viernes, 22 de mayo de 2015

EL BUEN PASTOR


¡NO QUIERO LA MUERTE DEL PECADOR, PORQUE NO HE VENIDO A CONDENAR AL MUNDO, SINO A SALVARLO!

MAYO 19 DE 2015 – 8:10 A.M.

LLAMADO DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SUS OVEJAS DESCARRIADAS
Paz a vosotras ovejas de mi grey.

Como Buen Pastor, os digo ovejas descarriadas: El cielo no acepta ni aprueba, ninguna relación marital entre parejas del mismo sexo. Estas relaciones son abominables, detestables y son una afrenta al amor y misericordia de mi Padre; toda sodomía, todo adulterio, toda lujuria y toda impureza sexual, llevan a la muerte eterna, si no hay arrepentimiento y reparación por ello.
No quiero la muerte del pecador, porque no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo.

 Entended que mi castigo es contra el pecado, no contra el hombre, por lo tanto, no juzgo al sodomita que busca de Dios, lleva una vida tranquila, se respeta y respeta a los demás; condeno sí el pecado de aquel sodomita que escandaliza y arrastra a otros a pecar; a este como dice mi Palabra: Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y los tiraran al mar. (Mateo 18. 6). Acordaos que soy el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas y que he venido a este mundo a rescatar lo que estaba perdido.

Deseo que mis ovejas descarriadas vuelvan a Mí, arrepentidas y con un corazón contrito y humillado; si así lo hicieren, derramaré sobre ellas la fuente de mi misericordia y no volveré a acordarme más de su pecado. Yo no juzgo, ni condeno al pecador que se arrepiente; acordaos de mi Palabra cuando le dije a la mujer adúltera: ¿dónde están los que te condenan?, yo tampoco te condeno, ve en paz y no peques más. Hoy como ayer también le digo al pecador de estos últimos tiempos; vuélvete a Mí, y no peques más, para que puedas alcanzar el gozo de la vida eterna.

Estoy tocando a la puerta del corazón de todos aquellos que andan apartados de Mí; vengo como un Padre a daros mi misericordia y perdón; no os obligo, pero es mi deseo que hagáis parte de mi redil. No tengáis miedo, no vengo a condenaros; mis brazos están abiertos esperándoos para perdonaros, si volvéis a Mí, arrepentidos. Atended a mi llamado y no dejéis escapar esta oportunidad que os estoy dando; no quiero vuestra muerte, porque soy el Dios de la vida y vida es lo que quiero daros en abundancia. Si os negáis a recibirme y me tiráis la puerta, no os haré ningún reproche; me iré en silencio y esperaré confiado de que al menos uno atienda a mi llamado.

Os estoy esperando: prostitutas, homosexuales, adúlteros, fornicarios, lujuriosos e impuros sexuales; os estoy esperando, ladrones, mentirosos, alcohólicos, envidiosos, calumniadores, hechiceros, idólatras, avaros y demás ovejas rebeldes. Mi mesa está servida, el banquete listo y vuestro Padre os espera; acordaos de venir con el traje apropiado para que podáis entrar y no seáis devueltos., Vuestra tarjeta de invitación debe ser un corazón contrito y humillado y vuestro traje debe ser el de arrepentimiento. Os espero, no tardéis, las puertas están abiertas; apresuraos antes de que caiga la noche, porque bien sabéis que la noche es tiempo de justicia y las puertas se cerrarán y si tocáis no habrá ya quien os escuche.

Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús, el Buen Pastor.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.

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