miércoles, 22 de octubre de 2014

PARÁBOLA (41)


Se me mostró una persona que huía continuamente de su sombra. Se apagó la luz y dejó de moverse. Todo era sombra. Y escuché estas palabras:

- Todo hombre tiene su sombra. Nadie es perfecto. Vigila, no sea que queriendo huir de tus defectos, caigas en la oscuridad total. Aceptarse a uno mismo, es el principio del crecimiento.

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