Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela…
Algunas
veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de
que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito, para enseñar
una lección, para descubrir quiénes somos en realidad, para enseñarnos lo que
deseamos alcanzar.
Tú no
sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellas, sabes y
comprendes que afectarán tu vida de una manera profunda.
Algunas
veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en
realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca habrías realizado tu
potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón. Todo pasa por una razón en la
vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte… Enfermedades, heridas, el
amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para
probar los límites de tu alma. Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una
carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a
ningún lugar, plana, cómoda y segura, mas empañada y sin razón.
La gente
que conoces afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas crean
la persona que eres. Inclusive se puede aprender de las malas experiencias. Es
más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.
Si
alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te
ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado
de a quien le abres tu corazón.
Si
alguien te ama, ámalo tu también no porque él o ella te ame, sino porque te han
enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la
vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de
todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de
aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación
con gente con quien no hayas dialogado nunca, escúchalos y presta atención.
Permítete
enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Mantén tu cabeza
en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres
un individuo magnífico y créelo; si no crees en ti mismo nadie más lo hará
tampoco.
Crea tu
propia vida, encuéntrala y luego vívela… No olvides que Dios tiene un plan
maravilloso para cada uno de nosotros, y debemos aprender a descubrirlo.
Zaida Habib
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