"¡Ay también de vosotros, maestros
de la ley!, que cargáis a los demás con cargas insoportables y vosotros ni
siquiera con un dedo queréis tocarlas."
Ayer uní el evangelio de ayer con el de hoy, ya que
son una sola pieza. Ayer nos fijábamos en las apariencias. Hoy podemos fijarnos
en la ley. Cuando se comenta este texto, se suele recordar que los maestros de
la ley habían añadido más de seiscientos preceptos. Pero olvidamos que el
Código del Derecho Canónico de la Iglesia, tiene 1752 cánones o preceptos.
La ley es necesaria, ciertamente; pero la ley
siempre ha de estar al servicio de la justicia. La ley tiene sentido cuando
sirve para defender al débil de la explotación del más fuerte. Una ley que
sirve para controlar, dominar, tener al pueblo sumiso, es una ley injusta y
debe ser desobedecida. Por encima de la ley está la justicia y la conciencia. Y
en el caso de la religión, el amor está por encima de la ley y de la doctrina.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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