02 DE OCTUBRE DE 2014 – 2:40 P.M.
LLAMADO URGENTE DE MARÍA SANTIFICADORA A LA HUMANIDAD
Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con vosotros y mi protección maternal os acompañe siempre.
La
apostasía, los bajos instintos y todos los pecados de la carne, se están
robando el alma de todos aquellos que andan apartados de Dios. La guerra entre
el bien y el mal ha comenzado, los días son ya de batalla espiritual. Acordaos
pequeñitos que las fuerzas del mal ya están en la tierra y vienen a hacer
perder el mayor número de almas. ¡Vosotros mi Ejército Militante debéis de
estar en oración a todo instante para que repeléis los ataques de mi adversario
y sus huestes del mal!.
¡Orad
por los pecadores del mundo entero y por aquellos en vuestras familias que se
hallan más apartados de Dios; pedid mi santa intercesión a todo instante para
que junto a mí y a los ejércitos celestiales, destruyamos los planes que mi
adversario mueve en contra de los hijos de Dios, sus familias y el mundo
entero.
Todo
aquel que sea instrumento de Dios tendrá ataques espirituales; mi adversario
busca desviar del camino a todos los instrumentos, para que no puedan orar por
la humanidad y así él pueda arrebatarle a Dios el mayor número de almas.
¡Soldados de mi Ejército Militante, permaneced en gracia de Dios; no descuidéis
la oración, ni vuestra Armadura Espiritual; estad alerta y vigilantes, porque
cada día serán más fuertes los ataques!. Sellad vuestra mente con la sangre de
mi Hijo para que los demonios mentales no puedan robarse vuestra oración y no
puedan distraeros con las cosas de este mundo. Rezad mi santo rosario a mañana
y noche para que el escudo protector de mi rosario os libre de todo dardo incendiario
del maligno y sus espíritus del mal.
Acordaos
mis pequeños que las horas de la noche y media noche son el espacio de tiempo
donde más activas están las fuerzas del mal; por lo tanto, debéis vosotros mi
ejército militante intensificar la oración en estas horas nocturnas para que
neutralicéis el poder de los demonios que ejercen mayor opresión sobre las
almas cuando éstas están durmiendo. Sellad vuestros hogares, familias,
animales, bienes materiales y espirituales, con la sangre de mi Hijo, para que
los demonios no puedan ejercer dominio, ni control sobre vosotros, ni sobre
vuestros animales, bienes materiales y espirituales.
Sellad
vuestros empleos y negocios y selladlo todo con la gloriosa Sangre de mi Hijo,
para que permanezcáis protegidos y mi adversario y sus huestes del mal no
puedan haceros daño.
Ya
no os relajéis con la oración, acordaos que mi adversario está desesperado y
ronda como león rugiente buscando a quien devorar, porque sabe que el tiempo de
su reinado está llegando a su fin y que muy pronto será encadenado y arrojado a
las profundidades del abismo donde no volverá a hacer daño a la Iglesia, ni a
los hijos de Dios. Hijitos, los ataques de mi adversario contra mi Hijo y
contra mí, han empezado a intensificarse; insultos, blasfemias, vulgaridades,
obscenidades y maldiciones, será lo que escucharéis de parte de los hijos de la
oscuridad. Muchos elegidos se perderán e incluso muchos de mis predilectos se
unirán a las fuerzas del mal. No temáis pequeñitos, permaneced firmes en la fe y
por ningún motivo le deis la espalda a mi Hijo. Bien sabéis que todo esto tiene
que cumplirse como está escrito.
Muchos
van a perder la fe por los escándalos que están por venir en la Iglesia de mi
Hijo; una gran división se dará en el interior de la Iglesia que hará tambalear
sus cimientos pero las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
¡Pueblo de Dios, manteneos vosotros firmes en la fe y continuad unidos a
nuestros dos corazones. Falsas doctrinas y falsos evangelios mi adversario a
través de sus instrumentos difundirá, mancillando el nombre de mi Hijo y el
mío. Mi Inmaculada Concepción atacará y difamará a mi Hijo, a través de los
evangelios apócrifos; se burlará de la divinidad de mi Hijo, diciendo que mi
amado Hijo era amante de María Magdalena y que tuvo descendencia con ella.
Dirá
también que mi Hijo fue su discípulo y que él es el mesías esperado por la
humanidad. No creáis pues estas mentiras, bien sabéis que son los últimos
coletazos de mi adversario para hacer perder a muchos que por su tibieza y
falta de compromiso al evangelio de mi Hijo se perderán.
Sólo
hay cuatro evangelios reconocidos por la Iglesia: Mateo, Marcos, Lucas y Juan,
para que no prestéis atención a los demás evangelios que los emisarios del mal
van a difundir; porque esos son evangelios apócrifos, y no están reconocidos
por la Iglesia, ya que no son inspiraciones del Espíritu Santo. Os alerto de
esto y lo pongo en vuestro conocimiento para que cuando suceda ya sepáis
vosotros que esto es obra de mi adversario para hacer perder el mayor número de
almas.
Que
la paz de Dios os acompañe y mi bendición y protección maternal permanezca en
vosotros, rebaño de mi Hijo.
Vuestra
Madre que os ama, María Santificadora.
Dad
a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hijitos de mi corazón.
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