VATICANO, 10 Oct. 15 / 06:21 am (ACI).- El Arzobispo de
Corfú, Zante y Cefalonia (Grecia), Mons. Ioannis Spiteris, tuvo a su cargo la
homilía de hora tercia en la oración esta mañana en el Sínodo de los Obispos en
la que también participó el Papa.
En su meditación sobre un pasaje de la Biblia del libro de Samuel
sobre el hecho que la obediencia y la docilidad son más importantes que los
sacrificios en la vida
del cristiano, el Prelado explicó que “a lo largo de la
historia de la Iglesia,
con el testimonio de los santos, esta afirmación ha dado y sigue dando luces”.
La santidad, “que es la comunión con Dios amor y
que se expresa en el esfuerzo de vivir con amor los propios esfuerzos humanos y
cristianos, no consiste en el primado del sacrificio, del culto externo y sin
alma’, sino “en la amorosa obediencia a
Dios, poniendo en práctica su mandamiento por excelencia que es el amor
mutuo”.
“Así, puede
ser un engaño fatal querer a toda cosa imponerse sacrificios exorbitantes,
no tanto para hacer más serena y buena la propia vida y la de otros, o para
parecer más valientes o más santos que los otros y –como el fariseo de la
parábola– mostrar los propios méritos para despreciar al otro considerado
publicano pecador”.
Para el Prelado, “el fariseísmo, imperante en los tiempos de Jesús, está siempre listo para
reaparecer allí donde no hay suficiente escucha de la Palabra para
acogerla con alegría y ponerla en práctica”.
Para concluir, el Arzobispo griego hizo votos para que “cada uno de nosotros –sacrificando dentro de sí la
escucha de tantas voces que nos llevan a buscar la salvación en nuestras buenas
obras, acallando de ese modo la voz del Señor que nos invita a la amorosa
comunión con Él– pueda confiarse a Él que todo lo puede y que tiene continuamente abiertos los
brazos para acogernos”.
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