miércoles, 9 de julio de 2014

SÓLO UN DESAHOGO...


Leía esta noche la siguiente frase: "Una persona ética, es decir, una persona que se ha entregado a la verdad, no debe distinguir entre el elogio y el reproche. No escucha el elogio y no se enoja por el reproche."

Pero esto no es nada fácil. Llevas toda una vida entregándote, pensando en tus alumnos antes que en tus necesidades, y un día descubres, que los demás han interpretado tu vida completamente al revés y que no eres nadie. En esos momentos desearías oír, por lo menos, un pequeño elogio. En esos momentos esperas que alguien tenga algo de consideración contigo.

Es entonces cuando debes mirar en tu interior y preguntarte: ¿por qué y por quién trabajabas? Es entonces cuando notas en tu interior esa Presencia que te llena de paz. Es sólo entonces, cuando puedes no escuchar el elogio y no enojarte por el reproche. Y quizá te entre una gran pena por aquellos que se creen importantes, poderosos, pero que sólo se buscan a ellos mismos.

Os preguntaréis a qué viene esto. No os preocupéis. Es sólo un desahogo...

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