¿Para qué Dios me manda esto?
Todos pasamos por momentos en
nuestra vida en que las cosas se nos trancan, nos suceden situaciones dolorosas
y nos cuesta recomponernos.
Y nos preguntamos por qué Dios
permite esto, cuando en realidad la pregunta debería ser para que Dios permite
esto.
Estos son momentos clave para
examinar nuestra vida y aprovechar el momento para re encauzarla.
LOS BACHES DE NUESTRA VIDA
Hay
baches en la vida que nosotros encontramos en algún tramo de la vida. ¿Sabes lo que significa un
bache? Un bache es un agujero, un pozo, un defecto en la carretera, un revés. Algo que nos detiene. Algo que
puede causar daños.
También puede hacernos cambiar nuestro camino – y ese puede ser el punto.
¿Nos dirigimos por el camino a
Dios – a la gloria – o por el camino del mundo?
Los caminos del mundo pueden
parecer suaves al principio, pero están llenos de peligros ocultos.
Cada vez que llegamos a la rutina, tenemos que asegurarnos de que no nos
hemos desviado nuestro papel – del plan de Dios, de nuestra misión. No es la gloria de este mundo
(el poder, el placer y la popularidad, el ensimismamiento, el orgullo y la
glotonería) sino que es el resplandor auténtico y la gloria del Cielo.
Recuerda que satanás es “el príncipe de este mundo” y te
seducirá, como él hace, él
te ciega, no podrás ver lo que viene. Él es la “oscuridad brillando”.
¿POR QUÉ LLEGAMOS A BACHES?
A veces, por errores. A
menudo, por el pecado. También,
porque Dios está tratando de detenernos
y nos hace pensar, está tratando de reorientarnos, está tratando de empujarnos
hacia un camino diferente.
Llegamos
a una carretera de baches cuando ésta no está siendo mantenida o nosotros nos
hemos desviado o hemos sido distraídos (de lo que es más importante en la vida) y no prestamos atención.
Cuanto
más baches, más nos vamos a golpear, aunque el diablo te otorgue un cúmulo de lujurias en el camino.
Toma el tiempo para pensar en los “baches” en tu vida, cuando ocurrieron, y lo que pueden
haber significado.
Más importante aún, mira lo que ellos indican. Baches
grandes. Baches pequeños. Medianos. Problemas cotidianos. A veces, enfermedad.
A veces, una trampa.
DIOS NOS FRENA CON LOS BACHES
Nunca es agradable estar yendo bien y de repente sentir que un neumático
choca contra algo que no está destinado a estar allí. No lo viste venir. O
bien, no podías desviarte. Ellos son lo peor cuando nos estamos moviendo demasiado rápido o nuestros
ojos están vagando.
Y cuando nos estamos moviendo demasiado rápido, no nos detenemos a pensar en por qué ocurrieron y por lo tanto con
demasiada frecuencia nos dirigimos a otros aún más grandes (o retornamos
y otra vez hacemos lo mismo).
Piensa en esto también: cómo pequeños baches en tu vida pueden haber precedido a los grandes
baches. Si no son baches, golpes. A
veces, hay un precipicio. Durante un tiempo, no será posible que sigas
adelante. Pudo haber sido causado por un “neumático” desinflado.
Eso podría haber sido un punto de Dios: para pararte en tu ruta y hacer que vuelvas a evaluar
dónde estabas y dónde te dirigías.
Los baches nos ponen en la “trilla” para separar la paja – las ramas y
las cosas malas – del trigo (para que evitemos el purgatorio) Dios no nos juzga por nuestros problemas,
sino por cómo respondemos a ellos.
Podría ser una cuenta más grande de lo que esperábamos. Podría ser una
factura que no podemos pagar. Podría ser la venta de la casa que se cae
(que podría ser una más grande). Y podría ser algo serio como un divorcio o la
pérdida de un ser querido o la amenaza de una dolencia. A menudo, los pequeños baches (cuando no se
tratan) se convierten en grandes.
CORRIGE TU CAMINO Y EJERCITA
EL OPTIMISMO
Puede que no seas capaz de ver a través de un agujero profundo, pero recuerda: más allá está el trabajo adecuado, la casa correcta, el cónyuge correcto. Renunciar al reino del mundo y convertirnos de
nuevo a Dios.
Evita
la autocrítica feroz, juzgar a los demás, y tratar de controlar todo en su vida y las vidas de
quienes le rodean.
Si te frustras porque las
cosas no van como tu quieres, sólo te preparas para la negatividad, que es una
manera de permitir a los demonios invadir tu espacio.
Tú no tienes control sobre todas las cosas que te suceden, pero tienes
el control total sobre cómo responder a ellas. Toma toda esa energía desperdiciada en tratar de forzar la vida para
adaptarse a tu percepción de cómo debería ser, y canalízala en lugar de hacer
frente a lo que la vida te trae.
UN EX OCULTISTA Y AHORA
CRISTIANO LLAMADO GREG GRIFFIN
Él dice,
Muchas personas vienen a la fe en Cristo y algunos creen que una varita mágica se posará sobre
ellos y todo estará bien. Pero la genuina sanación no funciona de esa
manera.
Cuando salí de lo oculto entonces realmente encontré a Jesús a la edad
de cuarenta años. He
experimentado una temporada de pruebas, quebrantamientos, y remodelaciones de
Dios. Yo pasé por algunos de los momentos más dolorosos que he tenido en mi vida,
pero he encontrado esta verdad en el camino: a satanás le gusta
hacernos daño, el quiere matarnos, robarnos y destruirnos.
Pero cuando Dios nos quebranta,
es para nuestro propio bien. Dios tiene que sacar toda la escoria y el mal de
nosotros. El proceso no es agradable, por cierto, pero Él nos permite que pasar por ese tipo de dificultades,
porque Él sabe que nos bendecirán.
EL CREDO DEL OPTIMISTA
Me
prometo a mí mismo:
*Ser tan
fuerte, que nada pueda perturbar mi paz interior.
*Hablar de
salud, felicidad y prosperidad a toda persona con la que me encuentro.
*Hacer
sentir a mis amigos que hay algo maravillosos en cada uno de ellos.
*Mirar el
lado bueno de todas las cosas y asi hacer de mi optimismo una realidad.
*Pensar solo
en lo mejor, trabajar solo por lo mejor y esperar solo lo mejor.
*Ser tan
entusiasta por el éxito de los demás, como lo soy con el mío.
*Olvidar los
errores del pasado y continuar hacia los grandes logros del futuro.
*Tener un
semblante alegre en todo momento y regalarle una sonrisa a cada ser vivo que
conozca.
*Dedicar
tanto tiempo a mejorarme a mí mismo, que no me dé tiempo de criticar a los
demás.
*Ser
demasiado grande para la preocupación, demasiado noble para la rabia, demasiado
fuerte para el miedo y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas.
Foros de la
Virgen María
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