Está claro a estas alturas de la historia de la
Iglesia que todos estamos llamados a la santidad. Esta es posible porque Dios
no puede proponer algo inalcanzable. Cuando hablamos de santidad no nos
referimos en exclusiva a las almas consagradas que se alejan del mundo, sino
a todo cristiano: casado, soltero, sacerdote, religioso/a…Por ello, cuando se
habla de vocación matrimonial hay que pensar que ambos esposos están llamados
a la santidad mediante la fidelidad a su compromiso. No creo que podamos
“santificar” una situación irregular. Podemos comprender, amar, animar, pero
llamando a cada cosa por su nombre. Dios me ama como soy, pero me quiere
mucho mejor, me quiere santo. Y aquí no caben las rebajas, ni los saldos.
La conocida religiosa americana Madre Angélica, nos
habla de la santidad en pocas palabras. Estas son:
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DEJARSE CAMBIAR ES CONVERTIRSE.
DEJARSE TRANSFORMAR ES SANTIDAD.
¿QUIÉN ESTÁ LLAMADO A LA SANTIDAD?
Todo hombre, toda mujer y todo
niño de toda época, en todo estado de vida, condición, grado de talento y
profesión.
TÚ ESTÁS LLAMADO A LA SANTIDAD. "Sed santos en toda vuestra conducta como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo" (1 Pedro 1,15),
¿POR QUÉ?
¡Porque Dios te ama!
Tú eres precioso para Él. Tú le perteneces a Él. Él te amó antes de que existiera el tiempo. Él es tu Padre. Tú lo necesitas. ÉL DESEA QUE TU SEAS COMO ÉL: SANTO. "En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos" (Efesios 2,10)
¿CUÁNDO?
¡Ahora! Hoy—en este momento.
SU GRACIA TE BASTA. "En el tiempo favorable te escuché y en el día de salvación te ayudé. ¡Mirad!, ahora es el tiempo favorable; ahora el día de salvación " (2 Corintios 6,2).
¿DÓNDE PUEDO PRACTICAR LA
SANTIDAD?
En el hogar
En el trabajo En el descanso En la escuela en una multitud—solo—en tu familia— en la prisión—en el ghetto. TÚ PUEDES SER SANTO EN TODAS PARTES "Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios" (1 Corintios 10,31)
¿ES ESTO POSIBLE?
Sí, Jesús dará frutos en ti si tú
cooperas con Su gracia. La gracia se recibe con el arrepentimiento, la
Confesión, la Comunión, la oración, los sacramentos, la Escritura, las buenas
obras—amor, fe y esperanza.
"Pero Ilevamos este tesoro en
vasos de barro para que aparezca que la extraordinaria grandeza del poder es
de Dios y que no viene de nosotros" (2 Corintios 4,7).
¿ES VERDADERAMENTE PARA MI?
Sí, la santidad es para ti. No es
para personas especialmente elegidas. La santidad es para la gente común y
corriente que realizan con gozo la voluntad de Dios, en fe y en verdad.
"El santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario" (1
Corintios 3,17).
¿QUE DEBO HACER?
Sé fiel a tu estado de
vida—casado, soltero, religioso o estudiante.
Sé fiel a la Santa Madre Iglesia—a los preceptos, los sacramentos, los mandamientos, la doctrina, la enseñanza. Lee la palabra de Dios y otras lecturas espirituales. Observa las bienaventuranzas—compendio de la santidad. Ama e interésate. Permite que Jesús resplandezca a través de ti. Ora.
"Todo cuanto hay de
verdadero, de noble, de amable, de puro, todo esto tenedlo en cuenta"
(Filipenses 4,8).
¿CUÁLES SON ALGUNAS DE LAS
SUGERENCIAS PRÁCTICAS?
1. Mira a Cristo en el momento
presente.
2. Cambia toda situación desagradable para bien de tu alma. 3. Adáptate al temperamento de tu prójimo. 4. Permanece unido a la voluntad de Dios. 5. Elige a Dios por encima de ti. 6. Imita a Jesús. 7. Visita a Jesús frecuentemente en el Santísimo Sacramento. 8. Practica la virtud. 9. Recibe los sacramentos con frecuencia. 10. Trata de estar consciente de Su presencia.
"Que cada uno de nosotros
trate de agradar a su prójimo para el bien, buscando su edificación."
(Romanos 15, 2).
¿DÓNDE ESTA MI FORTALEZA?
En la misericordia del Padre
En la Preciosa Sangre de Jesús En el poder del Espíritu En la intercesión de María, nuestra Madre En la protección de los ángeles En la Eucaristía En Su cruz
"Que el mismo Señor nuestro
Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y que nos ha dado
gratuitamente una consolación eterna y una esperanza dichosa, consuele
vuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena" (2
Tesalonicenses 2,16).
¿VERÉ LOS RESULTADOS?
Sí, verás más armonía en el hogar
Más paciencia con tu prójimo Más fortaleza para vencer la debilidad Más compasión con otros Más misericordia Más gozo Paz en medio de la confusión "El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza" (Gálatas 5,22-24).
¿DONDE ESTÁ LA FUENTE CONSTANTE DE
LA SANTIDAD?
En
Su amor—Su gracia—Su Iglesia Su palabra—Su Espíritu—Su poder Sus sacramentos—Su presencia Su cruz—Su resurrección "Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él" (Juan 6,55).
¿CUÁNTO TIEMPO LLEVARA ESTO?
De momento a momento—de oración a
oración—de día a día. "No que lo tenga ya conseguido o que sea ya
perfecto, sino que continúo mi carrera por si consigo alcanzarlo, habiendo
sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Yo, hermanos, no creo haberlo
alcanzado todavía. Pero una cosa hago, olvido lo que dejé atrás y me lanzo a
lo que está por delante" (Filipenses 3,12-14).
METAS
Ser prójimo
Amar a mi prójimo como Jesús lo ama Ser fiel a Su Iglesia Proclamar la Buena Nueva Ser Santo "Te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el fin de la tierra" (Hechos 13,47). |
Juan
García Inza
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