domingo, 7 de diciembre de 2014

¿POR QUÉ TAL DÍA COMO HOY, 8 DE DICIEMBRE, Y NO OTRO, LA INMACULADA CONCEPCIÓN?


Y bien, festejamos hoy la Inmaculada Concepción de María, día en el que celebramos no como unos pocos creen que María concibió a Jesús de manera inmaculada o dicho de otro modo sin participación de hombre alguno –el otro día a la entrada de una iglesia oía yo a una madre explicárselo así a su hijo-, sino que María es concebida sin pecado original, en una gracia exclusivamente reservada a ella –y a Adán y Eva por razones obvias- entre todo el género humano, y así reconocida oficialmente el 8 de diciembre de 1854 por el Papa Pío IX mediante la bula Ineffabilis Deus.

Pues bien, después de haber escrito ya sobre la historia del dogma de la Inmaculada (pinche aquí para conocerla), sobre la importantísima intervención en la declaración del dogma de los teólogos españoles (pinche aquí para saber en qué consistió), o de otros países que comparten con España el patronazgo de la Inmaculada Concepción (pinche aquí si le interesa el tema) con ocasión de otras festividades de la Inmaculada –la verdad es que me doy cuenta de que ya llevo un tiempecito en este hermoso proyecto que es “Religión en Libertad”-, me pregunto hoy el porqué de que celebremos precisamente, hoy 8 de diciembre, la festividad de la Inmaculada Concepción de María y no, por ejemplo el 3 de febrero o el 7 de abril.

Y lo primero que se ha de decir es que hace así porque así lo estableció Sixto IV mediante las constituciones apostólicas “Cum praeexcelsa” de 28 de febrero de 1476, y “Grave nimis” de octubre de 1483.

Ahora bien, la pregunta sigue sin ser respondida: sí muy bien, porque así lo establece tal o cual constitución, pero ¿por qué el 8 de diciembre?

Pues bien, la razón está directamente vinculada con otra celebración mariana, cual es la del nacimiento de María, a la que también tuvimos ocasión de dedicar unas líneas no hace tanto (pinche aquí sobre el tema), la cual celebramos los católicos el 8 de septiembre. Nada más fácil que echar mano de la calculadora, mental o mecánica, y tirar para atrás nueve meses, momento en el que supuesta, o por lo menos, convencionalmente (pues todos sabemos que la pregnancia de los seres humanos dura algo más de nueve meses), debió de producirse la concepción de María.

De manera parecida a como el 25 de marzo celebramos la Anunciación (pinche aquí sobre el tema), y no, tampoco, por capricho, sino porque establecido que Jesús nace un 25 de diciembre, su concepción en el seno de María en el momento de la Anunciación debió de acontecer, precisa, o una vez más, convencionalmente, dicho 25 de marzo.

Y bien, queridos amigos, contestada la pregunta que nos formulábamos al inicio, esto es todo por hoy. Esperando haya sido de su interés, me despido una vez más de Vds. deseándoles que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Mañana continuamos, por supuesto.

Luis Antequera

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