miércoles, 9 de septiembre de 2015

ASTRONOMÍA SAGRADA



Uno puede estar de acuerdo o disentir con Yagüe, pero debemos admitir que sus hipótesis son originales, sus razonamientos son profundos y la información que maneja es abundante.

Foros de la Virgen María no se expide sobre la certeza de que la hipótesis de Yagüe se materialice, sino simplemente vehiculiza, de una manera didáctica, la ponencia de Yagüe, porque es poco conocida por su aridez argumental.

PRIMERO VEAMOS QUE DEBEMOS ENTENDER POR PASIÓN DE CRISTO.

QUE SE ENTIENDE POR PASIÓN DE CRISTO

La Pasión de Cristo comprende los episodios del último día de la vida de Jesús, o sea entre la última cena con sus discípulos, y su crucifixión y muerte; a veces también engloba su resurrección al tercer día; y otras veces incluye toda la semana santa.

El período que tradicionalmente se llama Pasión de Cristo, incluye los siguientes sufrimientos de Cristo:

·         traición de Judas Iscariote

·         negación de San Pedro

·         la oración del huerto, que incluye a los apóstoles que duermen y lo dejan solo en el Huerto de los Olivos

·         su prendimiento con el “beso de Judas” y la renuncia a que sus discípulos le defendieran

·         su periplo judicial entre Anás, Caifás, Pilatos y Herodes, incluyendo los interrogatorios

·         las burlas y flagelación en la columna

·         la coronación de espinas

·         la presentación a la multitud (Ecce Homo)

·         la alternativa presentada a la elección popular (salvar a Cristo o a Barrabás)

·         su condena a muerte con el “lavado de manos” de Pilatos

·         el Via Crucis cargando la cruz, incluyendo las varias caídas, la ayuda de Simón de Cirene, la Verónica que le seca el rostro, la presencia de su madre, con las mujeres de Jerusalén

·         el expolio (es despojado de sus ropas y se las reparten),

·         la crucifixión entre dos ladrones (Dimas y Gestas)

·         Jesús que expira (y se rasga el velo del templo)

·         la lanza (de Longinos) que atraviesa su costado y sale sangre y agua

¿CUANTO DURARÁ LA PASÍON DE LA IGLESIA?

La vida de una persona no es la misma que la de una institución, por lo que surge la primera pregunta ¿cuánto durará la Pasión de la Iglesia?

Yagüe aclara que las 24 hrs. de la Pasión de Jesús, que culminará en su Crucifixión y Muerte, equivalen, según la Astronomía Sagrada, a “un” tiempo de la Pasión de la Iglesia.

Un tiempo es un año lunar, el cual se forma con 12 lunaciones, que juntas suman un total de 354 días. Para estudiar el desarrollo de las hipótesis que presenta, utiliza tres vertientes: las Sagradas Escrituras, las Apariciones y la Astronomía Sagrada.

UN RELOJ QUE JUNTA 20 SIGLOS

Yagüe construye un reloj con estos dos tiempos, el de la Pasión de Nuestro Señor y el de la Pasión de la Iglesia. Lo que vivió Jesús (el Esposo) en los siete días de la Semana Santa, la Iglesia (la Esposa) lo vivirá en una semana también, pero de años.

El Evangelio tiene abundantes precisiones sobre las últimas 24 hrs de nuestro Señor. Es necesario, antes de ir al análisis, realizar algunas precisiones temporales. Yagüe hace, entonces, un cálculo para saber, a cuántos días equivale, en la Pasión de la Iglesia, una hora de la Pasión de Nuestro Señor. Este cálculo le da: Según la hipótesis del Patrón Profético: 1 hora de la Pasión del Señor equivale a 14.75 días de la Pasión de la Iglesia. Pero este patrón profético debe ajustarse al máximo, dado que los tiempos no son los mismos y para eso, se debe ajustar la hora solar media de amanecer y ocaso en los equinoccios de Jerusalén que, para el Año 33 serían las 5:40 y 17:40 horas respectivamente.

Esas son las horas solares de amanecer y atardecer sobre las que Yagüe apoyará las horas de la Pasión de la Iglesia, elaborando para ello un resumen paralelo de los hechos de la Pasión de Jesucristo enfrentándolo a fechas de la Pasión de la Iglesia.

Pero podríamos preguntarnos ¿en qué fecha comenzamos a contar para saber cuándo comienza la Pasión de la Iglesia?

Yagüe ya ha encontrado, como vimos en un trabajo anterior, que tanto la Astronomía Sagrada como los Patrones Proféticos señalan como fecha final para estos últimos tiempos, la del 21 de diciembre de 2020.

¿LA IGLESIA SE ENFRENTARÁ A SU MUERTE? ¿CUÁNDO?

La Muerte de la Iglesia, vendría a comenzar tres tiempos y medio antes de esa fecha, o sea, cuando se coloque la Abominación de la Desolación en el templo, fecha que Yagüe ajustó en el 31 de julio de 2017, comenzando a contar hacia atrás a partir de la misma.

Eso lo lleva al año 2012 como el correspondiente al Domingo de Ramos de la Pasión de la Iglesia. Por esto debemos establecer que 1 HORA de lo que sucedió en el año 33 en Jerusalén corresponde a 14,75 días del tiempo de la Iglesia; lo que fueron DOCE HORAS en el tiempo de Jerusalén, equivale a 177 DÍAS del tiempo de la Iglesia.

Por ejemplo:

Tiempo de la Pasión de Jesús: Año 33; Amanecer + 12 horas = Anochecer
.
Tiempo de la Pasión de la Iglesia: Año 2012; Amanecer + 177 días = Anochecer

Si tomamos un día cualquiera, por ejemplo el Domingo de Ramos en el año 33, vemos que amaneció a las 5:40 y anocheció 12 horas después, a las 17:40 hrs.

Al trasladar esto al año 2012 en la Pasión de la Iglesia y aplicando el mismo Patrón Profético, el Domingo de Ramos debía caer en 1º de abril de 2012 (cosa que increíblemente ocurrió en la realidad, porque el Domingo de Ramos de 2012 fue, efectivamente el 1º de abril).

Eso fue así, en lo que tiene relación con el amanecer de ese Domingo, y el anochecer del Domingo de Ramos del año 33 cayó, el 24 de setiembre de 2012 en el Tiempo de la Iglesia (o sea 177 días después).

Hasta aquí la explicación de los tiempos que maneja Yagüe en su hipótesis de la Pasión de la Iglesia. A partir de ahora, nos embarcará en el razonamiento que lo lleva a formular la hipótesis central.

CENA EN BETANIA – ENTRADA EN JERUSALÉN

Para sustentar su hipótesis, Yagüe se remonta hasta el sábado previo al primer Domingo de Ramos, en el que se celebra una Cena en Betania.

Tanto los Evangelistas Mateo como Marcos dicen que esta cena fue en casa de Simón el Zelote, un discípulo de Jesús que había sido leproso y al que Jesús había curado. Juan, en cambio, cuenta que la cena fue en casa de Lázaro y María Valtorta en sus cuadernos lo confirma y describe con lujo de detalles esa Cena, en la que María la hermana de Lázaro derramó un valiosísimo ungüento a los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Esa fue la última cena antes de la llegada a Jerusalén. Después vendría la Última Cena de Jesús antes de Su Pasión y Muerte.

JESUS EN JERUSALÉN – BENEDICTO XVI Y FRANCISCO EN LA IGLESIA

Yagüe hace un Resumen sintético de los sucesos en Jerusalén, año 33 y los equivalentes dentro de la Iglesia desde el año 2011 hasta el 2021.

Este es lo central de Yagüe, porque establece que estamos ya cerca – en términos de la astronomía sagrada –de los sucesos de la Última Cena que del jueves santo del año 33 en Jerusalén.

Como vemos, luego de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, figuran tres días de predicación en el Templo, que son lunes, martes y miércoles de la Semana previa a la Pascua, los cuales corresponderían a los años 2013 (año en que se retiró Benedicto XVI y asumió Francisco), 2014 y 2015.

Esa predicación de Jesús en Su última visita a Jerusalén no es analizada por Yagüe, pero como forma parte muy importante de los Evangelios, nos parece bien hacer una lista de lo que predicó Jesús en esos días.

Entre ellos, figuran las Parábolas de los dos hijos que el padre mandó a la viña, los labradores malvados, la fiesta de bodas, las diez vírgenes y los talentos. También están los siete “ayes” de Jesús (¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas!), el Juicio de las Naciones, el llanto de Jesús por Jerusalén, las profecías sobre el fin de los tiempos y el anuncio del regreso del Hijo del Hombre en la gloria.

Es en esta oportunidad en la cual Jesús y los fariseos y doctores de la ley se enfrentan de forma total y absoluta y eso anuncia la conspiración para matarlo.

JUEVES SANTO: UN DÍA ANTES DE LA CENA PASCUAL

Dado que los años anteriores al 2015 son historia ya, hemos preferido comenzar con el 2016, que vendría a ser, según el patrón profético, el Jueves Santo, o sea un día antes de la Cena de Pascua. Este sería el resumen: aparecen las horas del día anterior a la Pascua del año 33, que corresponden a los meses del año 2016.

Yagüe cita los Evangelios, especialmente el capítulo 12 de Juan, donde se menciona a unos griegos que querían ver a Jesús y acuden para eso a Felipe, que a su vez va con Andrés y ambos al Señor. “Jesús les respondió, diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Ya le he glorificado, y de nuevo le glorificaré”

CENA, HUERTO, BESO Y…

En la hipótesis de Yagüe, esto habría ocurrido más o menos entre las 8 y las 11 de la mañana del jueves santo del año 33. Más tarde, entre las 17 y las 19, transcurrió la Última Cena.

Luego de la Cena, con todo lo importante que en ella transcurrió, Jesús se fue al Huerto, donde soportó una terrible agonía espiritual. Fue en el Huerto donde tres de los Apóstoles (los mismos que lo habían acompañado en su Transfiguración) no pudieron velar y Él los encontró dormidos varias veces.

También fue a ese lugar donde acudieron los soldados del Templo a prenderle. Allí se consumó la traición de Judas y el arresto de Jesús, que fue llevado ya en la madrugada del mismo día de la Pascua, sucesivamente a casa de Anás y a la de su yerno Caifás, el Sumo Sacerdote.

A todas estas horas y sucesos de la Pasión de Nuestro Señor, Yagüe coloca, según su interpretación, las correspondientes fechas en nuestro tiempo. Como se puede ver en el Cuadro superior los preparativos para la Última Cena coincidirían con la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, que tendrá lugar entre el 21 de julio y el 1º de agosto de 2016.

Durante el transcurso de la Cena Yagüe discurre que en agosto podría producirse la invasión de Gog en Europa. Sabemos por trabajos anteriores, que Yagüe opina que dicha invasión será llevada a cabo por fuerzas ruso-árabes.

Especula que, tal como hubo un tiempo en el Huerto para que Jesús hablase con sus discípulos, así también podría haber algún tiempo, para celebrar en octubre un Sínodo ordinario, antes de que la invasión llegue a Roma. Un tiempo después se produciría la huida de los dos Papas de Roma.

La presentación de Jesús atado, frente a Anás y Caifás, correspondería en nuestro tiempo al Aviso, que Yagüe marcó para el 13 de noviembre, o sea cinco meses antes del Gran Milagro.

El Sumo Sacerdote le dijo: “Yo te conjuro, por Dios vivo que me digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios”. Dícele Jesús “Sí, tú lo has dicho. Y yo os declaro que a partir de ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Padre y venir sobre las nubes del cielo”. Mat. 26:62-64. Esta terrible frase con la que Caifás quiere obligarlo a reconocerse como Hijo de Dios, logra que Jesús no sólo firme Su sentencia de muerte sino que profetice Su Gloriosa Segunda Venida.

AVISO Y SEGUNDA VENIDA

Yagüe sugiere la hipótesis que en nuestro tiempo estaremos viviendo dos circunstancias simultáneas y conflictivas: una de índole exterior, como un vuelco de la Tierra, y la otra interior: el Aviso (la Iluminación interior), con lo que se cumpliría la profecía de que estaríamos viendo a Cristo, sentado a la derecha del Padre, interpelando nuestra alma ante la Luz de Su gloria.

En este punto, ya son las 24 horas y como vimos, en Jerusalén desde las 17:40 ya han entrado en la madrugada del día de Pascua propiamente dicho. Para nosotros es ya noviembre de 2016.

Yagüe no señala ningún elemento que sea equivalente, dentro de la Pasión de Cristo a la catástrofe que supondrá un vuelco de la Tierra y que él describe en alguno de sus videos, como el de la Onda de Marea Global, que significará el hundimiento en el mar de casi todas las poblaciones costeras.

VIERNES SANTO: LLEGA A SU CULMEN LA PASIÓN

En su análisis el año 2017 es correspondiente al mismo día de la Pascua de Nuestro Señor.

Madrugada del día de la Pascua: Acá Yagüe hace un relato de lo que dicen los Evangelios sobre la Pasión de Nuestro Señor:

·         Su presencia ante Pilatos, cómo éste al no encontrarle culpa intenta cambiarlo por otro preso.

·         La turba, mal guiada por los jefes del Templo elige a Barrabás.

·         Al no salirle la jugada, Pilatos lo manda azotar, con la intención de presentarlo herido frente a sus acusadores con el fin de que se apiaden de

·         Él. Tampoco esto le sale y después de lavarse las manos, ordena Su Crucifixión.

Comienza penosamente el Camino del Calvario, según los cálculos de Yagüe a eso de las 10 de la mañana. Esa hora correspondería, en nuestros días, a la fecha del Milagro (que vendrá luego del Aviso), el 13 de abril de 2017.

Una vez llegado entre estertores al Monte Calvario, Jesús es crucificado a la hora sexta (las 12 del mediodía), y a las 12:08 se celebraría en nuestro tiempo, el Bicentenario de Fátima, en el que la Santísima Virgen les pide a los pastorcitos orar mucho y hacer penitencia por los pecadores.

Esto estaría en coincidencia con el ruego de Jesús al Padre, “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”.

Yagüe hace un parangón entre el milagro del sol en Fátima y el oscurecimiento del sol en Jerusalén (que duró hasta la hora en que murió Jesús, la hora novena).

Siempre según sus hipótesis, durante el lapso de las tres horas en que Jesús estuvo suspendido de la Cruz, y que en nuestro tiempo, correspondería al mes de junio, quizás el día de Pentecostés, se realizaría la promulgación del 5º. Dogma Mariano, María Corredentora y Medianera de todas las Gracias.

Y Jesús, ya pronto a morir, pronuncia su “Hijo, ahí tienes a tu Madre, Madre ahí tienes a tu hijo”.

Continuando con sus especulaciones, Yagüe se pregunta si acaso el momento de la muerte de Nuestro Señor en la Cruz podría corresponder a la muerte del Papa Francisco.

Evidentemente, comenta, esto es algo que no es posible saber. Lanza, sin embargo, la idea, muy personal por cierto, de que al ingresar los invasores en Roma, se viviría nuevamente la traición de Judas, al enfrentarse los invasores a dos Obispos vestidos de blanco sin saber a quién apresar, y algún Cardenal señalaría a Francisco.

UN OBISPO VESTIDO DE BLANCO

Con respecto a esa posible muerte de Francisco, Yagüe recuerda en esta ocasión uno de los testimonios de los niños de Fátima, que hablaron de un Obispo vestido de blanco huyendo en lo que constituye el Tercer secreto de Fátima.

. . . Y vimos en una inmensa luz que es Dios, “algo semejante a como se ven las personas cuando pasan frente a un espejo” a un Obispo vestido de blanco” hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre. También a otros Obispos, Sacerdotes, religiosos y religiosas, subir esa montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad en medio de ruinas y un poco tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino: llegado a la cima del monte, postrado a los pies de la gran Cruz, fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de armas de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, de diversas clases y posiciones.

Yagüe aquí hace lectura particular de este mensaje, en el cual se habla primero de un Obispo vestido de blanco, el cual según él sería el Papa emérito Benedicto. Más adelante en el mensaje y aunque los niños parecen hablar de la misma persona (o eso es lo que podría pensarse), al decir ellos “el Santo Padre” Yagüe supone y afirma en cambio que ésta vez se habla de Francisco. Por lo que, según el mensaje, morirían ambos, Benedicto y Francisco en la misma oportunidad.

Y dando todo esto por cierto, al recibir Jesús la lanzada, sería posible, afirma Yagüe, que en nuestra época se estuviera eligiendo un nuevo Papa, el cual terminaría siendo el Falso Profeta de las profecías. Todo lo cual dejaría el camino abierto al Anticristo y a la Abominación de la Desolación profetizada por Daniel.

O sea que – siempre según Yagüe – si los tiempos de la Pasión del Señor equivalen exactamente a los de la Pasión de la Iglesia y el tiempo de Su muerte correspondería al de la Muerte de la Iglesia.

¿100 AÑOS DESPUÉS DE FÁTIMA?

Volviendo al mensaje de Fátima, al pedir la Virgen la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, le dijo a los pastorcitos, “que el Papa se acuerde del Rey de Francia”. Yagüe nos recuerda la historia.

CIEN AÑOS 1689–1789 Y 1917–2017

El 17 de junio de 1689, el Sagrado Corazón de Jesús, apareciéndose ante ella, le manifestó a Santa Margarita María de Alacoque, trasmitiera Su pedido al Rey de Francia Luis XIV (el Rey Sol), de consagrar Francia a Su Sagrado Corazón. Durante 100 años los reyes de Francia demoraron e ignoraron el pedido de consagración y no obedecieron al Sagrado Corazón. Así, el 17 de junio de 1789, exactamente el día en que se cumplieron los 100 años del pedido de Jesús, el rey Louis XVI de Francia fue despojado de su autoridad legal por el Tercer Estado. Cuatro años más tarde, en 1793, los soldados de la Revolución Francesa lo ejecutaron, guillotinándolo junto con toda su familia. La gran violencia que la Revolución trajo aparejada, se hubiera podido evitar si Francia hubiera sido consagrada por él o sus predecesores al Sagrado Corazón de Jesús. ¿Pasará algo semejante al cumplirse los 100 años de la Aparición de Fátima? Sólo Dios lo sabe, pero por algo la Sma. Virgen quiso hacerlo recordar a los Papas.

¿UN ÁNGEL GUARDIAN?

Hemos dejado para el final tres hipótesis muy personales de Yagüe sobre los Papas Benedicto y Francisco.

En ellas, Yagüe aventura, pero esta vez sin apoyarse ni en los Patrones Proféticos ni en la Astronomía Sagrada, que el Papa Benedicto estaría llamado en tres oportunidades a ser el “ángel guardián” de Francisco.

La primera sería, a semejanza del ángel que consoló a Jesús en el Huerto. Tal vez en ese momento, el Papa Francisco estaría sufriendo por la Iglesia, amenazada.

La segunda oportunidad en que Benedicto sería nuevamente el “ángel guardián” de Francisco, sería al tener que huir éste ante los invasores de Roma.

La tarea de Benedicto, según Yagüe sería semejante a la de Lázaro, que debió juntar a los Apóstoles dispersos y asustados por la muerte de Jesús. El Papa Benedicto haría eso mismo, reunir a los católicos sin pastor.

Esto parecería no coincidir mucho con la lectura que hace Yagüe de la visión de los chicos de Fátima, en la que según él, estarían los dos Papas huyendo de los que finalmente serían sus asesinos.

La tercera oportunidad en que Benedicto sería el “ángel guardián” de Francisco, es con su oración y sacrificio, a semejanza de aquellos que consolaron a Jesús durante su Camino al Calvario: la Verónica, que enjugó el Divino Rostro y el Cireneo, que cargó la Cruz un tramo del camino para aliviarlo.

Sin duda el trabajo de la equivalencia entre la Pasión de Cristo y la Pasión de la Iglesia representa un estudio original de los sucesos y los patrones proféticos de entonces y su posible reflejo en nuestros días.

Como decimos siempre, hay que pedir luz al Espíritu Santo para discernir, especialmente todo aquello que no forma parte de la Revelación, dada a nosotros a través de las Sagradas Escrituras y la Tradición de la Iglesia.

Fuentes:






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