Ha sido uno de los
pronunciamientos más contundentes dentro del aula sinodal. El Papa Francisco
invitó a hablar con parresía y así lo ha hecho este valiente arzobispo de
Kazajistán. Sus palabras sonaron claras y directas el 10 de octubre de 2015. En
las síntesis ofrecida por la sala de prensa de la Santa Sede parece que no
tuvieron conocimiento del hecho porque no obtuvo espacio (algo análogo ha pasado
con la intervención de un matrimonio auditor del Camino
Neocatecumenal y su radical posicionamiento al magisterio de la Iglesia).
Dado que los obispos son libres
de publicar por su cuenta sus intervenciones, The Voice of the Family obtuvo el permiso de Mons. Peta para publicar su
intervención. El blog Secretum Meum Mihi lo ha traducido al español y a continuación lo
ofrecemos.
***
El beato Pablo VI dijo en 1972:
"A través de alguna grieta ha
entrado el humo de Satanás en el templo de Dios"
Estoy convencido de que estas eran
palabras proféticas del santo Papa, el autor de "Humanae vitae".
Durante el Sínodo del año pasado, "el humo de Satanás" estaba
tratando de entrar al aula Pablo VI.
A saber:
1. La propuesta de admitir a la Sagrada
Comunión a los que están divorciados y viviendo en nuevas uniones civiles;
2. La afirmación de que la cohabitación es una unión que puede tener en sí misma algunos valores;
3. Abogar por la homosexualidad como algo que es pretendidamente normal.
2. La afirmación de que la cohabitación es una unión que puede tener en sí misma algunos valores;
3. Abogar por la homosexualidad como algo que es pretendidamente normal.
Algunos padres sinodales no han entendido
correctamente el llamado del Papa Francisco por una discusión abierta y
comenzaron a proponer ideas que contradicen la tradición bimilenaria de la
Iglesia, arraigada en la Palabra Eterna de Dios. Infortunadamente, uno todavía
puede percibir el olor de este "humo infernal" en algunos puntos del
Instrumentum laboris, y también en las intervenciones de algunos padres
sinodales este año.
A mi juicio, la principal tarea de un
Sínodo consiste en señalar una vez más el Evangelio del matrimonio y de la
familia y eso significa la enseñanza de nuestro Salvador. No está permitido destruir
el fundamento, destruir la roca.
Que el Espíritu Santo, que siempre gana
en la Iglesia, nos ilumine a todos nosotros en la búsqueda del verdadero bien para
las familias y para el mundo.
María, Madre de la Iglesia, ¡ruega por
nosotros!
Tomash
Peta, arzobispo de Astana
Jorge Enrique Mújica, LC
No hay comentarios:
Publicar un comentario