- La sociedad anda muy revuelta - dijo el joven
seguidor - No veo dónde está la solución.
El Anacoreta lo miró con simpatía y respondió:
- Sí, es verdad. Pero por malas que sean las
circunstancias, siempre hemos de recordar que el amor vence la odio y que la
vida vence a la muerte. Nunca debemos perder la esperanza.
El joven movió la cabeza y repuso:
- Si eso fuera tan fácil...
El anciano sonrió y añadió:
- Solos, no lo conseguiremos. Es formando comunidad
que podremos lograrlo. La unión hace la fuerza. Y si esa hermandad se basa en
la fraternidad y el amor, es invencible.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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