A veces miramos a nuestro alrededor y nos quejamos
de que la espiritualidad no tiene ningún interés para muchas personas. No nos
damos cuenta de que está en nuestras manos ayudar a que los que nos rodean se
abran a la experiencia espiritual.
Hace unos siglos, un gran místico, el Maestro
Eckhart escribió:
Nuestra sociedad necesita buenos labradores que
ayuden a germinar la semilla de Dios en los hombres. ¿Por qué no podemos serlo
nosotros?
Enviat per Joan Josep Tamburini
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