"En aquel tiempo Jesús les
preguntó:
- ¿Qué os parece? Un hombre que tenía
dos hijos le dijo a uno de ellos: Hijo, ve hoy a trabajar a la viña. El hijo le
contestó: ¡No quiero ir!, pero luego cambió de parecer y fue. Luego el padre se
dirigió al otro y le dijo lo mismo. Este contestó: Sí, señor, iré, pero no fue.
¿Cuál de los dos hizo lo que el padre quería?"
Jesús nos está diciendo, que lo
importante no son las palabras, sino los hechos. Ser sus discípulos no es
quedarnos en casa, sino ir a la viña, ir a la misión. Ir a las periferias, que
nos dirá hoy el Papa Francisco. La viña son las personas que nos necesitan. La
viña son los abandonados, los pobres, los enfermos, los emigrantes. Un día,
dijimos sí al Señor; pero ese sí hay que renovarlo, hay que hacerlo real cada
día. Dios no quiere cristianos de boca, sino cristianos que realmente se
entreguen por Él a los demás. Cristianos que luchen realmente por el Reino.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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