Hay cosas que dan que pensar.
Cuando Dios habla, Dios usa medios serios, medios dignos. Pero, de vez en
cuando, hay cosas que me descolocan un poco. Por ejemplo, el verano anterior al
cónclave de 2013 que eligió al Papa Francisco, estuvimos escuchando durante
meses, casi como un mantra, la canción Papa Americano:
Otra coincidencia, en el 2011 se
estrenó una pésima película titulada Habemus Papama cerca de un Papa sencillo, humilde y nada
tradicional. La película no vale un pimiento. Lo gracioso es que cuando se ve
al actor de perfil y más bien desde atrás, parece estar viendo al Papa
Francisco. Yo volví a ver la película (lo cual fue una penitencia) sólo para
ver si se parecía el actor al Papa actual. Y sí, se parecía.
Más cosas curiosas. Hay algunos
leves puntos de coincidencia entre Karol Wojtyla y esa fallida película
titulada Las sandalias del pescador. Fallida porque más que un guión tiene un collage de
veinte cosas.
Más curiosidades, Juan XXIII en
las fotos de joven, cuando era capellán militar, el parecido de su cara con el
de Mussolini es clarísimo. Del mismo modo que el parecido de la cara del Cura
de Ars con Voltaire, también llamó la atención de sus contemporáneos.
¿Qué significa todo esto? Sólo lo puedo entender como una muestra más de
que Dios tiene un cierto sentido del humor.
P. FORTEA
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