Sucedió hace un tiempo.
Ya les había contado en este mismo blog, sobre cómo
el Señor nos hizo invisibles en varias ocasiones a mí y a miembros de nuestro
grupo de oración salvándonos la vida.
La semana pasada le sucedió a una hermana del
grupo. Ella tiene un pequeño restaurante y luego del trajín diario se fue a
descansar por un momento a su pequeño departamento contiguo a su restaurante,
en eso escuchó gritos de pelea, se incorporó y fue a ver qué pasaba: dos sujetos
con armas estaban asaltando su restaurante.
Ella entró – cabe decir que ella es una mujer
robusta, imposible de ignorar – y vio el asalto y a los asaltantes, más ellos
no la vieron a ella, siguieron el asalto como si ella no se encontrara. Los ladrones
le quitaron todas sus prendas a los comensales entre gritos de amenazas y se
retiraron pasando junto a ella – que estaba paralizada - como si no
estuviera... no la veían... Dios la hizo invisible.
Ella nos dio este testimonio y nosotros, que ya estamos
acostumbrados a estos hechos, sólo nos quedó dar Glorias a Dios una vez más por
proteger a uno de nuestros miembros. Ella – nueva en nuestro grupo - se llama
Mary Rey y creo que Dios incrementó su fe.
Nota – Actualmente nos reunimos todos los viernes a
partir de las 8 pm para la Oración de Sanación en su local de Lince – Av.
Ignacio Merino 1776.
José
Miguel Pajares Clausen
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