"Impondrán las manos a los
enfermos y quedarán sanos."
Hoy es la festividad de la Conversión de
Pablo. Algunos le achacan a Pablo que, al no conocera al Jesús humano, aino al
Cristo Resucitado, su predicación contribuyó a teologizar el cristianismo, a
dar más valor a los ritos que a la ética de la bodad y la honradez. Pero es
gracias a Pablo que el cristianismo se hizo universal y no se quedó en una
secta judaica.
El evangelio nos presenta los efectos de
la Fe. Si somos verdaderos creyentes haremos lo mismo que hacía Jesús:
preocuparnos por la salvación de los hombres. Los sacaremos de la enfermedad.
Eso exige una Fe auténtica como la de Pablo, que exclamó: "Para mí vivir
es Cristo".
Enviat per Joan Josep Tamburini
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