lunes, 29 de septiembre de 2014

PARÁBOLA (39)


Se me mostró una zarza ardiendo. La gente pasaba junto a ella sin verla. Alguno se detuvo y tomó unas moras. Sólo uno, al verla, se arrodilló ante ella. Y escuché estas palabras:

- Solamente las personas habituadas a la contemplación saben ver a Dios en todo.

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