¡MI IGLESIA ESTÁ A PUNTO DE PASAR POR UNA GRAN PRUEBA QUE MOVERÁ SUS
CIMIENTOS, PERO NO PODRÁ DERRUMBARLA!
Enero 22 de 2015 – 8:15 a.m.
LLAMADO DE JESÚS SACRAMENTADO A SUS PASTORES Y A SU REBAÑO
Paz
a vosotros Pastores y Ovejas de mi Grey
Muchos
de mis pastores se están perdiendo por el modernismo de este mundo y por la
carne y esto lacera profundamente mi cuerpo místico representado en mi Iglesia.
La corrupción, la desobediencia y los pecados de la carne de muchos de mis
predilectos, son llagas abiertas en mi costado. El cisma se siente llegar, en
el interior de mi Iglesia hay confusión; mis purpurados están divididos y
muchos ya no le obedecen a mi Vicario. MI Iglesia está a punto de pasar por una
gran prueba que moverá sus cimientos, pero no podrá derrumbarla. La hecatombe
espiritual se aproxima y hará perder la fe a muchos de mis hijos.
¡Oh,
qué dolor siento en mi corazón, al ver que quedarán muy pocos de tantos de mis
predilectos que ayer me juraron lealtad y fidelidad. La inmensa mayoría me dará
la espalda y me traicionará como Judas, cuando llegue la crisis de mi Iglesia.
Mi corazón nuevamente será traspasado por la lanza de la ingratitud; lágrimas
de sangre brotan de mis ojos al ver la Silla de Pedro ocupada por mi
adversario.
Cada
día aumenta la desobediencia espiritual de muchos de mis predilectos alrededor
del mundo; en Europa muchas de mis casas son hoy museos y otras tantas las
están vendiendo o son utilizadas como criptas, con osarios para guardar cenizas
o lugares para rendir culto a otros dioses. Cuando llegue la crisis de mi
Iglesia, solo se mantendrá firme mi continente de la esperanza y será de esta
tierra americana desde donde levantaré mi nueva Iglesia.
¡Oh,
cuánto me duele ver que en muchas de mis casas mis pastores han delegado en mis
hijos laicos, el ministerio de la eucaristía. El sacerdote se sienta y son los
laicos los que vienen repartiendo mi Cuerpo y mi Sangre a mis ovejas,
profanando mi Divinidad. ¡Qué tristeza me produce ver todo esto, la forma como
soy despreciado por mis predilectos y la forma como soy ultrajado por manos
carentes de la unción sacerdotal! ¡Oh pastores de mi Iglesia, por qué me
flageláis permitiendo este ultraje a mi Divinidad! ¿No sabéis que esta
abominación os puede llevar a la condenación a vosotros y a mis hijos laicos?
¡Millones de almas de sacerdotes y laicos se han perdido por ultrajar mi Cuerpo
y mi Sangre! Otras tantas yacen en las profundidades del purgatorio por
recibirme indignamente o en la mano. Os digo, si no reparáis por este ultraje
aquí en la tierra os vais a lamentar mañana cuando lleguéis a la eternidad.
Escuchad
pueblo mío, rebaño mío: La unción sacerdotal es la gracia que mi Santo Espíritu
le otorga a mis predilectos para que sean revestidos de mi Divinidad. Si
supieran lo grande que es ser sacerdote; yo mismo necesito de la unción
sacerdotal para hacerme vida en medio de vosotros. Las manos ungidas de un
sacerdote, son mis manos que dan de comer mi Cuerpo y dan de beber mi Sangre a
mi rebaño. Escuchadme: Yo no he instituido ministros extraordinarios de la
eucaristía; esto no viene de parte mía.
Esto
es obra de mi adversario a través de la masonería eclesiástica que quiere
socavar los cimientos de mi Iglesia y así acabar con el ministerio sacerdotal.
Son
muchas las gracias que se pierden cuando se recibe la comunión en la mano o se
recibe de manos de un laico. No es lo mismo que si la recibierais de parte del
sacerdote. Mis hijos laicos de nuevo os digo, es a mis sacerdotes a quienes he
delegado este ministerio; no sigáis vosotros ultrajando mi Divinidad para que
no os hagáis reos de culpa; no me flageléis más tocándome y repartiéndome,
porque vosotros no sois dignos de este ministerio.
Le
pido a mi Vicario, a los Jerarcas de mi Iglesia y a mis Sacerdotes, que paren
ya este vil ultraje. ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía!
Ejerced vosotros el ministerio que os he conferido y no sigáis delegando este
ministerio a mis hijos laicos, porque sois vosotros pastores de mi rebaño, los
responsables directos de este atropello a mi Divinidad.
Mi
paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos porque el Reino de Dios
está cerca.
Soy
vuestro Pan de Vida, Jesús Sacramentado.Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
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