"Cuando ya los
sabios se habían ido, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo:
- Levántate, toma
al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise,
porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
José se levantó, tomó
al niño y a su madre y salió de noche con ellos camino de Egipto, donde
estuvieron hasta que murió Herodes. Esto sucedió para que se cumpliese lo que
el Señor había dicho por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Al darse cuenta
Herodes de que aquellos sabios de Oriente le habían burlado, se enfureció; y
calculando el tiempo por lo que ellos habían dicho, mandó matar a todos los
niños menores de dos años que vivían en Belén y sus alrededores. Así se cumplió
lo que había dicho el profeta Jeremías:
- Se oyó una voz en Ramá, llantos y
grandes lamentos.
Era Raquel, que lloraba a sus hijos y
no quería ser consolada porque ya estaban muertos."
La historia se repite. Hoy también,
miles de familias deben de huir de la muerte y la violencia. Jesús huye con
cada una de estas familias. Pero junto a nosotros también encontramos familias
que deben abandonar su casa, que sufren desahucios. Niños que han de separarse
de sus padres por pobreza extrema o malos tratos e ingresar en centros de
acogida. Jesús es cada uno de ellos.
Jesús pudo venir al mundo en una familia estable, rica. Sin embargo Jesús se hace hombre entre los más pobres.
Dios no es una idea. Dios se hace hombre en cada persona que sufre, que huye, que es perseguida, que tiene hambre, que está enferma... ¿Cuánto tiempo tardaremos en comprenderlo?
Jesús pudo venir al mundo en una familia estable, rica. Sin embargo Jesús se hace hombre entre los más pobres.
Dios no es una idea. Dios se hace hombre en cada persona que sufre, que huye, que es perseguida, que tiene hambre, que está enferma... ¿Cuánto tiempo tardaremos en comprenderlo?
Enviat per Joan Josep Tamburini
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