jueves, 15 de enero de 2015

KOREA SÍ QUE ES UN POQUITO DIFFERENT


Se me ocurría la siguiente historia ficticia: que el hijo único de Kim Jong-un tuviera problemas demoniacos; y tras intentar solucionar todo por sus propios medios, el dictador mandara buscar un experto en el extranjero. Y que finalmente, de un modo secreto pero oficial, se le pidiera a un sacerdote católico que se desplazara a ese país para atender a esa persona cercana al Jefe de Estado. Y que en ese proceso que durara meses pudiera charlar con el dictador, acabara compartiendo mesa y que el dictador fuera cambiando poco a poco. Es una historia ficticia, pero es un ejemplo de como una sola persona puede cambiar todo un país. Como la influencia de una sola persona, puede cambiar radicalmente la vida de millones de personas.

P. FORTEA

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