viernes, 1 de agosto de 2014

DE LA BIBLIA ALFONSINA, LA PRIMERA BIBLIA ESCRITA EN ESPAÑOL


Honor que muchos acostumbran a atribuir a la Biblia Políglota patrocinada por el Cardenal Cisneros, aunque el buen lector de esta columna sabe bien que la obra en cuestión es, en realidad, un estudio comparativo de la Biblia en hebreo, la Biblia en griego, la Biblia en latín, y aunque sólo parcialmente, la Biblia en arameo también (pinche aquí si desea conocer todo sobre esta magna obra). Pero no: la Biblia Políglota complutense no es la primera Biblia en español, honor que acostumbra a atribuirse a la llamada “Biblia Alfonsina” publicada en 1280, la cual debe su nombre al gran patrocinador del trabajo, Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y de León (1221-1284), y formó parte del parte del gran proyecto del rey sabio que era su “Grande e general estoria”, en la que pretendía recoger una historia universal desde el Génesis hasta el reinado de su padre el Rey San Fernando III de Castilla (pinche aquí para conocer mejor su figura).

La Biblia Alfonsina es lo que técnicamente se denomina una versión romanceada de la Biblia Vulgata que, como se sabe, es la traducción bíblica realizada del griego al latín por el gran San Jerónimo de Estridón (puede Vd. profundizar en su conocimiento pinchando aquí).

El trabajo fue encomendado y realizado por los expertos de la Escuela de Traductores de Toledo, fundada por el propio Alfonso X hacia el 1250.

El texto de la Biblia Alfonsina tiene esta estructura en seis partes:

Parte I: Pentateuco.
Parte II: Josué, Jueces, 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 de Reyes.
Parte III: Cantar de los Cantares, Proverbios, Sabiduría, Eclesiastés, Salmos, Isaías, Ezequiel, Joel, Oseas, Amós, Jonás, Tobías, Job, 1 y 2 de Crónicas.
Parte IV: Jeremías, Daniel, Abdías, Sofonías, Lamentaciones, Baruc, Habacuc, Judit, Esdrás, Nehemías, Hageo, Zacarías, Ester y Eclesiástico.
Parte V: Macabeos 1, Macabeos 2.
Parte VI: Nuevo Testamento.

Pese a que efectivamente la Biblia Alfonsina es la considerada primera biblia en español, lo cierto es que durante el mismo s. XIII ya se habían llevado a cabo otros trabajo de traducción bíblica, a los que genéricamente se denomina Biblias romanceadas prealfonsinas, de las que se conservan fragmentos en la fabulosa Biblioteca del Monasterio de El Escorial y en otras colecciones, de las que indudablemente se sirvieron los autores de la Biblia Alfonsina. Pero eso es harina de otro costal que hemos de moler otro día. Por hoy y como siempre, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos.

Luis Antequera

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