El santo
padre Francisco ha llegado hoy a Corea, en el que es su tercer viaje
internacional como Papa. Su objetivo es doble: por un lado el encuentro con la juventud asiática que
de mañana viernes en Salmoe; y por otro, presidir la beatificación de Paul Yun Ji-Chung y 123 compañeros mártires.
Francisco no es el primer Papa que visita este país. El primero fue san Juan Pablo II en 1984 y en 1989. Y el primer Papa en visitar el continente asiático fue Pablo VI, cuando en 1970 estuvo en Irán, Pakistán, Filipinas y Samoa occidental.
TRES CARACTERÍSTICAS DEL VIAJE PAPAL
En una reciente entrevista, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, hablando sobre el viaje a Corea del Santo Padre, explicaba que "la importancia de este viaje está unida esencialmente a tres factores: el primero es el hecho de que el Papa, por primera vez, se dirige a Extremo Oriente, una región del mundo que adquiere una relevancia cada vez más acentuada en la política y en la economía mundial". De este modo, especifica que "va el Papa para dirigirse a todo el continente, no solamente a Corea. Sí, el viaje es a Corea, pero tiene como destinatarios todos los países del continente, gracias precisamente a esta celebración de la jornada asiática de la juventud, que se celebrará en Corea y en la que participarán representantes de jóvenes de los países cercanos". Finalmente, añade el cardenal, "el tercer aspecto es el del futuro, la juventud representa el futuro, por tanto el Papa se dirige al futuro de este continente, se dirige al futuro de Asia".
LOS JÓVENES ASIÁTICOS Y LOS MÁRTIRES COREANOS
Por tanto, dos van a ser los grandes momentos que centren la visita papal. Mañana, día de la Asunción, el Papa se reunirá con, al menos, 6.000 jóvenes de 22 países del continente que se han registrado para participar en la VI Jornada de la Juventud Asiática. Este encuentro, una especie de Jornada Mundial de la Juventud en pequeño, se celebrará en Solmoe, a unos 120 kilómetros al suroeste de Seúl, donde nació el primer sacerdote coreano, Andrew Kim Tae-gon.
Con todo, el gran encuentro del Papa será la esperada beatificación de 124 mártires coreanos en la simbólica plaza de Gwangwhamun en el centro de Seúl. Fuentes gubernamentales han señala que se espera en torno a un millón de fieles. Allí serán elevados a los altares a tantos hombres y mujeres que dieron su vida en unos momentos de especial persecución religiosa que no respeto a nadie, llevando al martirio a niñas como Anastasia Yi Bong-geum.
COREA EVANGELIZADA POR LAICOS
Y es que la fe llegó al país por los propios coreanos, antes de la llegada de misioneros extranjeros. Fueron algunos jóvenes intelectuales, laicos, que a través de la lectura de algunos libros sobre el cristianismo, llegados de China, comenzaron a interrogarse sobre esta fe. En 1592, un misionero español, el padre Gregorio Céspedes, llego a territorio coreano, donde se quedó durante seis meses junto a un religioso japonés como capellán para los soldados. Y así, celebró y administró sacramentos a los soldados recuperados y moribundos. Precisamente en el campamento militar japonés, enseñó el catecismo a algunos prisioneros coreanos bautizándoles.
LA ACTUAL IGLESIA COREANA EN CIFRAS
La República de Corea cuenta con una superficie de 99.268 km2 y una población de 50.220.000 de habitantes de los que 5.393.00 son católicos, el 10´7 por ciento de la población. Hay 16 diócesis, 1.673 parroquias y 843 centros pastorales. Realizan las tareas de apostolado 35 obispos, 4.261 sacerdotes, 516 religiosos y 9.016 religiosas. Los seminaristas menores son 395 y los mayores 1.489.
La Iglesia cuenta en Corea con 328 centros educativos de todos los niveles, en los que estudian unos 221 mil alumnos, además de 49 centros de educación especial. Existen también 200 centros asistenciales de propiedad de la Iglesia o dirigidos por eclesiásticos: 40 hospitales, 4 consultorios, 9 leprosarios, 513 casas para ancianos y minusválidos, 277 orfanatos y guarderías y 83 consultorios familiares y centros para la protección de la vida.
El crecimiento de la Iglesia católica en Corea del Sur ha sido muy notable. En 1949, la población católica rondaba el 1,1 por ciento, con apenas 81 sacerdotes y 46 parroquias. Actualmente, los católicos en Corea son el 10,7 por ciento de la población.
Francisco no es el primer Papa que visita este país. El primero fue san Juan Pablo II en 1984 y en 1989. Y el primer Papa en visitar el continente asiático fue Pablo VI, cuando en 1970 estuvo en Irán, Pakistán, Filipinas y Samoa occidental.
TRES CARACTERÍSTICAS DEL VIAJE PAPAL
En una reciente entrevista, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, hablando sobre el viaje a Corea del Santo Padre, explicaba que "la importancia de este viaje está unida esencialmente a tres factores: el primero es el hecho de que el Papa, por primera vez, se dirige a Extremo Oriente, una región del mundo que adquiere una relevancia cada vez más acentuada en la política y en la economía mundial". De este modo, especifica que "va el Papa para dirigirse a todo el continente, no solamente a Corea. Sí, el viaje es a Corea, pero tiene como destinatarios todos los países del continente, gracias precisamente a esta celebración de la jornada asiática de la juventud, que se celebrará en Corea y en la que participarán representantes de jóvenes de los países cercanos". Finalmente, añade el cardenal, "el tercer aspecto es el del futuro, la juventud representa el futuro, por tanto el Papa se dirige al futuro de este continente, se dirige al futuro de Asia".
LOS JÓVENES ASIÁTICOS Y LOS MÁRTIRES COREANOS
Por tanto, dos van a ser los grandes momentos que centren la visita papal. Mañana, día de la Asunción, el Papa se reunirá con, al menos, 6.000 jóvenes de 22 países del continente que se han registrado para participar en la VI Jornada de la Juventud Asiática. Este encuentro, una especie de Jornada Mundial de la Juventud en pequeño, se celebrará en Solmoe, a unos 120 kilómetros al suroeste de Seúl, donde nació el primer sacerdote coreano, Andrew Kim Tae-gon.
Con todo, el gran encuentro del Papa será la esperada beatificación de 124 mártires coreanos en la simbólica plaza de Gwangwhamun en el centro de Seúl. Fuentes gubernamentales han señala que se espera en torno a un millón de fieles. Allí serán elevados a los altares a tantos hombres y mujeres que dieron su vida en unos momentos de especial persecución religiosa que no respeto a nadie, llevando al martirio a niñas como Anastasia Yi Bong-geum.
COREA EVANGELIZADA POR LAICOS
Y es que la fe llegó al país por los propios coreanos, antes de la llegada de misioneros extranjeros. Fueron algunos jóvenes intelectuales, laicos, que a través de la lectura de algunos libros sobre el cristianismo, llegados de China, comenzaron a interrogarse sobre esta fe. En 1592, un misionero español, el padre Gregorio Céspedes, llego a territorio coreano, donde se quedó durante seis meses junto a un religioso japonés como capellán para los soldados. Y así, celebró y administró sacramentos a los soldados recuperados y moribundos. Precisamente en el campamento militar japonés, enseñó el catecismo a algunos prisioneros coreanos bautizándoles.
LA ACTUAL IGLESIA COREANA EN CIFRAS
La República de Corea cuenta con una superficie de 99.268 km2 y una población de 50.220.000 de habitantes de los que 5.393.00 son católicos, el 10´7 por ciento de la población. Hay 16 diócesis, 1.673 parroquias y 843 centros pastorales. Realizan las tareas de apostolado 35 obispos, 4.261 sacerdotes, 516 religiosos y 9.016 religiosas. Los seminaristas menores son 395 y los mayores 1.489.
La Iglesia cuenta en Corea con 328 centros educativos de todos los niveles, en los que estudian unos 221 mil alumnos, además de 49 centros de educación especial. Existen también 200 centros asistenciales de propiedad de la Iglesia o dirigidos por eclesiásticos: 40 hospitales, 4 consultorios, 9 leprosarios, 513 casas para ancianos y minusválidos, 277 orfanatos y guarderías y 83 consultorios familiares y centros para la protección de la vida.
El crecimiento de la Iglesia católica en Corea del Sur ha sido muy notable. En 1949, la población católica rondaba el 1,1 por ciento, con apenas 81 sacerdotes y 46 parroquias. Actualmente, los católicos en Corea son el 10,7 por ciento de la población.
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