alguien haya solicitado para su hijo esa medida final, uno podría preguntarse a razón de qué se tomó esa medida y “quién”
está detrás.
Y entonces la conclusión es fácil, la eutanasia se
está convirtiendo en la norma y hay que extenderla a toda la sociedad. Los 235 casos de 2003 se dispararon hasta
1.816 en 2013. Un aumento de más
del 600%.
En
Holanda, la decisión se tomó antes, en 2001. Y al año siguiente entró en vigor una Ley que con
determinados requisitos permite la Eutanasia a petición, como el auxilio al
suicidio, que en el Código Penal de ese
país están prohibidos.
Y
hace poco extendió esa medida a los pacientes con Alzhaimer, o con otro tipo de
demencias. En previsión de ello, se les hace firmar una autorización cuando aún
ellos están con suficiente lucidez.
VOCES EN CONTRA DE LA
DESHUMANIZACION
Paradójicamente, los médicos holandeses se niegan a
ejecutar esa petición, ya que ellos mejor que nadie están en condiciones de
afirmar que muchas veces esos pacientes
no tienen sufrimiento.
Y dado que los responsables legales son los que
tomarán la decisión por ellos, queda
claro que esa medida se tomaría para comodidad de los familiares y para
economía del centro de internación.
A su vez, los movimientos que se oponen a esta
medida, dicen que en el caso de los
niños se planteaba como esencial la claridad mental en el momento de
decidir.
¿Por qué, se preguntan ahora, no se hace lo mismo con
los que sufren de algún tipo de demencia?
En realidad, dicen, a nadie le importaba la
voluntad de los niños y es por esa razón que más de 200 médicos y pediatras
rechazaron públicamente la eutanasia infantil, señalando que es imposible determinar si un niño es
capaz de entender lo que significa ser asesinado.
Los
opositores a estas medidas en Bélgica señalan que este país tiene una fantástica cobertura de
cuidados paliativos para tratar que los niños sin esperanza no sufran mientras
llega su final. Reclaman que se invierta en establecimientos especiales para
llevar a cabo estos fines humanitarios.
Pero se enfrentan a la fría realidad de que, en tiempos de crisis, la eutanasia es menos
costosa que mantener indefinidamente a un enfermo terminal.
A pesar de eso, y luchando contra el poder
establecido, los movimientos humanitarios sostienen que hay que ayudar a las
familias a cuidar de sus enfermos. Hay que ser creativos porque el asesinato no
es una solución. Y si se toma esta
medida de trivializar la muerte, toda la sociedad estará en peligro. Porque uno
podría morir hasta sin quererlo, ya sea por errores administrativos, por
comodidad del médico o algún tipo de necesidad de los familiares.
Ha
habido un cambio de mentalidad promocionada desde los medios de comunicación, que proclaman
las bondades de “morir sin sufrimiento”,
que ha llevado a que los números se hayan elevado a máximos insospechados, a
pesar que hay estudios que demuestran que la muerte asistida también es un proceso
de sufrimiento.
Pero no son pocos los que se han dado cuenta de que
la amarga y terrible realidad es que no
hay fondos para cuidados paliativos ni camas disponibles para sostener enfermos
sin esperanza. El cambio de
mentalidad viene solo. Es cómodo y limpio. No hay culpables. Es al propio
enfermo a quien la sociedad le incita a pedir su fin.
¿ESTARÉ OBLIGADO A PEDIR LA
EUTANASIA AUNQUE NO QUIERA?
En esta nueva mentalidad la función de los médicos
cambia, porque si uno entra en un
sanatorio para que lo curen, ¿tendrá confianza en que los profesionales harán
todo lo posible para curarlo o, por el contrario, lo irán llevando hasta que
uno mismo decida que no hay vuelta y es mejor pedir la “muerte digna”?
Y si no lo haces, ¿muchos ojos acusadores no se
fijarán en ti hasta que por fin lo hagas?
Entonces llegamos a que la sociedad entera se vuelve asesina. Hay dos autores materiales el propio asesinado y los médicos que
asisten en este asesinato. Y un
sinnúmero de cómplices, que son los familiares, las autoridades del
hospital y del sistema de salud, lo medios de comunicación que ‘venden’ este
nirvana y la opinión pública que asiente y aplaude.
HOY LA DISCUSIÓN SE INSTALA EN
FRANCIA
Hoy
Francia es noticia, porque a principios de 2016 aprobó la “ley del Final de la
Vida”,
que permite que los pacientes al final de su vida interrumpan el tratamiento
médico y soliciten que se les sede hasta que mueran.
La Ley de
“Sueño Profundo” permite a los
enfermos terminales ser puestos en un estado de coma irreversible retirándoseles
el soporte vital. Esta Ley (la Ley Leonetti), desea asegurarle al
paciente con horas o días de vida, la posibilidad de ser inducido a un coma profundo e irreversible hasta que muera.
El político de derecha Jean Leonetti, autor de la
Ley, señala que el paciente debe estar al final de su vida y con mucho
sufrimiento a pesar del tratamiento, para que el médico pueda decidir la
sedación y la cesación del soporte vital hasta la muerte. Esta sedación no debería permitir ninguna
posibilidad de que el paciente pueda despertar.
Para algunos líderes religiosos, académicos de
medicina y defensores pro-vida esta
nueva ley es una forma de eutanasia camuflada.
UNA CARTA DE RELIGIOSOS QUE
NOS CONCIERNE A TODOS
En una carta abierta publicada en Le Monde, los
líderes de las tres principales religiones monoteístas de Francia, el
cristianismo, el islam y el judaísmo, describieron el proyecto de ley como una amenaza a la dignidad humana, a pesar que
se alzaron voces desde el Vaticano diciendo que se trata de una ley “equilibrada”.
Philippe
Barbarin (Cardenal, Arzobispo de Lyon), François Clavairoly (presidente de la Federación
Protestante de Francia), Monseñor Emmanuel (Metropolita de Francia y Presidente
de la Asamblea de los obispos ortodoxos de Francia), Korsia Jaim (Gran Rabino
de Francia) Mohammed Moussaoui (Presidente de la Unión de mezquitas en Francia
y presidente honorario del Consejo francés del Culto musulmán) lanzaron un
“llamamiento conjunto, ansioso y apremiante”, para
alertar sobre el hecho de que esta posible nueva ley no sea de ninguna manera violatoria del principio básico de que toda vida
humana debe ser respetada en particular en el momento en que es más frágil”.
“Pero, si se utiliza la sedación no para aliviar al
paciente, sino para causar su muerte, eso sería un acto de eutanasia solapada”,
afirman.
Decían que la legislación daría a los pacientes
moribundos el derecho de pedir un alto a tratamiento, para ser colocados bajo anestesia general hasta el
momento de la muerte, que vendría pronto al cesar el sostén para la vida.
“Nosotros, – continúa la carta – representantes de las tres
principales tradiciones religiosas monoteístas, conscientes de que la evolución
de nuestra sociedad, genera nuevas situaciones y la necesidad de buscar
modificaciones o mejoras, así como legislación y reglamentos para acompañar
esta evolución, consideramos que este
tipo de acción debe ser el resultado de un debate sereno, democrático y
respetuoso de la persona humana y de su dignidad”.
“Hacemos
un llamamiento a un nuevo debate, pidiendo que la ley sea civilizada y
civilizadora, que haya un consenso de principios claros, para estar
seguros de que se ayuda a vivir y a morir sin acortar la vida. La decisión de
matar nunca puede ser una opción, porque de otra manera se generará con el
tiempo, la muerte de un sinnúmero de personas indefensas”.
“Ha surgido sin que sea
admitida, una nueva tentación: la de la muerte, que puede llegar al abusar de
la sedación. Asimismo, la línea entre la necesidad de sedar
excepcionalmente a un paciente para aliviarlo y la que va dirigía a interrumpir
su vida es muy delgada. Eso sería
eutanasia, aunque no se la reconozca como tal. Pero, cuando se trata de la vida y la muerte, la conciencia
humana no puede estar en paz si uno juega con las palabras. La propia
democracia puede sufrir por el manejo de estos conceptos sensibles”.
“Es por esta razón que nosotros exigimos que sea
aconsejado el acompañamiento de las personas al fin de su vida, garantizando
que sean claramente protegidas por la prohibición de matar. Es en la mirada
puesta sobre los miembros más frágiles de la sociedad que se puede medir el
grado de humanización de una sociedad. Nos
preguntamos ¿En nombre de qué principio se puede legalizar un gesto de muerte?
¿En virtud de que la persona en esas condiciones ha
perdido su dignidad humana?
¿Es tal vez porque ya ha terminado su tiempo de
vivir?
¿Se
le hará entender entonces que ya su vida es inútil, indeseable, costosa?
¿Por
ventura cree el hombre que está en posición de discernir — para él mismo o para
otro — la patente de humanidad?
“Este es un gran reto para nuestra sociedad, para
el vínculo entre las generaciones, por la confianza que debe existir entre los que brindan cuidados y entre los que
los reciben, y más profundamente, para servir a la grandeza de la
medicina, al espíritu de la civilización”.
Paradójicamente
el derecho francés, que excluye las terapias agresivas, condena la Eutanasia. En 1999, el
Consejo de Europa la condenó, prohibiéndola, como sucede en casi todos los
países del mundo. Pero en menos de diez años, Francia dio un giro a su política
y aquello de “Nada puede justificar el derecho de matar a un hombre ni su
salud, ni la inconsciencia, ni su extrema vulnerabilidad, o incluso el deseo de
morir” parece ser dejado de lado y se autorizará a los médicos a suspender
el tratamiento si así lo consideraban pertinente.
La inviolabilidad de la vida
humana ha entrado en una nueva fase. Y es en este terreno común en el que se
consolida la muerte como acto médico.
Lamentablemente
la carta de los religiosos en Francia cayó en saco roto y el occidente sigue su
marcha hacia la restauración de los sacrificios humanos.
LA CUESTIÓN SIGUE SIENDO ENTRE
LA VIDA Y LA MUERTE
La
eutanasia ha demostrado ser un tobogán descendente, porque una cosa es lo que
los parlamentos aprueban y otra la que se aplica en los hospitales, que es
mucho más ‘sanguinario’.
Bastaría
con que nos pusiéramos a pensar que las muertes por eutanasia se denuncian
sólo en un 20%, en Holanda a pesar de lo cual las cifras oficiales muestran que
se han duplicado (de 1923 muertes en el año 2005, se elevó a 3695 en 2011).
Artículos como “Evidencias de
que la eutanasia está fuera de control en los países en que es legal”,
demuestran que aumentó ha sido casi exponencial en los últimos diez
años.
Situación además grave teniendo en cuenta que la mayoría de las muertes por eutanasia no es
solicitada, es decir que no se cuenta con la voluntad del paciente para
terminar con su vida.
Estas
muertes involuntarias cubren una amplia gama de condiciones: coma, presunta
demencia senil, bebés defectuosos, peticiones familiares… Nada parece detener
esta marea de insensibilidad.
La sociedad moderna, en aras
de no perder sus logros económicos y su estatus social, ha llegado al punto que
parece sin retorno, de regresar al tiempo de los sacrificios humanos para
contentar a sus dioses, que ya sabemos quiénes son.
Fuentes:
- http://cdn.rt.com/files/news/3a/5e/10/00/france-deep-sleep-debate.si.jpg
- http://www.france24.com/en/20150309-france-euthanasia-law-debate-deep-sleep-bill/
- http://www.lemonde.fr/idees/article/2015/03/09/nous-hauts-dignitaires-religieux-demandons-a-ce-que-soit-preserve-l-interdit-de-tuer_4589691_3232.html
- http://forosdelavirgen.org/32588/evidencias-de-que-la-eutanasia-esta-fuera-de-control-en-los-paises-en-que-es-legal-2011-09-14/
- http://s2.lemde.fr/image/2015/03/09/534×0/4589690_6_9799_le-droit-francais-qui-exclut-l-acharnement_83d0e4d2b11724d120c57defb7a63f4d.jpg
- http://www.eutanasia.ws/eutanasia_mundo.html
- http://www.liberties.eu/es/short-news/3782
- http://forosdelavirgen.org/76512/la-eutanasia-es-una-tentacion-en-tiempo-de-crisis-economica-2014-03-17/
- http://forosdelavirgen.org/71765/cuatro-mitos-equivocados-sobre-la-eutanasia-y-el-suicidio-asistido-2013-11-06/
- http://www.abc.es/sociedad/abci-francia-cierra-puerta-eutanasia-y-aprueba-sedacion-terminal-201601272111_noticia.html
Escrito por María de los
Ángeles Pizzorno - De Uruguay, Escritora, Ex
Secretaria retirada
Foros de la
Virgen María
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