En el año 1935 Sor Faustina Kowalska recibió del
Cielo la Coronilla de la Divina Misericordia. El pasado 14 de setiembre se
cumplieron 80 años de ese regalo que Jesús nos dejó.
Y esto ocurrió 3 meses antes que el 8 de diciembre
se abriera el Año de la Misericordia que decretó el Papa Francisco y que se
extenderá hasta el 20 de noviembre de 2016.
Probablemente
todos conozcamos más o menos lo que significa la Divina Misericordia. Probablemente
hayamos recibido algún folleto, una imagen del Jesús de la Misericordia, con
explicaciones al dorso, o mejor aún, quizás hemos asistido a algún retiro o
meditación al respecto, hayamos realizado la Novena, que comienza el Viernes
Santo, o recemos a las 3 de la tarde la Coronilla de la Misericordia.
BUSCANDO A LA OVEJA PERDIDA
En Su profundo e infinito Amor, Jesús tomó la
iniciativa –una vez más buscando a la oveja perdida – y en febrero del año 1931, se le apareció a la entonces religiosa y hoy
santa María Faustina Kowalska.
“Te envío a toda la humanidad con Mi Misericordia.
No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a
Mi Corazón Misericordioso´.
Durante años,
Jesús fue moldeando el alma de Sor Faustina, que acabó por ser realmente, Apóstol de la Divina
Misericordia. Así hasta llegar a las puertas del 14 de setiembre, día de la
Exaltación de la Santa Cruz.
En la víspera,
el día 13, Sor Faustina tuvo la visión de un ángel:
“En la noche, cuando estaba en mi celda, vi un Ángel que era el ejecutor de la
justicia de Dios. Estaba vestido con una túnica brillante, su cara gloriosamente
iluminada y una nube bajo sus pies. En sus manos tenía truenos y relámpagos.
Cuando vi las señales de la ira divina, con las cuales cierto país de la tierra
sería castigado de una manera particular, imploraba al Ángel, pero noté
enseguida que mis plegarias eran impotentes contra la ira de Dios …
En el mismo
momento vi a la “Santísima Trinidad”, que irradiaba Majestad y Santidad
incomparables. Al mismo tiempo oí interiormente palabras, con las
cuales empecé a implorar fervorosamente por la salvación del mundo. Y ¡Oh milagro! el Ángel era impotente contra
esta oración y no podía ejecutar el justo castigo. Las palabras con las
que imploraba la misericordia de Dios eran las siguientes:
“Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo, la
Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo,
en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero”
Sin saberlo aún,
Sor Faustina estaba rezando parte de la Coronilla de la Divina Misericordia.
Al día
siguiente, el 14, Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, Jesús
le completó la oración que ella había recibido en su corazón:
“Lo rezarás en
un Rosario común, comenzarás con un Padrenuestro, un Avemaría y el Credo. En las cuentas
del Padrenuestro, dirás la oración que recitaste ayer, y en las diez
correspondientes a las Avemarías, dirás lo siguiente:
“Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de
nosotros y del mundo entero…”
LA DIVINA MISERICORDIA: UNA
DEVOCIÓN URGENTE
Podemos intuir
una de las razones por las cuales Jesús quiso cimentar la devoción a la Divina
Misericordia.
Sí, podemos intuirlo por la cantidad y el tamaño de los pecados que inauguraron
y vieron finalizar el siglo XX y comenzar el XXI.
Una primera
Guerra mundial,
donde los hombres se enfrentaron ferozmente, sin importarle la vida del otro,
luchando con saña por una meta que tal vez nadie sabía cuál era. Millones de
personas murieron y Jesús sabía que se
vendría otra Guerra, mucho más agresiva, más cruenta, más atroz. La Virgen lo anunció en Fátima, pero
nadie la escuchó.
Los hombres estaban tan lejos del arrepentimiento y
bien podían caer en la desesperación de Judas; ya el confesionario era como
una puerta que no se animaban a traspasar.
Tristemente, a esto se han agregado los pecados de la post modernidad, que van
en camino de eliminar los valores que sostuvieron a las naciones por siglos.
El aborto, horrendo
crimen, matar a un niño indefenso en el vientre materno, dejó de ser una
abominación para ser un “derecho humano”; la eutanasia, quitar la vida a un enfermo terminal, para favorecer
materialmente a los centros de salud y a los familiares insensibles; el matrimonio homosexual, cuyos
defensores exigen que la propia Iglesia Católica avale su pecado; y muchas
otras más…
Pero, conociendo a Dios, sabemos que nunca deja de llamar a sus hijos extraviados.
EL DOLOR DEL BUEN PASTOR QUE
DA LA VIDA POR SUS OVEJAS
“Oh, ¡qué enorme caudal de gracias derramaré sobre
las almas que recen esta Coronilla. Las entrañas de mi Misericordia se
enternecen por aquellos que rezan la Coronilla!”
Jesús, Divino
Buen Pastor, llegó una vez más en nuestra ayuda enseñando al mundo a través de Su sierva, la
Devoción a la Divina Misericordia.
Él es el eterno
Salvador.
Quería, quiere, rescatar a cada uno de nosotros, enseñarnos que Sus brazos
amorosos están abiertos para recibirnos. Sólo hay que dar el primer paso y
decir
“Jesús,
perdóname”.
Jesús le confió a Sor Faustina el indecible dolor
que le causan las almas que no quieren creer en Su bondad. También le habló de que la
misericordia fluye como una corriente de agua de todas y cada una de sus llagas,
pero que la herida de Su Sagrado
Corazón es la fuente de la Misericordia sin límites y que de esa fuente
brotan todas las gracias para las almas.
“La humanidad no
encontrara ni tranquilidad ni paz, hasta que se vuelva con plena confianza a mi
Misericordia”.
Nosotros hemos
escuchado a lo largo de los años y hemos rezado la Coronilla de la Divina Misericordia para aplacar la ira de Dios,
hemos hecho la Novena que
comienza el Viernes Santo y termina el Domingo de la Misericordia.
Y sabemos que la Hora de la Misericordia es las 3 de la tarde, la hora en que Jesús murió
en la Cruz.
“Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te
permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida
por los méritos de Mi Pasión”.
LOS PECADORES MODERNOS NO
PARECEN ARREPENTIRSE
Pero a pesar de los esfuerzos de Jesús para llamar
a las almas, nosotros no vemos
habitualmente gente que se arrepienta de sus pecados. Podemos
preguntarnos, entonces, ¿a quiénes se dirigía Jesús al pedirle a Sor Faustina
que divulgara la Devoción que vale un Cielo?
Podemos
preguntarnos,
incluso, si es posible que un pecador consuetudinario, llegada la hora de su
muerte, pueda pedirle ayuda a un Dios que nunca conoció y en el cual no cree.
Y entonces, nos surge la respuesta, clara, firme,
como si Jesús mismo nos la soplara en el oído: en 1935, Jesús también estaba preparando al mundo para el día de Su Aviso
a la humanidad.
“Escribe esto para las almas
afligidas: Cuando el alma ve y reconoce
la gravedad de sus pecados, cuando se descubre ante sus ojos todo el
abismo de miseria en que ha caído, no
se desespere sino que se arroje con confianza en los brazos de Mi Misericordia,
como un niño entre los brazos de su madre amadísima”.
LA “ILUMINACIÓN DE LA
CONCIENCIA” ¿ES INMINENTE?
Según lo profetizado por la Santísima Virgen en
Garabandal, el Aviso será una
iluminación de la conciencia, un regalo de la Divina Misericordia de
Dios.
Durante el tiempo que dure esa “iluminación de
la conciencia”, todo el mundo sabrá de Dios y conocerá el estado de su alma
tal cual Dios la ve y sus su pecado. Será
un momento “como no ha habido otro” desde que existen la naciones.
(Daniel 12, 1-3).
“. . . Si las
almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la
Misericordia anticiparía mi Juicio”.
Jesús, que no quiere perder ningún alma, preparó por medio de las revelaciones a Santa
Faustina el camino y la puerta para que todos puedan entrar por ella.
Con sus palabras Jesús nos dice a cada uno de
nosotros,
“No temas, aun cuando tus pecados sean terribles,
arrepiéntete y no dudes, nunca dudes de mi compasión”.
Por lo que, una vez que los creyentes tomamos
conciencia de esto, tendríamos que llevar esa frase estampada en nuestro
corazón como un sticker hasta que esa frase entre en la conciencia como algo
presente diariamente:
“arrepiéntete y
no dudes en pedir perdón”,
Es Cristo mismo quien nos lo pide.
“Hija Mía, diles que yo soy el Amor mismo y la misma Misericordia…
Empléate con todas tus fuerzas en la difusión del
culto a mi Misericordia. Yo supliré lo que te falta para el feliz éxito de la
obra…
Habla al mundo de mi Misericordia, a fin de que
toda la humanidad conozca su inmensa grandeza.
Esta es la señal para los últimos tiempos; después
vendrá el día de mi Justicia… Mientras tienen tiempo, que
los hombres acudan a la fuente de mi Misericordia. ¡Que el pecador no tenga
temor de acercarse a Mí!
Deseo que los sacerdotes proclamen la grandeza de
mi Misericordia hacia las almas pecadoras…
Oh, ¡qué enorme
caudal de gracias derramaré sobre las almas que recen esta Coronilla. Las
entrañas de mi Misericordia se enternecen por aquellos que rezan la Coronilla…”
PROMESAS DE LA CORONILLA EN
LAS TORMENTAS
Dice Santa Faustina:
Hoy me despertó
una gran tormenta. El viento estaba en su apogeo, y estaba lloviendo
a cántaros, rayos golpeando una y otra vez. Comencé a orar para que la tormenta no hiciera ningún daño, cuando
escuché las palabras:
“Di la Coronilla que te he enseñado y la tormenta
cesará”.
Comencé inmediatamente a rezar la coronilla y ni siquiera la había terminado cuando la
tormenta de repente cesó y oí las palabras:
“A través de la coronilla obtendrás todo, si lo que
pides es compatible con mi voluntad”
“REZA INCESANTEMENTE ESTA
CORONILLA QUE TE HE ENSEÑADO” ¿Recordamos este pedido de Jesús? No fue ayer que
lo hizo. Jesús nos dijo esta frase, por
medio de Santa Faustina ¡hace ochenta años!
Ochenta años no
es poco tiempo.
Es el lapso de toda una vida. Todo ese período, o por lo menos el que nos atañe
a cada uno de nosotros, nos interpela a hacer obligatoriamente un examen de
conciencia.
“Que los más grandes pecadores pongan su confianza
en Mi misericordia. Ellos más que nadie tienen derecho a confiar en el abismo
de Mi misericordia”.
¿Nos lo
hemos tomado seriamente?
¿O simplemente lo hemos leído y calculando que
somos más o menos cumplidores de la ley de Dios, nos hemos dicho “esto no es para mí”?
¿O tal vez
respiramos aliviados, pensando que, si Jesús está tan bien dispuesto hacia los
mayores pecadores, estará también dispuesto a hacernos un lugarcito
también a nosotros sin que nos esforcemos demasiado?
No debemos olvidarnos que la omisión es también un pecado.
Es nuestra decisión. Podemos poner 80 velitas en
una torta y cantar el “Feliz Cumpleaños”, o podemos tomar en serio este pedido de Jesús y convertirnos nosotros
también en Apóstoles de la Divina Misericordia.
Tenemos dos formas de hacerlo, ambas importantes.
La primera, rezar continuamente la Coronilla entregada por Jesús.
“Reza incesantemente esta coronilla que te he
enseñado…!
Y Jesús nos aclara, por medio de Santa Faustina,
que todo aquel que rece la Coronilla
recibirá grandes gracias.
“Defenderé como Mi propia Gloria a cada alma que
rece esta Coronilla en la hora de la muerte…”
La segunda, es propagar la Devoción a la Divina
Misericordia.
“A las almas que propaguen la devoción a Mi
Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas el
Juez, sino el Salvador Misericordioso”
Escuchémosla mientras estemos levantados o
acostados, en casa o viajando, hagámoslo en homenaje a tan grande y divino
Amor. Hablemos a los demás de tan maravilloso regalo.
“El que no quiera pasar por la puerta de Mi
Misericordia, tendrá que pasar por la de Mi Justicia”.
Fuentes:
- https://books.google.com.uy/books?id=TH7SpCvO260C&pg=PA57&lpg=PA57&dq=la+divina+justicia+es+previa+a+la+Divina+misericordia&source=bl&ots=7H7gctJtLL&sig=6ii0YJ9Ij3-1fQpuFOW35gEfwWY&hl=es&sa=X&ved=0CCAQ6AEwAWoVChMIz5mSxOOGyQIVij0-
- http://divinemercyforamerica.org/
- http://feeds.newadvent.org/~r/bestoftheweb/~3/8Ald7a9cetg/divine-mercy-chaplets-milestone-anniversary
- http://divinemercyforamerica.org/the-chaplet-of-mercy-80th-anniversary-part-2/
- http://forosdelavirgen.org/90752/guerra-espiritual-150321/
- http://forosdelavirgen.org/61012/jesus-murio-a-las-tres-de-la-tarde-y-a-esa-hora-no-rehusa-ningun-pedido-2014-04-18/
Escrito por María de los Ángeles Pizzorno
De Uruguay, Escritora, Ex Secretaria retirada
De Uruguay, Escritora, Ex Secretaria retirada
Foros de la Virgen María
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