Hoy abrimos el cuaderno de terapia de Alejandro, podremos leer sus páginas en
este blog, también le podéis seguir en LoSé.
Alejandro ha vivido inmerso muchos años en el mundo gay.
Estoy segura de que estas páginas
de su cuaderno nos dejarán entrever vivencias y experiencias de gran valor.
Unos se verán calcados o al menos identificados, otros podrán comprender mejor lo que una persona con AMS (con sentimientos homosexuales) no deseados vive interiormente.
Nos irá contando el antes, durante y el después de la
terapia.
Agradezco a Alejandro el esfuerzo
y generosidad que supone poner en unas páginas su propia experiencia "en
vivo y en directo".
Este cuaderno de terapia también
dará respuesta a "delicados" comentarios que recibo por la
web.
Alejandro vino a la terapia por su propio pie y haciendo honor a lo más grande del ser humano, SU LIBERTAD.
Alejandro vino a la terapia por su propio pie y haciendo honor a lo más grande del ser humano, SU LIBERTAD.
EL RETO
DE ALEJANDRO
Hola a todos, lo primero
presentarme.
Me llamo Alejandro. Soy un chico
de 40 años que vive en Madrid. Sí, he dicho chico, porque me siento muy joven,
lleno de alegría y con ganas de hacer todavía muchos planes, proyectos y
cumplir algún que otro reto.
Y uno de los retos es
precisamente dejar atrás mi atracción por personas de mi mismo sexo. Llevo casi
seis meses charlando con Elena Lorenzo. A veces nos hemos reído mucho, algo que
ayuda porque al principio fue algo difícil, luego fue fluyendo más fácilmente.
He querido empezar ahora, y no
antes, a poner por escrito mi experiencia en este reto personal, para poder
tener cierta perspectiva y no precipitarme al describir mis sentimientos
iníciales.
Como os decía, yo soy una persona
muy vital, llena de energía, entusiasta y con actividad poco habitual. Pero
siempre había algo en mi que hacia algo de sombra a toda esa alegría con la
vivía y transmitía todo. Esa sombra era saberme que era distinto al resto de
las personas que tenía en mi entorno, tanto familiar, amigos, compañeros de
universidad o de trabajo. Veía que a todos les gustaba lo opuesto a ellos: a mis
amigos las chicas y a mis amigas, ellos. Igual que a mí.
Al principio no fue así. En el
colegio no sentía tanto la atracción con personas de mi mismo sexo, sino que
vivía más pendiente de que mis compañeros no se metieran conmigo por mi forma
de ser, no me refiero a mis amigos. Una forma de ser menos varonil que ellos,
pero sin ser afeminado o débil y más sensible de lo que uno es en la
adolescencia.
Es cierto que algo veía raro en
mi con respecto a mis compañeros cuando mis sentimientos se aceleraban en las
duchas de los vestuarios en los entrenamientos de baloncesto, o cuando veía
alguna película en la que el protagonista, (y no la protagonista) era muy
atractivo.
El caso ya en universidad tuve
mis primeros escarceos sexuales espontáneos y con chicos en los baños. Al
principio me sentí muy mal. Avergonzado y dándome asco de mi mismo por hace
algo tan contra natura. Era obvio que no era muy correcto y así lo viví durante
casi un año y medio. Negándome volver hacerlo pero acudiendo de nuevo a esas actividad.
Siempre anónima y furtiva.
Con el tiempo esto se convirtió
más en un acto de ligar, de gustar y de tener éxito que sexual. Aunque no niego
que también disfrutara del sexo.
Al final del cuarto de Derecho me
comenzó a gustar un compañera de clase con las suerte que el interés fue mutuo.
Así que decidí salir con ella más como una nueva experiencia y un reto para
superar esa atracción que sentía por los chicos que como algo natural. No me
fue mal, pero aunque mi experiencia afectiva fue normal con ella, no hubo sexo.
Al acabar la carrera cada uno se fue por su lado. Ella a Suiza y yo aprender
inglés a Portsmouth (Inglaterra). Allí al estar sólo y en una nueva etapa de mi
vida, comencé a ir a bares gays que localizaba en los periódicos locales. Poco a
poco me fui adentrando en ese mundo. Allí me sentía a gusto y con más seguridad
ya que era el "rey del mambo" pues tenía mucho éxito. Deje los
momentos en los baños y pase al de los dormitorios.
A mi vuelta de Inglaterra me
introduje en el mundo del Chueca, con todo lo que ello conlleva. Bares,
discotecas, sauna, algún que otro cuarto oscuro. Así pasaron unos doce años.
Pero he de deciros que con todo
esto, mi conciencia no paraba de decirme que no estaba bien. Esto no me traía
felicidad ni estaba a gusto conmigo mismo. El mundo gay es muy frívolo, muy
exigente con el físico, con tener que ser como el resto de los gays: pensar y
disfrutar con lo mismo que ellos. Si no eres algo raro o friky. Tienen que
estas siempre en la cresta de la ola. En la cresta de ser el que más salga, mas
sexo tengas, mas ligues, o más fashion seas. Acaba siendo como una familia que
te va imponiendo sus modos de proceder o ser.
Tuve tres parejas de unos dos o
tres años y la verdad es que no me llenaron nada. Lo pasé bien. Lo reconozco.
Pero no es lo mismo que sentirse pleno, tranquilo, sereno. Además por lo que
experimenté con mis parejas y con lo que vi en decenas de parejas de mis amigos
gays, todos son puros parches afectivos en donde se busca más uno mismo que la
felicidad y realización del otro. No se valora y se desarrolla la
complementariedad si no el hacer del otro el yo que no he sido o no puedo ser.
Se busca sobretodo no sentirse solo (fines de semana, puentes, o vacaciones).
Si a esto le añadimos las infidelidades constantes de cualquier pareja gay (todas las parejas a partir del primer o segundo año se ponen los cuernos o se hacen "parejas abiertas" al ser incapaces de vivir en exclusividad emocional y física), pues la verdad es que acabe tan asqueado y desilusionado de ese mundo de fuegos artificiales que tome la decisión de acabar con todo este guateque que me había montado en mi vida y buscar un salida.
Si a esto le añadimos las infidelidades constantes de cualquier pareja gay (todas las parejas a partir del primer o segundo año se ponen los cuernos o se hacen "parejas abiertas" al ser incapaces de vivir en exclusividad emocional y física), pues la verdad es que acabe tan asqueado y desilusionado de ese mundo de fuegos artificiales que tome la decisión de acabar con todo este guateque que me había montado en mi vida y buscar un salida.
Pero esto ya os lo contaré en las siguientes
páginas del cuaderno. Con lo contado arriba solo he buscado presentarme a
vosotros. Estoy seguro que muchos os habéis sentido descritos.
Si
quieres conocer más sobre la AMS no deseada y la terapia de cambio visítame en www.elenalorenzo.com
Elena
Lorenzo Rego
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