Fernando de Haro es un reconocido periodista que tuvo una idea, la
desarrolló y la hizo realidad. A esa idea la llamó Walking next to the wall,
un documental sobre la situación de los coptos en Egipto, y estos días se está
estrenando en diferentes puntos de España. Actualmente es tertuliano de La
Linterna de la cadena COPE y director de Las mañanas en la
edición de fin de semana de la misma emisora. A raíz del estreno del documental
en Madrid, ha concedido una entrevista a agencia SIC en la que analiza
la situación de los coptos en Egipto y las dificultades a las que se
enfrentaron en el rodaje
Noticia digital (10-XI-2014)
¿POR QUÉ DECIDE EMPRENDER ESTE
PROYECTO, IRSE A EGIPTO Y REALIZAR ESTE DOCUMENTAL?
La idea de este documental surgió en enero de 2011. Ese día 21
cristianos fueron asesinados mientras celebraban la entrada del nuevo año en la
iglesia de Al Quidisim, en Alejandría. Días después un artículo del diario El
País ayudó a concretarla. Bernard Levy es uno de los intelectuales más
conocidos de Francia. Al filósofo, que siempre ha dicho ser agnóstico, le había
pasado lo mismo que al camarero de Almería. Y se había puesto a escribir. «Este
atentado -decía Levy refiriéndose a lo que había sucedido en Alejandría- es la
culminación de una serie de ataques que, en Nigeria, Filipinas y otros lugares,
han ensangrentado la noche de Navidad». El no creyente pedía una oración: «Hay
que hablar. Hablar cuanto sea necesario. Dar fe. Indignarse. E incluso, los que
pueden, rezar». Tres semanas después insistía: «¿Permiso para matar cuando se
trata de los fieles del Papa alemán? ¿Permiso, en nombre de otra guerra de
civilizaciones no menos odiosa que la primera para oprimir, humillar, torturar?
Pues no. Hoy, hay que defender a los cristianos». «¡Hay que hablar!» «¡Pobres
criaturas!» Cuando el camarero y el filósofo están de acuerdo conviene hacerles
caso. Había que ponerse en marcha. Era necesario dar a conocer masacres como
éstas. Así que me puse a llamar a muchas puertas en busca de dinero. Solo
después de meses, con la ayuda de la Fundación Ignacio Larramendi y del Instituto
CEU de Estudios Históricos del CEU pude poner en marcha el proyecto.
¿CÓMO DEFINE ESTE DOCUMENTAL?
Inicialmente pensé que iba a ser un documental de denuncia. Y en gran
medida lo es. Los coptos sufren una dura persecución. La revolución de 2011 no
ha mejorado las cosas. 100.000 cristianos se han exiliado desde la caída de
Mubarak. Se han sucedido matanzas como las Al Quidisim y las de Maspero. El año
de gobierno de los Hermanos Musulmanes fue nefasto. Cuando Morsi salió del
poder volvieron a ser atacados. Los incidentes de violencia sectaria son
continuos, se suceden los ataques a las iglesias, las acusaciones de blasfemia.
Y la gente en Europa no sabe nada de lo que está ocurriendo. Cuando terminamos
las presentaciones muchas personas me dicen: «¿Por qué yo no sabía nada de
esto?» Pero Walking next to the wall no es solo un documental de
denuncia. Durante los días de grabación trabajamos 14 horas. A través de la
cámara veíamos los rostros de las viudas que habían perdido a sus maridos por
la violencia sectaria, a los que nos contaban los atentados, a los que son
discriminados… Me conmovía su fe, su capacidad de perdón, su pasión por el
cristianismo. El documental que recoge vidas bonitas. Fui a Egipto a contar una
tragedia y me ha salido una historia de esperanza.
UNA PELÍCULA DE ESTAS
CARACTERÍSTICAS NO HA TENIDO QUE SER FÁCIL RODARLA. ¿QUÉ DIFICULTADES SE LES
HAN PRESENTADO DURANTE EL RODAJE?
El Gobierno de Al Sisi está nervioso. Los militares nos han registrado
varias veces. Tuvimos que ocultar las cámaras en una mochila bajo la ropa
interior usada. Nuestra embajada nos había advertido que seguramente nos
estaban siguiendo y que podríamos acabar en una cárcel. En algún momento se nos
acercaron miembros de los Hermanos Musulmanes, ahora considerados grupo terrorista,
para intimidarnos. Pero no podíamos detenernos ante lo que estábamos viendo.
¿LAS PERSECUCIONES DE LOS
CRISTIANOS EN EL MUNDO ESTÁN SILENCIADAS POR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN? ¿HACEN
FALTA DOCUMENTALES DE ESTE TIPO PARA SER VOZ DE LOS PERSEGUIDOS?
Sin duda. Yo no creo que haya una conspiración deliberada de silencio.
Es un problema ideológico. A pesar de la contundencia de los datos, la
persecución de los cristianos en Oriente Próximo y en otras partes del planeta
a menudo no ocupa páginas en los periódicos, no es objeto de estudio por los
analistas internacionales. Los medios occidentales tienden a minusvalorar la
cuestión porque lo consideran un problema ideológico, acaso moral. Si el medio
es radicalmente liberal o progresista, a sus editores lo de los cristianos
les suena a una cuestión de gente de derechas y a esos no conviene darles mucha
cancha. Si hablamos de una radio, una televisión o un periódico relativamente
independiente, lo cierto es que no saben cómo encajarlo: no es una información
fácilmente clasificable. El asunto no encaja fácilmente en el esquema del
choque de civilizaciones. Sin ir más lejos los cristianos de Oriente Próximo
son tan árabes como los musulmanes. Así que también acaban por silenciarlo.
Según el escritor francés René Guitton, la opinión pública occidental sigue
distraída la persecución de los cristianos que viven más allá del Mediterráneo
porque es un tema que no cabe en los esquemas ideológicos habituales del nuevo
milenio, no está dentro de las categorías derecha-izquierda, pobres-ricos, y
ese largo etcétera que tan bien conocemos. «Hay un doble error. Como se piensa
que el cristianismo en mayoritario en Occidente se concluye que no puede
aspirar a ser minoritario en Oriente. Y, así, se tiende a transformar a los
cristianos orientales en protegidos de los occidentales, lo que les expone a
mayores peligros».
Yo por eso hago estos documentales, para mostrar que no estamos a un
problema ideológico, para ir a las cosas tal como son. Sobre ideología, faltan
hechos.
HA VIVIDO DE PRIMERA MANO LA
REALIDAD DE LOS COPTOS, ¿CÓMO VE LA DE LOS CRISTIANOS EN ORIENTE MEDIO?
Ha habido una eliminación sistemática de la presencia cristiana en
Oriente Medio. Vivimos un momento decisivo con el proyecto del Estado Islámico.
Occidente no puede volverse a equivocar en esta ocasión porque ahora ya no
habrá marcha atrás.
Hasta el año 1000 los cristianos representaban la mayoría de la
población en la zona. En el año 1400 ya sólo eran el 10% y en los últimos años
la minoría cristiana se ha reducido a pasos agigantados. Según las estimaciones
de la Catholic Near East Welfare Association (CNEWA) en este momento los
cristianos son el 2% de la población israelí, el 1,5% de la población
palestina, el 4% en Jordania, el 25% en Líbano y el 10% en Egipto y en Siria.
Se trata de una comunidad de 11 o 12 millones de bautizados que, según algunos
cálculos, puede quedarse reducida a seis millones en los próximos años. La
persecución y la falta de inteligencia de algunas políticas occidentales están
acelerando el proceso. Los cristianos de Oriente Próximo son necesarios para
que el cristianismo del resto del mundo recuerde siempre que su origen y
desarrollo están vinculados a la intervención divina en unas coordenadas de
espacio y tiempo que pasan a formar parte del contenido de la fe. Por desgracia
el cristianismo abstracto que justificó la Guerra de Iraq había olvidado esto y
fue incapaz, además de entender, el papel histórico que juega la minoría
caldea. Los caldeos, que ahora son el elemento clave para garantizar un estado
plural. Suponen un freno a los intereses de Arabia Saudí e Irán en la zona. Por
eso, para algunos, es prioritario eliminarlos. Es lo que no supo ver Bush, ni
por supuesto Obama. Los cristianos son perseguidos en Egipto, Iraq, Irán y
Pakistán porque representan la libertad real, la que nace de la tradición, no
la que se inventan en Washington o en las cancillerías europeas. Son una
presencia social que opone resistencia a los proyectos hegemónicos de chiitas y
suníes radicales.
Se ha abierto una esperanza con la tragedia de Iraq. El mundo es ahora
más consciente de lo que sucede. Y el ámbito musulmán todo la tragedia de lo
que ha sucedido en los últimos meses ha servido para que se decanten las cosas.
No estamos ante una guerra entre cristianos y musulmanes, estamos ante una
guerra entre musulmanes y terroristas de ideología islamista.
DESGRACIADAMENTE NO SÓLO EN
EGIPTO LOS CRISTIANOS SUFREN PERSECUCIÓN. ¿TIENE PENSADO TRATAR DE ALGUNA
MANERA LA SITUACIÓN DE OTROS CRISTIANOS PERSEGUIDOS?
La próxima película la vamos a hacer en Líbano y Siria. Es la zona
decisiva en este momento.
Lourdes Artola / Agencia
SIC
No hay comentarios:
Publicar un comentario