Si sientes que tu vida
está lejos de tierra firme, sin seguridad, ni estabilidad, es porque estás a
punto de tener un encuentro sin precedente con el Señor. Verás a Jesús caminar
por encima de tu tormenta hasta detener la tempestad.
En Mateo 14:24 dice: “Mientras tanto, los discípulos se
encontraban en problemas lejos de tierra firme, ya que se había levantado un
fuerte viento y luchaban contra grandes olas”.
Estar lejos de tierra firme, simboliza esas etapas de nuestra
vida donde parece que nada nos sale bien, cuando la soledad nos abruma, la
confusión nos asalta, la frustración parece abalanzarse sobre nosotros; y por
el contrario, la tierra firme, es el lugar de la estabilidad emocional, de la
plenitud, de la prosperidad; el lugar de nuestra tierra prometida. Pero estar
lejos de ella nos produce desorientación y desesperanza. Los discípulos no sólo
estaban lejos de su tierra firme, sino también con un fuerte viento, luchando
con grandes olas. Ésto último simboliza la fuerte oposición, momentos de
opresión espiritual que nos afligen. Pero el Señor te está vigilando mientras
permaneces solo en las aguas turbulentas, para que cuando Él haga aparición
quede grabado en tu alma y tu fe pase a otro nivel. Jesús caminará hacia ti por
encima de las grandes olas y en contra de los vientos, nada lo podrá detener. Y
cuando suba a tu barca, la tormenta dejará de existir. El momento más oscuro,
es solo un instante antes de que comience el amanecer.
Hagamos esta oración:
“Dios Padre gracias porque sabes exactamente lo que estoy
viviendo, sé que estás mirando mi situación. Te pido que camines hacia mi sobre
las aguas, te subas a mi barca, y se detenga la tormenta, lo pido y declaro en
el nombre de Jesús, amén”
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