Tratado I
TEOLOGÍA FUNDAMENTAL
1. La Teología
es una ciencia
2. La religión cristiana
3. La religión cristiana es la verdadera
4. La religión cristiana es la verdadera (testimonio de Cristo)
5. Necesidad de la religión cristiana
6. Posibilidad de la Revelación
7. La Revelación de Moisés
8. La existencia de Dios
9. Posibilidad de la Revelación sobrenatural
10. Necesidad de la Revelación divina
11. Obligación de abrazar la religión verdadera
2. La religión cristiana
3. La religión cristiana es la verdadera
4. La religión cristiana es la verdadera (testimonio de Cristo)
5. Necesidad de la religión cristiana
6. Posibilidad de la Revelación
7. La Revelación de Moisés
8. La existencia de Dios
9. Posibilidad de la Revelación sobrenatural
10. Necesidad de la Revelación divina
11. Obligación de abrazar la religión verdadera
-Es una
ciencia
-Procede
de la revelación de Dios a los hombres
-Sus
verdades son más firmes que las verdades naturales
-Es más
perfecta, más sublime y útil que las demás ciencias
-Es más
excelente
-Es
necesaria a la Iglesia y a los fieles
-Es
«verdadera sabiduría»
-La
Teología es una ciencia
Ciencia
es un conjunto de conocimientos adquiridos por demostración, y que pertenecen a
una rama del saber humano.
Por esta
misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la
virtud el conocimiento, al conocimiento la templanza… (2 Pe. 1, 5).
-La
Teología es una ciencia que no procede de los principios conocidos por la luz
natural del entendimiento, sino por luz superior de la Revelación de Dios a los
hombres.
Sin
embargo, hablamos de sabiduría entre los perfectos, pero no de sabiduría de
este mundo ni de los príncipes de este mundo, que se van debilitando; sino que
hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios
desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los
príncipes de este mundo… (1 Cor. 2, 6).
Aclaración.
Hay dos clases de ciencia: la adquirida por la luz natural del entendimiento y
la que procede de los principios conocidos por la revelación de Dios a los
hombres.
-Las
verdades de la Teología, en cuanto que están apoyadas en la Revelación de Dios
que es la primera verdad, son más firmes y ciertas que las verdades naturales
que están fundadas en la verdad participada.
Y así se
nos hace más firme la palabra de los profetas… (2 Pe. 1, 19).
…porque
nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos
por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios (2 Pe. 1, 21).
-La
Teología es más perfecta, más sublime y más útil que todas las demás ciencias.
a) -Es
más perfecta.
Feliz el
hombre que se ejercita en la sabiduría, y que en su inteligencia reflexiona,
que medita sus caminos en su corazón y sus secretos considera (Si. 20, 21).
Aclaración.
Es más perfecta porque cuanto más se entrega el hombre al estudio de la
sabiduría, más parte tiene en la bienaventuranza.
b) -Es
más sublime.
…porque
es para los hombres un tesoro inagotable y los que le adquieren se granjean la
amistad de Dios,… (Sab. 7, 14).
Aclaración.
Es la más sublime porque es la que más acerca al hombre a Dios por la amistad.
c) -Es
más útil.
…apreciad
la Sabiduría para que reinéis eternamente (Sab. 6, 21).
Aclaración.
Es más útil porque la misma sabiduría conduce al reino de la inmortalidad.
-La
Teología es más excelente que todas las demás ciencias humanas.
Sin
embargo, hablamos de sabiduría entre los perfectos, pero no de sabiduría de
este mundo ni de lo príncipes de este mundo, que se van debilitando; sino que
hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios
desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los
príncipes de este mundo… (1 Cor. 2, 6).
-La
Teología, prescindiendo del método y orden con que hoy suele enseñarse, es, por
providencia de Dios, necesaria a la Iglesia para la conservación de su doctrina.
Y a cada uno de los fieles necesaria para conseguir la salvación.
a)
-Necesaria a la Iglesia.
Porque el
epíscopo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no arrogante… Que
esté adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza, para que sea capaz de
exhortar con la sana doctrina y refutar a los que contradicen (Tit. 1, 7-9).
b)
-Necesaria a cada uno.
Para que
no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de
doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce
engañosamente al error,… (Ef. 4, 14).
-La
Teología es y se llama «verdadera sabiduría».
Sin
embargo, hablamos de sabiduría entre los perfectos, pero no de sabiduría de
este mundo ni de los príncipes de este mundo, que se van debilitando; sino que
hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios
desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los
príncipes de este mundo -pues de haberla conocido no hubieran crucificado al
Señor de la gloria- (1 Cor. 2, 6-8).
…para que
la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las
Potestades en los cielos, mediante la Iglesia,… (Ef. 3, 10).
-Fue
profetizada en el A. T.
-La
religión verdadera no puede ser más que una
-Los
criterios internos no manifiestan la verdad revelada, a no ser que coincidan
con los externos
-Es de
origen divino
-La
fundación de la Religión verdadera fue profetizada en el Antiguo Testamento.
Confluirán
a él todas las naciones, y acudirán pueblos numerosos. Dirán: Venid, subamos al
monte de Yahvéh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus
caminos y nosotros sigamos sus senderos. Pues de Sión saldrá la Ley, y de
Jerusalén la palabra de Yahvéh (Is. 2, 2-3).
-La
Religión verdadera no puede ser más que una.
El que
crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 16).
Aclaración.
Jesucristo condiciona la salvación eterna y la consecución del último fin, a
creer y ser bautizado en la religión que él reveló. Por tanto, la religión
verdadera no puede ser más que una.
-Los
criterios internos de la revelación no manifiestan la verdad revelada, a no ser
que coincidan con otros criterios externos.
Criterios
internos de la revelación son aquellos que están en la conciencia de cada
hombre creyente. Externos son los que están fuera de la conciencia. Externos
intrínsecos son los que surgen de las mismas verdades reveladas y extrínsecos
son los que las demuestran y confirman.
Pero yo
tengo un testimonio mejor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha
encomendado llevar a cabo, las mismas que yo realizado, dan testimonio de mí,
de que el Padre me ha enviado (Jn. 5, 36).
Jesús les
respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre
de mi Padre son las que dan testimonio de mí,… (Jn. 10, 25).
-El
origen divino de la religión cristiana se demuestra porque Él no fue engañado
ni pudo engañar.
a) -No
fue engañado.
-Por la
humildad que mostró.
…el Hijo
del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como
rescate por muchos (Mt. 20, 28).
…he
bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado
(Jn. 6, 38).
…echa
agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos… (Jn. 13, 5).
-Por la
sabiduría eminente que manifestó.
…todos
los que le oían estaban estupefactos por su sabiduría y por sus respuestas (Lc.
2, 47).
Y todos
daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que
salían de su boca (Lc. 4, 22).
Algunos
de los escribas le dijeron: Maestro, has hablado bien. Y ya no se atrevía a
preguntarle nada (Lc. 20, 39-40).
Respondieron
los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla este hombre» (Jn. 7, 46).
b) -No
engañó a otros.
Mostró
integridad en su conducta.
¿Quién de
vosotros puede probar que soy pecador? (Jn. 8, 46).
Se mostró
modelo de virtud.
-Celo por
la gloria de su Padre.
El celo
por tu Casa me devorará (Jn. 2, 17).
-Pretendía
el honor de su Padre.
«Yo no
tengo un demonio, sino que honro a mi Padre,… (Jn. 8, 49).
-Hacía
siempre lo que agradaba a su Padre.
…yo hago
siempre lo que le agrada a Él (Jn. 8, 29).
-Fue
humilde.
Yo no
busco mi gloria (Jn. 8, 50).
-No dejó
que lo alabaran.
Jesús les
mandó que a nadie se lo contaran (Mc. 7, 36).
-Despreció
honras y honores.
…el
diablo le dice: «Todo esto te daré si te postras y me adoras» (Mt. 4, 9).
Dícele
entonces Jesús «Apartate, Satanás, porque está escrito:
Al Señor
tu Dios adorarás, sólo a Él darás culto» (Mt. 4, 9-10).
-Llevó
vida pobre.
«…el Hijo
del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Mt. 8, 20).
-Despreció
la dignidad real.
Dándose
cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey,
huyó de nuevo al monte él sólo (Jn. 6, 15).
-Llevó su
cruz.
…soportó
la cruz sin miedo a la ignominia… (Hebr. 12, 2).
-Hizo
bien a todos.
…pasó
haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo,… (Hch. 10, 38).
-Curó a
los enfermos.
Y se
maravillaban sobremanera y decían: «Todo lo ha hecho bien; también hace oír a
los sordos y hablar a los mudos» (Mc. 7, 37).
-Consoló
a los tristes.
Al verla
el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores» (Lc. 6, 13).
-Perdonó a
los que le torturaron.
Jesús
decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc. 23, 34).
-No huyó
de Judas.
Y al
instante se acercó a Jesús y le dijo: «¡Salve Rabbi!», y le besó (Mt. 26, 49).
-Los
milagros son argumento certísimo
-Los
discípulos enseñaban que los milagros que Jesucristo realizaba confimaban su
doctrina
-Su
propagación fue muy rápida
-Su
veracidad se demuestra por su propagación tan rápida
-Esta
propagación no se produjo por causas naturales, sino por providencia especial
de Dios
-Su
veracidad también se prueba por la excelencia de sus dogmas, preceptos,
sanciones y medios de salvación
-También
se prueba por la conversión de los judíos
-Por la
renovación de costumbres
-Por su
estabilidad perfecta
-Los
milagros son un argumento certísimo de la divinidad y de la veracidad de la
doctrina de Cristo.
«…Si no
hago las obras de mi Padre, no me creía; pero si las hago, creed por las obras,
aunque a mí no me creáis y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y
yo en el Padre» (Jn. 10, 37-38).
Las
características del apóstol se vieron cumplidas entre vosotros: paciencia
perfecta en los sufrimientos y también señales, prodigios y milagros (2 Cor.
12, 12).
Así, en
Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y
creyeron en él sus discípulos (Jn. 2, 11).
-Los
mismos discípulos de Jesucristo enseñaban que los milagros que él realizaba
servían para confirmar su doctrina.
Ellos
salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y
confirmando la Palabra con las señales que la acompañan (Mc. 16, 20).
Las
características del apóstol se vieron cumplidas entre vosotros: paciencia
perfecta en los sufrimientos y también señales, prodigios y milagros (2 Cor.
12, 12).
Jesús
realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están
escritas en este libro. Estas los han sido para que creáis que Jesús es el
Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre (Jn. 20,
30).
-La
propagación de la religión cristiana se produjo muy rápidamente.
Los que
acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas tres mil
almas (Hch. 2, 41).
Ante
todo, doy las gracias a mi Dios por medio de Jesucristo, por todos vosotros,
pues vuestra fe es alabada en todo el mundo (Rom. 1, 8).
Vuestra
obediencia se ha divulgado por todas partes;… (Rom. 16, 19).
…la
Palabra de la verdad de la Buena Nueva, que llegó hasta vosotros, y fructifica
y crece entre vosotros lo mismo que en todo el mundo, desde el día en que
oísteis y conocisteis la gracia de Dios en la verdad;… (Col. 1, 5-6).
-La
veracidad y la divinidad de la religión cristiana se demuestran por su rápida
propagación.
…Pedro
les conjuraba y les exhortaba: «Salvaos de esta generación perversa.» Los que
acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día (de Pentecostés) se le
unieron unas tres mil almas (Hch. 2, 40-41).
…vuestra
fe es alabada en todo el mundo (Rom. 1,8).
Vuestra
obediencia se ha divulgado por todas partes; por la cual me alegro de vosotros
(Rom. 16, 19).
…la
Palabra de la verdad y de la Buena Nueva, que llegó hasta vosotros, y
fructifica y crece entre vosotros lo mismo que en todo el mundo, desde el día
en que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en la verdad;… (Col. 1, 6).
-La
rápida propagación de la religión cristiana no puede producirse por causas
naturales, sino por una especial providencia de Dios.
a) -La
religión cristiana contiene dogmas contrarios a la razón y muy difíciles de
creer.
Así,
mientras los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, nosotros
predicamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los
gentiles;… (1 Cor. 1, 22-23).
b) -Los
Judíos muy adictos a sus leyes y los Paganos muy dados a la idolatría y a todos
los vicios, se mostraban con ánimo muy contrario al Evangelio.
Para
superar tantos obstáculos, los Apóstoles no usaban armas, ni riquezas, si
sabían filosofías ni otras ciencias humanas, sino que solamente predicaban a
Cristo.
…quiso
Dios salvar a los creyentes mediante la necedad de la predicación (1 Cor. 1,
21).
-La
veracidad y la divinidad de la religión cristiana se prueban por la excelencia
de sus dogmas, de sus preceptos, de sus sanciones y de los medios de salvación.
a)
-Excelencia de sus dogmas.
…cuando
acabó Jesús estos discursos, la gente quedó asombrada de su doctrina; porque
les enseñaba como quien tiene autoridad, y como sus escribas (Mt. 7, 28-29).
Quedaron
asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad (Lc. 4, 32).
b)-Excelencia
de sus preceptos.
-Son
santísimos.
Vosotros,
pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial (Mt. 5, 48).
Porque
esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación;… (1 Tes. 4, 3).
Seréis
santos, porque santo soy yo (1ª Pe. 1, 16).
-Son
simplicísimos.
Amarás al
Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente (Mt.
22, 37).
Amarás a
tu prójimo como a ti mismo (Mt. 22, 39).
La
caridad es, por tanto, la Ley en su plenitud (Rom. 13, 10).
c)
-Excelencia de sus sanciones.
…y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas (Mt. 11, 29).
El Dios
de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de
esperanza por la fuerza del Espíritu Santo (Rom. 15, 13).
…y esta
es la promesa que él mismo os hizo: la vida eterna (1 Jn. 2, 25).
d)
-Excelencia de los medios de salvación.
-La fe y
el Bautismo.
El que
crea y sea bautizado, se salvará (Mc. 16, 16).
-La
comunión.
Yo soy el
pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre (Jn.
6, 51).
-La
oración.
Y la
oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si
hubiera cometido pecados, le serán perdonados (Sant. 5, 15).
-La
veracidad y divinidad de la religión cristiana se demuestran por la conversión
de los judíos.
Los que
acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas tres mi
almas (Hch. 2, 41).
Sin
embargo, muchos de los que oyeron la Palabra creyeron; y el número de hombres
llegó a unos cinco mil (Hch. 4, 4).
La
Palabra de Dios iba creciendo; en Jerusalén se multiplicó considerablemente el
número de los discípulos, y multitud de sacerdotes iban aceptando la fe (Hch.
6, 7).
-La
veracidad y la divinidad de la religión cristiana se demuestran por la
renovación de costumbres que ha introducido en el mundo.
a) -La
corrupción de costumbres entre los gentiles.
…llenos
de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de
homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, detractores,
enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal,
rebeldes a sus padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados,… (Rom.
1, 29-30).
b) -La
corrupción entre los paganos.
Ni los
impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los
ultrajadores, ni los rapaces, heredarán el Reino de Dios. Y tales fuisteis
algunos de vosotros (1 Cor. 6, 9-10).
c) -La
renovación de costumbres.
Pero
habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el
nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).
Aclaración.
Esta renovación de costumbres no puede proceder sino de Dios.
-La
veracidad y la divinidad de la religión cristiana se demuestra por su perpetua
estabilidad.
…Jesús le
respondió: «…Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella…»
(Mt. 16,18).
Aclaración.
Después de 20 siglos, la Iglesia conserva sustancialmente los mismos dogmas,
los mismos preceptos, los mismos sacramentos y el mismo modo de gobierno. Que
esta estabilidad procede de Dios y no de los hombres consta en
…si esta
idea o esta obra es de los hombres, se destruirá; pero si es de Dios, no
conseguiréis destruirles (Hch. 5, 38-39).
-Su
sabiduría y su santidad
-Sus
profecías de sí mismo
-Su
profecía y milagro de la resurrección
-Las
profecías de sus discípulos, de su religión de los judíos
-Los milagros
de las Apóstoles
-Su
Santidad demuestra que manifestó siempre la verdad a los hombres
-Su
sabiduría demuestra que manifestó siempre la verdad a los hombres
-No
predicó por el conocimiento de otras doctrinas
-No
recurrió al testimonio del Espíritu Santo sino a otros motivos
-El mismo
Cristo, su sabiduría y su Santidad dan testimonio de su legación divina y de la
veracidad de la religión.
a) -El
mismo Cristo.
Jesús le
dice: «Yo soy, el que te está hablando» (Jn. 4, 26).
Jesús les
respondió: «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado…» (Jn. 7, 16).
…porque
yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha
mandado lo que tengo que decir y hablar,… (Jn. 12, 49).
«…Por
eso, las palabras que yo hablo las hablo como el Padre me lo ha dicho a mí»
(Jn. 12, 50).
b) -Su
sabiduría.
…todos
los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas (Lc.
2, 47).
Y todos
daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que
salían de su boca (Luc. 4, 22).
Respondieron
los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre» (Jn. 7, 46).
c) -Su
santidad.
-El celo
por la gloria del Padre.
El celo
por tu casa me devorará (Jn. 2, 17).
-La honra
de su Padre.
«Yo no
tengo un demonio; sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí»
(Jn. 8, 49).
-La
fidelidad a su Padre.
…y que no
hago nada por mi propia cuenta; sino, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo
que hablo» (Jn. 8, 27).
-El
agrado de su Padre.
«…porque
yo hago siempre lo que le agrada a él» (Jn. 8, 29).
-La
obediencia a su Padre.
…y se
humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz (Fil. 2, 8).
-Fue
manso y humilde.
«…aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón;…» (Mt. 11, 29).
-Jamás
buscó su propia gloria.
Yo no
busco mi gloria; … (Jn. 8, 49).
-Nunca
permitió que los hombres le alabaran.
Jesús les
mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más
ellos lo publicaban (Mc. 7, 36).
-Despreció
las riquezas y los honores.
…el diablo
le dice: «Todo esto te daré si te postras y me adoras.» Dícele entonces Jesús:
«Apártate, Satanás…» (Mt. 4, 9-10).
-Vivió
vida muy pobre.
Dícele
Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo
del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza» (Mt. 8, 20).
–
Despreció su dignidad real.
Dándose
cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey,
huyó de nuevo al monte él sólo (Jn. 6, 15).
-Aceptó
las cruces de la vida.
…soportó
la cruz sin miedo a la ignominia… (Hebr. 12, 2).
-Vivió
haciendo bien a todos.
…y como
él pasó haciendo el bien… (Hch. 10, 38).
-Curaba a
los sordos y a los mudos.
Entonces
le fue presentado un endemoniado ciego y mudo y le curó… (Mt. 12, 22).
Al verla
el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores» (Luc. 7, 13).
-Pidió al
Padre perdón para los que le torturaban.
Jesús
decía: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hace.» (Lc. 23, 34).
-La
veracidad y la divinidad de la religión cristiana se demuestran por las mismas
profecías que Jesucristo dijo de sí mismo.
a)
-Predijo que iba a ser entregado a los Judíos.
«Mirad
que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos
sacerdotes y escribas;…» (Mt. 20, 18).
b)
-Predijo que se burlarían de él, que le azotarían, que le condenarían a muerte,
que le crucificarían y que resucitaría al tercer día.
«…le
condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles para burlarse de él,
azotarle y crucificarle, y al tercer día resucitar.» (Mt. 20, 19).
-La
veracidad y la divinidad de la religión cristiana se demuestran por la profecía
y por milagro de la Resurrección.
a)
-Profecías de Cristo acerca de su resurrección.
Porque de
la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres
noches, así también el Hijo del Hombre estará en el seno de la tierra tres días
y tres noches (Mt. 12, 40).
Porque,
así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre
para esta generación (Lc. 11, 30).
Jesús les
respondió a los judíos: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré»
(Jn. 2, 19).
Aclaración.
Los mismos judíos interpretaron la resurrección de Cristo, en estas palabras.
b) -El
milagro de la resurrección.
-Cristo
murió.
…los
sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron ante Pilato y le dijeron: «Señor,
recordamos que ese impostor dijo aun cuando vivía: «A los tres días resucitaré.
Manda, pues…» (Mt. 27, 63).
-Cristo
resucitó.
-Los
Apóstoles no fueron engañados.
-Por el
número de testigos.
Se
apareció a Cefas y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos
hermanos a la vez,… (1 Cor. 15, 6).
-Por el
número de apariciones.
A estos
mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que
vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente
al Reino de Dios (Hch. 1, 3).
-Por el
modo de aparecerse.
Pero él
les dijo: «Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un
espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo.» Y diciendo esto les
mostró las manos y los pies (Lc. 24, 38-40).
-Por la
actitud de los apóstoles que se mostraban mas bien incrédulos.
Por
último, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de
cabeza, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado (Mc. 16, 14).
Pero
todas estas palabras les parecían como desatinos y no las creían (Lc. 24, 11).
Tomás les
contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en
el agujero de los clavos y meto mi mano en su costado, no creeré» (Jn. 20, 25).
-Por la
transcendencia del hecho.
Y si no
resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe (1 Cor.
15, 14).
-Los
Apóstoles no quisieron engañar a los demás.
-Predicaron
ante la turba.
Pedro y
los apóstoles les contestaron:
«Hay que
obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a
Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándolo de un madero…» (Hch. 5,
29-30).
-A los
Apóstoles nunca les acusaron de fraude, sino que les mandaron guardar silencio.
Pero a
fin de que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no
hablen ya más a nadie en este nombre (Hch. 4, 17).
-El
sanedrín no les negó la verdad que predicaban de la resurrección, sino que
pensaban matarlos.
Ellos, al
oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos (Hch. 5, 33).
-La
veracidad y la divinidad de la religión Cristiana se demuestran por las mismas
profecías que Jesucristo dijo de sus discípulos.
a) -De
los discípulos predijo:
– La
entrega de Judas.
Y
mientras comían dijo: «Yo os aseguro que me entregará uno de vosotros» (Mt. 26,
21).
– La
triple negación de Pedro.
Díjole
Jesús: «Yo te aseguro que esta misma noche, antes que el gallo cante, me habrás
negado tres veces» (Mt. 26, 34).
– La
dispersión de los Apóstoles.
Entonces
les dijo Jesús: «Todos vosotros os vais a escandalizar esta noche, porque está
escrito; Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño…» (Mt. 26,
31).
– Las
tribulaciones de los Apóstoles.
Guardaos
de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en su
sinagogas; y por mí os llevarán ante gobernadores y reyes, para que deis
testimonio ante ellos y ante los gentiles (Mt. 10, 17).
-La
predicación de los Apóstoles en todo el mundo.
…y seréis
mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la
tierra (Hch. 1, 8).
-La
veracidad y la divinidad de la religión Cristiana se demuestran por los
milagros de los Apóstoles.
a)
-Cristo les da el poder de hacer milagros.
Sanad
enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios. De gracia lo
recibisteis; dadlo de gracia (Mt. 10, 8).
b) -Los
Apóstoles realizan milagros.
Ellos
salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y
confirmando la Palabra con las señales que la acompañan (Mc. 16, 20).
El temor
se apoderó de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales
(Hch. 2, 43).
Por manos
de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios en el pueblo… (Hch.
5, 12).
Había
allí sentado un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había
andado. Éste escuchaba a Pablo que hablaba. Pablo fijó en él su mirada y viendo
que tenía fe para ser curado, le dijo con voz fuerte: «Ponte derecho sobre tus
pies.» Y él dio un salto y se puso a caminar (Hch. 14, 8-10).
-La
santidad extraordinaria de Jesucristo demuestra evidentemente que él quiso
siempre manifestar la verdad a los hombres.
a) -Por
la integridad de su vida.
¿Quién de
vosotros puede probar que soy pecador? Si digo la verdad, ¿por qué no me
creéis? (Jn. 8, 46).
b) -Por
las virtudes que practicó.
-El celo
por la gloria de su Padre.
El celo
por tu Casa me devorará (Jn. 2, 17).
-Defendía
la honra de su Padre.
Respondió
Jesús: «Yo no tengo un demonio; sino que honro a mi Padre, y vosotros me
deshonráis a mí» (Jn. 8, 49).
-Siempre
hacía lo que agradaba a su Padre.
«…yo hago
siempre lo que le agrada a él» (Jn. 8, 29).
-Obedeció
hasta la muerte.
…y se
humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz (Fil. 2, 8).
-Fue
humilde.
«…aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón;…» (Mt. 11, 29).
-Nunca
buscó su propia gloria.
Yo no
busco mi gloria; … (Jn. 8, 50).
-Nunca
dejó ser alabado por los hombres.
Jesús les
mandó que a nadie se lo contaran (Mc. 7, 36).
-Despreció
las riquezas y los honores.
Todavía
le lleva el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y
su gloria y le dice: «Todo esto te daré si te postras y me adoras.» Dícele
entonces Jesús: «Apártate, Satanás…» (Mt. 4, 9).
-Vivió en
pobreza total.
Dícele
Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo
del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza» (Mt. 8, 20).
-Despreció
la dignidad real.
Dándose
cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey,
huyó de nuevo al monte él sólo (Jn. 6, 15).
-Prefirió
el sufrimiento al gozo.
…fijos
los ojos en Jesús, el que inicial y consuma la fe, el cual, en lugar del gozo
que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia… (Hebr. 12, 2).
c) Por su
amor a los hombres.
-Haciendo
bien a todos.
…y como
él pasó haciendo el bien…y curando a todos los oprimidos por el Diablo,… (Hch.
10, 38).
-Sanando
a los enfermos.
Y se
maravillaron sobremanera y decían: «Todos lo ha hecho bien; también hace oír a
los sordos y hablar a los mudos» (Mc. 7, 37).
-Consolando
a los tristes.
Al verla
el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores» (Luc. 7, 13).
-Pidiendo
perdón para los que le atormentaban:
Jesús le
decía: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc. 23, 34).
Aclaración.
De estas virtudes practicadas por Cristo se deduce claramente el carácter
divino de su Religión.
-La
Sabiduría extraordinaria de Jesucristo demuestra evidentemente que él quiso
siempre manifestar la verdad a los hombres.
Nadie era
capaz de contestarle nada; y desde ese día ninguno se atrevió ya a preguntarle
más (Mt. 22, 46).
…todos
los que le oían estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas (Lc.
2, 47).
Él iba
enseñando en sus sinagogas, alabado por todos (Lc. 4, 15).
Y todos
daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que
salían de su boca (Lc. 4, 22).
Algunos
de los escribas le dijeron: «Maestro, has hablado bien.» y ya no se atrevían a
preguntarle nada (Lc. 20, 39).
Respondieron
los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre» (Jn. 7, 46).
Aclaración.
Tanta sabiduría brilló en Jesucristo, que cuanto más se penetra, tanta más
admiración causa.
-Cristo
no predicó su doctrina por el conocimiento de otras doctrinas.
…subió
Jesús al Templo y se puso a enseñar. Los judíos, asombrados, decían: «¿Cómo
entiende de letras sin haber estudiado?»
Jesús les
respondió: «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado» (Jn. 7, 14-16).
Jesucristo
nunca recurrió al testimonio interno del Espíritu Santo, cuando quiso mostrar
la verdad de la Revelación, sino siempre a otros motivos.
Así, en
Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y
creyeron en él sus discípulos (Jn. 2, 11).
…porque
las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que
realizó, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado (Jn. 5, 36).
Jesús les
respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre
de mi Padre son las que dan testimonio de mí;… (Jn. 10, 25).
-Jesucristo
lo enseñó así
-La
religión es necesaria al hombre
-Cada
hombre tiene obligación de practicar la religión revelada
-El hombre
debe tributar culto a Dios
-El
hombre que abandona la religión queda sometido a las pasiones más perversas, a
sufrir calamidades y el juicio justísimo de Dios
-La
sociedad está obligada a profesar la religión verdadera
-Jesucristo
enseñó que todos los hombres tienen que abrazar su doctrina.
Jesús se
acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la
tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo
lo que yo os he mandado…» (Mt. 28, 18-20).
Y les
dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El
que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc. 16,
15-16).
…y les
dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los
muertos al tercer día y se predicará en su nombre la conversión para perdón de
los pecados a todas las naciones…» (Luc. 24, 46-47).
-La
Religión es absolutamente necesaria al hombre.
Religión
es el vínculo moral que une al hombre con Dios.
Se divide
en objetiva y subjetiva.
Religión
objetiva es el conjunto de verdades reveladas al hombre por Dios y de deberes
que perfeccionan las relaciones con Él.
Religión
subjetiva es la virtud moral que inclina al hombre a aceptar las verdades
reveladas y a cumplir sus deberes para con Él.
A Yahvéh
tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás (Dt. 6, 13).
El hijo
honra a su padre, el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi
honra? (Mal. 1, 6).
Dícele
entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios
adorarás, sólo a él darás culto» (Mt. 4, 10).
…porque
habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias,
antes bien se ofuscaron en vanos razonamientos y su insensato corazón se
entenebreció…Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón… (Rom. 1,
21 y 24).
-Cada
hombre tiene obligación grave de abrazar y practicar la religión revelada.
El que
crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 16).
Porque no
hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos
salvarnos (Hch. 4, 11).
Ahora
bien, sin la fe es imposible agradarle,… (Hebr. 11, 6).
Aclaración.
Aquellos que voluntaria y libremente renuncian a creer y practicar la religión
cristiana, son los que se condenarán.
-El
Hombre debe tributar a Dios un culto interno y otro externo.
a) -El
culto interno con actos de fe, esperanza y caridad.
-Con
actos de fe.
Ahora
bien, sin la fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de
creer que existe y que recompensa a los que le buscan (Hebr. 11, 6).
-Con
actos de esperanza.
…los que
por medio de él creéis en Dios, que ha resucitado de entre los muertos y le ha
dado la gloria, de modo que vuestra fe y vuestra esperanza estén en Dios (1 Pe.
1, 21).
-Con
actos de caridad.
Respondió:
«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus
fuerzas y con toda tu mente;…» (Lc. 10, 27).
b) -El
culto externo.
También a
Set le nació un hijo, al que puso por nombre Enós. Éste fue el primero en
invocar el nombre de Yahvéh (Gén. 4, 26).
Respondió
Dios a Moisés: «Yo estaré contigo y ésta será la señal de que yo te envío:
Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en este monte»
(Ex. 3, 12).
Siguió
Dios diciendo a Moisés: «…Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado
de generación en generación» (Ex. 3, 15).
Este es
el ritual del holocausto, de la oblación, del sacrificio por el pecado, del
sacrificio de reparación, del sacrificio de investidura y del sacrificio de
comunión, que Yahvéh prescribió a Moisés en el monte Sinaí, el día en que mandó
a los hijos de Israel que presentaran sus ofrendas a Yahvéh en el desierto del
Sinaí (Lev. 7, 37).
-El hombre,
cuando advertida y voluntariamente abandona la religión, queda sometido a las
pasiones mas perversas, se expone a sufrir desastrosas calamidades y a sufrir
el juicio justísimo de Dios.
…porque
habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias,
antes bien se ofuscaron en vanos razonamientos y su insensato corazón se
entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos,… (Rom. 1, 21).
Por eso
Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que
deshonraron entre sí sus cuerpos;… (Rom. 1, 24).
Por eso
los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las
relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente, los hombres,
abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los
otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el
pago merecido por su extravío (Rom. 1, 26).
Y como no
tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, entrególos Dios a su
mente réproba, para que hicieran lo que no conviene: llenos de toda injusticia,
perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda,
de engaño de malignidad, chismosos detractores, enemigos de Dios, ultrajadores,
altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres,
insensatos, desleales, desamorados, despiadados, los cuales, aunque conocedores
del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas
practican, no solamente las practican, sino que aprueban a los que las cometen
(Rom. 1, 28-32).
…y
sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que obran semejantes
cosas (Rom. 2, 2).
-La
sociedad civil, como sociedad, está obligada a profesar la religión verdadera.
Pues la
nación y el reino que no se sometan a ti perecerán, esas naciones serán
arruinadas por completo (Is. 60, 12).
Aclaración.
Las palabras «sometan a ti» se refieren a Jerusalén, verdadera Iglesia de
Cristo, según consta en todo el capítulo 60.
-La
Revelación es posible
-Dios
habló a los hombres por los profetas y después por medio de su Hijo
-La
Revelación primitiva tiene manifestaciones de ser de origen divino
-Tuvo a
Dios por autor
-Es la
misma que la Revelación cristiana
-La
Revelación, que añade preceptos positivos a la Ley natural, es posible.
Y les
dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El
que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc. 16,
15-16).
Aclaración.
Además de la Ley natural, Cristo determinó que el Bautismo es necesario para la
Salvación.
-Dios
habló a los hombres en tiempos anteriores por medio de los profetas y en los
últimos tiempos por medio de su Hijo.
…la
gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo (Jn. 1, 17).
De un
manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres
por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio
del Hijo a quien instituyó heredero de todo,… (Hebr. 1, 1).
-La
Revelación primitiva tiene manifestaciones de ser de origen divino.
a) -Los
dogmas.
-Existencia
de un sólo Dios, fuerte, omnipotente, creador del cielo y de la tierra,
gobernador de todas las cosas, legislador supremo, juez supremo.
-La
creación del hombre a su imagen y semejanza, la espiritualidad y la libertad de
su alma, el pecado del primer hombre que fue el principio de todo mal,
expulsión del hombre del paraíso, la promesa del Redentor, la conservación de
la libertad en el hombre después del pecado y el estado de la vida futura.
b) -Los
preceptos de moral.
Además de
los preceptos de la ley natural en los cuales constan los deberes del hombre
para con Dios, prescribe los deberes del hombre para con el prójimo, fidelidad
conyugal, no comer del árbol de la ciencia y dar a Dios el culto debido.
c) -Los
deberes del culto a Dios.
También a
Set le nació un hijo, al que puso de nombre Enós. Éste fue el primero en
invocar el nombre de Yahvéh (Gén. 4, 26).
…el Dios
de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este
es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación
(Ex. 3, 15).
-La
Revelación primitiva tuvo a Dios por autor.
Revelación
primitiva es aquella que fue comunicada por Dios a los antiguos Patriarcas que
vivieron desde Adán hasta Moisés y transmitida de padres a hijos por tradición
oral.
De la
tierra creó el Señor al hombre,…
Les formó
boca, lengua, ojos, oídos, y un corazón para pensar.
De saber
e inteligencia los llenó, les enseñó el bien y el mal.
Puso un
ojo en sus corazones, para mostrarles la grandeza de sus obras.
Por eso
su santo nombre alabarán, cantando la grandeza de sus obras.
Aún les
añadió el saber, la ley de vida dioles en herencia.
Alianza
eterna estableció con ellos, y sus juicios les enseñó.
Los ojos
de ellos vieron la grandeza de su gloria, la gloria de su voz oyeron sus oídos.
Y les
dijo: «Guardaos de toda iniquidad», y a cada cual le dio órdenes respeto de su
prójimo (Si. 17, 1 y 6-14).
Aclaración.
Palabras alusivas a los progenitores del género humano, a los cuales Dios se
les apareció, conversó con ellos, les dio sus consejos, les impuso sus
preceptos, después de su pecado les prometió un Redentor. Dios hizo así su
primera revelación a los progenitores de la humanidad.
-La
Revelación primitiva es sustancialmente la misma que la Revelación cristiana.
Y la
adorarán todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no está inscrito, desde
la creación del mundo, en el libro de la vida del Cordero degollado (Apoc. 13,
8).
Aclaración.
Alude a la salvación de aquellos que, desde el principio del mundo, son
justificados porque agradaron a Dios por la fidelidad tenida al Cristo
prometido. La fidelidad la practicaron por medio de los sacrificios que
prefiguraban la muerte de Cristo.
-Tuvo a
Dios por autor
-Moisés
mostró argumentos muy sólidos de su misión divina
-Contiene
dogmas que nunca se hubieran conocido sin la Revelación divina
-Toda la
Revelación se consuma en Cristo Jesús
-La
Revelación mosaica tuvo a Dios por autor.
La
Revelación mosaica es manifestada por Dios a Moisés y contiene dogmas, toda la
ley moral promulgada en el monte Sinaí, preceptos ceremoniales y preceptos
judiciales.
a)
-Dogmas.
-Los que
fueron revelados a los Patriarcas,
-La
unidad de Dios, naturaleza, providencia, eternidad, omnipresencia, justicia,
misericordia, bondad y demás atributos.
-La fe y
esperanza en el futuro Redentor.
-La
libertad del hombre, la inmortalidad del alma y la vida futura en la cual los
justos obtendrán su premio y los impíos su castigo.
b)
-Preceptos morales.
-Son los
que regulan los deberes del hombre para con Dios, para con el prójimo y para
consigo mismo.
-Otros
interiores prescriben o prohíben las tendencias del espíritu.
Unos y
otros son ordenados para que el hombre ame a Dios sobre todas las cosas.
Amarás a
Yahvéh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza (Dt.
6, 5).
c)
-Preceptos ceremoniales.
Enseñan
el culto a Dios, determinan los sacramentos, prescriben los ritos y las
ceremonias, indican el tiempo, el lugar y las clases de sacrificios,
especifican las fiestas que hay que celebrar e imponen la santificación del
sábado.
d)
-Preceptos judiciales.
Muestran
la forma del régimen civil, determinan las relaciones del pueblo de Israel con
los pueblos fronterizos, regulan las relaciones de los superiores con los
inferiores, de los inferiores con los superiores y de los súbditos entre sí, y
determinan todas aquellas cosas necesarias y útiles a la vida doméstica,
política y civil.
Aclaración.
Todas estas leyes son santísimas, de acuerdo con la recta razón y tienden a la
utilidad del hombre, como se ve en los textos siguientes:
Y ¿Cuál
es la gran nación cuyos preceptos y normas sean tan justos como toda esta Ley
que hoy os doy? (Dt. 4, 8).
Así que,
la Ley es santa, y santo el precepto, y justo y bueno (Rom. 7, 12).
-Moisés
mostró argumentos muy sólidos de su misión divina.
a)
-Aseguró solemnemente y muchas veces que él habló en nombre de Dios.
Estos son
los mandamientos, lo preceptos y las normas que Yahvéh vuestro Dios ha mandado
enseñaros que los pongáis en práctica en la tierra que vais a poseer,… (Dt. 6,
1).
b) -Todo
el pueblo judío estaba convencido de que Dios hablaba por medio de Moisés.
Fue,
pues, Moisés y convocó a los ancianos del pueblo y les expuso todas estas
palabras que Yahvéh les había mandado. Todo el pueblo a una respondió diciendo:
«Haremos todo cuanto a dicho Yahvéh». Y Moisés llevó a Yahvéh la respuesta del
pueblo (Ex. 19, 7-8).
c)
-Moisés realizó milagros espléndidos.
…Moisés a
quien Yahvéh trataba cara a cara, ya sea por todas las señales y prodigios que
Yahvéh le mandó realizar…ya por la mano tan fuerte y el gran terror que empleó
Moisés a los ojos de todo Israel (Dt. 34, 10-12).
d) -Fue
profeta.
No ha
vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés,… (Dt. 34, 10 ).
e)
-Confirmó su misma misión divina.
Moisés
dijo: «En esto conoceréis que Yahvéh me ha enviado para hacer todas estas
obras, y que no es ocurrencia mía…» (Núm. 16, 28).
-La
Revelación de Moisés contiene dogmas que nunca se hubiera podido conocer sin la
divina Revelación.
Entre
otros, la resurrección de los muertos, la retribución de los justos en el
cielo, y las penas de los condenados en el infierno.
a) -La
resurrección de los muertos.
Muchos de
los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida
eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno (Dan. 12, 2).
b) -La
retribución de los justos en el cielo.
Dijo
Yahvéh: «No temas, Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande»
(Gén. 15, 1).
c) -Las
penas de los condenados en el infierno.
«Lo mismo
nosotros: apenas nacidos, dejamos de existir (en la tierra), y no podemos
mostrar vestigio alguno de virtud; nos consumimos en nuestra maldad» (Sab. 5,
13).
-Toda la
Revelación de Dios se consuma en Cristo Jesús.
Pues
todas las promesas hechas por Dios ha tenido su sí en él; y por eso decimos por
él «Amén» a la gloria de Dios (2 Cor. 1, 20).
Hasta el
día de hoy, siempre que se lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus
corazones. Cuando se hayan convertido al Señor, entonces caerá el velo (2 Cor.
3, 15-16).
Pues el
mismo Dios que dijo: «Del seno de las tinieblas brille la luz», ha hecho
brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la
gloria de Dios que está en la faz de Cristo (2 Cor. 4, 6).
-El
hombre puede conocerla
-Se puede
demostrar por la razón natural
-Dios
manifiesta su grandeza en las perfecciones de sus criaturas
-El
hombre puede conocer la existencia de Dios en el estado actual de naturaleza
caída.
a) -A
través de la naturaleza.
Si, vanos
por naturaleza todos los hombres que ignoraron a Dios y no fueron capaces de
conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni atendiendo a las obras,
reconocieron al Artífice;… (Sab. 13, 1).
…de la
grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su
Autor (Sab. 13, 5).
…si
llegaron a adquirir tanta ciencia que les capacitó para indagar el universo,
¿cómo no llegaron primero a descubrir a su Señor? (Sab. 13, 89).
Porque lo
invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a
través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son
inexcusables;… (Rom. 1, 20).
b) -A
través de la conciencia.
En
efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las
prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes
muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón atestiguándolo su
conciencia,… (Rom. 2, 14-15).
c) -A
través de la historia.
…os
predicamos que abandonéis estas cosas vanas y os volváis al Dios vivo que hizo
el cielo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay, y que en las generaciones
pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos; si bien
no dejó de dar testimonio de sí mismo, derramando bienes, enviándoos desde el
cielo lluvias y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento
y alegría (Hch. 14, 15-17).
Él creó,
de un sólo principio, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la
faz de la tierra y determinó con exactitud el tiempo y los límites del lugar
donde habían de habitar, con el fin de que buscasen a Dios, para ver si a
tientas le buscaban y le hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada
uno de nosotros (Hch. 17, 26-27).
-La
existencia de Dios se puede demostrar por la razón natural solamente, sin la
ayuda de la Revelación.
Pero
interroga a las bestias para que te instruyan, a las aves del cielo para que
informen. Te instruirán los reptiles de la tierra, te enseñarán los peces del
mar. Pues entre todos ellos ¿quién ignora que la mano de Dios ha hecho esto?
(Job 12, 7-9).
Sí, vanos
por naturaleza todos los hombres que ignoraron a Dios y no fueron capaces de
conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni atendiendo a las obras,
reconocieron al Artífice; sino que al fuego, al viento, al aire sutil, a la
bóveda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los
consideraron como dioses, señores del mundo (Sab. 13, 1).
…pues de
la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a
su Autor (Sab. 13, 5).
-Dios se
manifiesta en la grandeza y en las perfecciones de las cosas creadas.
¿Dónde
estabas tú cuando fundaba yo la tierra?
Indícalo,
si sabes la verdad.
¿Quién
fijó sus medidas? ¿Lo sabrías?
¿Quién
tiró el cordel sobre ella?
¿Sobre
qué se afirmaron sus bases?
¿Quién
asentó su piedra angular, entre el clamor a coro de las estrellas del alba y
las aclamaciones de todos los Hijos de Dios?
¿Quién
encerró el mar con doble puerta, cuando el seno materno salía borbotando, cuando
le puso una nube por vestido y del nubarrón hice sus pañales; cuando le tracé
sus linderos y coloqué puertas y cerrojos? (Job, 38, 5-10).
-La
Revelación de Dios es posible
-La de
sus misterios también
-La
Religión fue revelada al hombre por Dios desde un principio
-El
objeto de la Revelación es Dios
-Dios
dispuso revelarse a sí mismo.
-Dios
revela las verdades de la fe explícita e implícitamente
-No habrá
más revelaciones públicas
-La
Revelación sobrenatural es posible.
Revelación
sobrenatural es la manifestación de los misterios de Dios a los hombres.
…tomando
Jesús la palabra dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has ocultado estas cosas a sabios y prudentes, y se las has revelado a
pequeños (Mt. 11, 25).
Así, ya
no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la Revelación de nuestro
Señor Jesucristo (1 Cor. 1, 7).
…sino que
hablamos de una sabiduría de Dios misteriosa, escondida, destinada por Dios
desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los
príncipes de este mundo,… (1 Cor. 2, 7-8).
De una
manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros
Padres, por medio de los Profetas; en estos últimos nos ha hablado por medio
del Hijo a quien instituyó heredero de todo,… (Hebr. 1, 1-2).
-La
Revelación de los misterios es posible.
Misterio,
en general, es cualquier verdad oculta.
Misterio
en Teología es una verdad que excede de tal grado el entendimiento creado, que
la razón ni lo puede descubrir por sus propias fuerzas, ni, después de
revelado, lo puede entender.
Jesús
dijo: «Yo te bendigo, Padre, ….porque has ocultado estas cosas a sabios y
prudentes, y se las has revelado a pequeños (Mt. 11, 25).
…revelación
de un misterio mantenido en secreto durante siglos eternos, pero manifestado al
presente, por las Escrituras que lo predicen, por disposición del Dios eterno,
dado a conocer a todos los gentiles para obediencia de la fe,… (Rom. 16,
25-26).
…sino que
hablamos de una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, destinada por Dios
desde antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los
príncipes de este mundo,… (1 Cor. 2, 7-9).
…para que
la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las
Potestades en los cielos, mediante la Iglesia,… (Ef. 3, 10).
Les fue
revelado que no administraban en beneficio propio sino en favor vuestro este
mensaje que ahora os anuncian quienes os predican el Evangelio, en el Espíritu
Santo… (1 Pe. 1, 12).
-La
Religión fue revelada al hombre por Dios desde un principio.
De la
tierra creó el Señor al hombre, y de nuevo le hizo volver a ella (Si. 17, 1).
Les formó
boca, lengua, ojos, oídos, y un corazón para pensar.
De saber
e inteligencia los llenó, les enseñó el bien y el mal.
Puso un
ojo en sus corazones, para mostrarles la grandeza de sus obras.
Por eso
su santo nombre alabarán, cantando la grandeza de sus obras.
Aún les
añadió el saber, la ley de vida dioles en herencia.
Alianza
eterna estableció con ellos, y sus juicios les enseñó.
Los ojos
de ellos vieron la grandeza de su gloria, la gloria de su voz oyeron sus oídos.
Y les dijo:
«Guardaos de toda iniquidad», y a cada cual le dio órdenes respecto de su
prójimo (Si. 17, 6-14).
-El
objeto de la Revelación divina es Dios mismo.
En el
principio la Palabra existía y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era
Dios (Jn. 1, 1).
El Padre
y yo somos una sola cosa (Jn. 10, 30).
Aclaración.
Por la identidad que existe entre el Padre y el Hijo, es decir, entre Dios y su
Palabra.
-Dios
dispuso revelarse a sí mismo y manifestar el misterio de su voluntad.
…Misterio
mantenido en secreto durante siglos eternos, pero manifestado al presente, por
las Escrituras que lo predicen por disposición del Dios eterno, dado a conocer
a los gentiles para obediencia de la fe, a Dios, el único sabio,… (Rom. 16,
25-27).
…dándonos
a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él su
propuso de antemano… (Ef. 1, 9).
-Dios
revela las verdades de la fe de dos modos: explícita e implícitamente.
a)
-Explícitamente, si la verdad se deduce claramente de las palabras que expresan
la verdad revelada.
Y la
Palabra se hizo carne,… (Jn. 1 14).
b)
-Implícitamente, si la verdad no se deduce claramente de las palabras que
revelan.
Enemistad
pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje;… (Gén. 3, 15).
Aclaración.
La primera expresa que «El Verbo de Dios se hizo hombre» y la segunda que «La
Virgen María fue concebida sin pecado original.
-No habrá
más Revelaciones públicas antes de la manifestación gloriosa de Jesucristo.
…que
conserves el mandato sin tacha ni culpa hasta la Manifestación de Nuestro Señor
Jesucristo, Manifestación que a su debido tiempo hará ostensible el
Bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y el Señor de los Señores,… (1
Tim. 6, 14-15).
…aguardando
la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador
nuestro Jesucristo;… (Tit. 2, 13).
-Es
necesario para conocer la Ley natural
-Con
certeza firme y sin error
-No es
necesaria para conocer las verdades naturales
-La
Revelación divina es necesaria al hombre para que pueda conocer toda la Ley
natural sin mezcla de error.
…porque,
habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias,
antes bien se ofuscaron en vanos razonamientos y su insensato corazón se
entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos, y cambiaron la
gloria de Dios incorruptible por una representación en forma de hombre
corruptible,… (Rom. 1, 21-23).
Aclaración.
Es claro que muchos filósofos yerran en la interpretación de la ley natural,
cuando les falta la luz de la revelación.
-La
Revelación sobrenatural es necesaria al hombre en el estado actual de su
naturaleza humana, para que pueda conocerla con certeza firme y sin ningún
error.
…porque
habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias,
antes bien ofuscaron en vanos razonamientos y su insensato corazón se
entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos,… (Rom. 1, 21).
Aclaración.
El conocimiento de Dios, sin su Revelación, puede llevar a los hombres a los
más desviados errores.
-La
Revelación sobrenatural no es necesaria al hombre para conocer las verdades
naturales aunque sean referentes a la religión.
Sí, vanos
por naturaleza todos los hombres que ignoraron a Dios y no fueron capaces de
conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni, atendiendo a las obras,
reconocieron al Artífice; sino que al fuego, al viento, al aire sutil, a la
bóveda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los
consideraron como dioses, señores del mundo (Sab. 13, 1-2).
-El
hombre tiene obligaciones de abrazarla
-Hay que
prestarle obediencia de fe
-El
hombre tiene obligación de abrazar la verdadera Revelación.
…el que
no crea, se condenará (Mc. 16, 16).
Porque no
hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos
salvarnos (Hch. 4, 12).
Ahora
bien, sin la fe es imposible agradarle,… (Hebr. 11, 6).
Aclaración.
Es manifiesta la obligación de aceptar la Revelación sobrenatural.
-A la
Revelación de Dios hay que prestar obediencia de fe.
…Jesucristo
Señor nuestro, por quien recibimos la gracia y el apostolado, para predicar la
obediencia de la fe a gloria de su nombre, entre todos los gentiles,… (Rom. 1,
5).
…vosotros,
que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de doctrina
al que fuisteis entregados, y liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de
la justicia (Rom. 6, 17).
Deshacemos
sofismas y toda altanería que se subleva contra el conocimiento de Dios y
reducimos a cautiverio todo entendimiento para obediencia de Cristo (2 Cor. 10,
5).
Enrique
Pardo Fuster
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