VATICANO, 06 Oct. 15 /
05:43 am (ACI).- En la homilía de la Misa que presidió esta
mañana en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside, el Papa Francisco
reflexionó sobre la importancia de vencer la rigidez y la testarudez para abrir
el corazón a la misericordia de Dios.
Antes de dirigirse a las sesiones del Sínodo, el Santo Padre celebró la
Eucaristía en la que meditó en la primera lectura, tomada del libro de Jonás,
sobre la ciudad de Nínive que se convirtió gracias a la predicación del
profeta.
Jonás no comprende la misericordia del Señor y le reclama. Su historia,
explica el Pontífice, puede comprenderse en tres capítulos: el primero “es la resistencia a la misión que el Señor le confía”, el
segundo “es la obediencia y cuando se obedece se
hacen milagros. La obediencia a la voluntad de Dios y Nínive se convierte”
y el tercero es “la resistencia a la misericordia
de Dios”.
Francisco dijo luego que Jonás se rebela a Dios: “esas palabras, ‘Señor, ¿no era tal vez esto que decía cuando estaba
en mi país? Porque tú eres un Dios misericordioso y piadoso’ y yo he hecho todo
el trabajo de predicar, he hecho mi labor bien hecha, ¿y tú los perdonas? Es el
corazón con aquella dureza que no deja entrar la misericordia de Dios. Es más
importante mi prédica, son más importantes mis pensamientos, es más importante
todo ese elenco de mandamientos que debo observar, todo, todo, todo, (es más
importante) que la misericordia de Dios”.
“Y este drama también Jesús lo ha vivido con los
doctores de la ley que no entendían por qué él no dejó lapidar a la mujer
adúltera, como Él cenaba con los publicanos y pecadores: no entendían. No
entendían la misericordia. ‘Tú eres misericordioso y piadoso’”. En el salmo de hoy, dice el Papa, se alienta a “esperar
al Señor porque con el Señor está la misericordia y grande es con Él la
redención”.
El Papa destacó luego que “donde está el
Señor está la misericordia. Y San Ambrosio añadía: ‘y donde está la rigidez
están sus ministros’. La testarudez que desafía a la misión, que desafía la
misericordia”.
“Cercanos al Año de la Misericordia, recemos al Señor para que nos haga
entender su corazón, lo que significa la ‘misericordia’, lo que quiere decir
cuando Él dice: ‘¡misericordia quiero y no sacrificio! Y por esto, en la
oración colecta de la Misa hemos rezado con aquella frase muy bella: ‘infunde
en nosotros tu misericordia’ porque solo se entiende la misericordia de Dios
cuando se derrama sobre nosotros, sobre nuestros pecados, sobre nuestras
miserias”, concluyó
el Papa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario