"Todos los que el Padre me da
vienen a mí, y a los que vienen a mí no los echaré fuera. Porque no he venido
del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi
Padre, que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no
pierda a ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite el día último. Porque
la voluntad de mi Padre es que todo aquel que ve al Hijo de Dios y cree en
él, tenga vida eterna, y yo le resucitaré en el día último."
Hoy celebramos la Festividad de los Fieles
Difuntos. El evangelio nos recuerda, que no es una festividad de tristeza,
sino de esperanza. Jesús nos dice que Él no pierde a ninguno de los suyos.
Todo aquél que ve al Hijo de Dios y cree en Él, tiene la vida eterna. Y como
nos dice varias veces el evangelio, todo aquél que vive por el hombre, vive
por Jesús. Porque en este mundo el hambriento, el necesitado el perseguido,
el otro es Jesús.
Hoy recordamos las personas que hemos perdido, que añoramos. Pero debemos estar convencidos de que todos ellos están con Jesús, nos aman e interceden por nosotros desde la eternidad. Todo aquél que ama a los demás, a quien ama es a Jesús, aunque no lo sepa. Y Él no lo abandonará. |
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