El Colegio
Americano de Pediatras publicó un contundente comunicado catalogando
a la ideología transgénero como un abuso infantil.
Y lo complementan diciendo que
la creencia de que una persona es de un sexo que no es, en el mejor de los
casos, es un signo de confusión en el pensamiento.
Advierten además a educadores y legisladores que
una vida de suplantación química y quirúrgica del sexo opuesto es peligroso
para los niños.
La voz de los pediatras se ha empezado oír en medio
de un debate intenso qué tiene por un lado a los padres preocupados y por otro
lado a maestros, administradores, legisladores y defensores de los
transexuales, que están empujando hacia la agenda transexual en escuelas,
gobiernos locales, gobiernos estatales, y gobierno federal.
Es así como están apareciendo una serie de
proyectos de ley de no discriminación, entre ellos el de los baños de sexo
neutro en que pueden entrar hombres que se dicen mujeres en los baños y
vestuarios de mujeres.
La declaración
también subraya que hay trastornos, extremadamente raros, del
desarrollo sexual, como la feminización testicular y la hiperplasia suprarrenal
congénita, que son desviaciones médicamente identificables de la norma binaria
sexual y que se desarrollan cómo trastornos del diseño humano, pero no
constituyen un tercer sexo.
Y explican que la sexualidad humana es un rasgo
biológico binario objetivo; XY y XX son marcadores genéticos de la salud y no
marcadores genéticos de un trastorno.
También informan
que los niños que usan bloqueadores sexuales en la pubertad para suplantar el
sexo opuesto, requerirán hormonas del sexo opuesto en la adolescencia tardía,
que se asocian con riesgos peligrosos para la salud, incluyendo presión
arterial alta, coágulos de sangre, accidentes cerebrovasculares y cáncer.
Y agregan que la tasa de suicidio entre los adultos
que utilizan hormonas del sexo opuesto y se someten a cirugía de cambio de sexo
son 20 veces mayores que en el resto de la población.
También informan que 98% de los niños que están
confundidos respecto a su sexo y el 88% de las niñas, aceptan su sexo biológico
después en forma natural cuando pasa la pubertad.
Por lo tanto quién opta por llevar a los niños a un
cambio de sexo porque están confundidos con su sexo actual, están cometiendo
una forma de abuso infantil.
Finalmente diagnostican que cuando un niño o niña
biológicamente sano cree que es del sexo opuesto, existe un problema
psicológico objetivo que está en la mente y no en el cuerpo, y que debe ser
tratado como una Disforia de Género, qué es un trastorno mental que está
reconocido en la reciente edición del Manual de Diagnóstico y Estadístico de la
Asociación Americana de Psiquiatría, el DSM 5.
Veremos cómo se procesa esta contundente
declaración en el futuro, porque a partir de ahora veremos actuar al lobby
homosexual para torcer la opinión de los Pediatras, como ha sucedido con los
Psiquiatras en el pasado.
Foros de la Virgen María
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