El Señor prepara tu
estima para poder recibir grandes cosas y permanecer humilde. Fuiste creado
para ser como Jesús y expresar su amor al mundo, para eso, necesitamos
experimentar que Dios es quien premia a los que creen con sencillez de corazón.
En Romanos 12:3 dice: “Por la gracia que se me ha dado, les
digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe
tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe
que Dios le haya dado”.
Siempre parece que hay algo que nos falta alcanzar, algo en
lo cual necesitamos que Dios nos ayude, porque de lo contrario, no podemos
alcanzar la máxima victoria. El Señor nos muestra por medio de las
circunstancias que necesitamos de él. Nuestro ego es muy susceptible a
rápidamente sentirse superior o arrogante. Por eso muchos no pueden recibir
grandes bendiciones, porque los haría creerse que por su propia fuerza o
capacidad las cosas les suceden, cuando la biblia nos enseña que nada podemos
recibir, a menos que Dios lo permita. Si quieres alcanzar grandes cosas,
primero, el Señor, te enseñará a depender de Él, y eso te dejará una marca en
tu corazón para que conozcas completamente que Él es el Dios de toda la tierra,
y a quién quiere promueve y quien quiere humilla. En el evangelio de Juan 3:27 dice: “Respondió Juan y
dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo”.
Hagamos juntos esta
oración:
“Padre hoy me humillo delante de tu presencia y confieso que
eres quién levanta y quién humilla. Reconozco que soy tu creación y todo lo
bueno que recibo procede de ti. Prepara mi corazón para poder recibir grandes
cosas, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén”
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