viernes, 9 de mayo de 2014

CATÓLICO, ENCIENDE TU CERILLA


Los hijos de las tinieblas, son más astutos que los hijos de la luz.

No son pocos los católicos que ante los problemas, dificultades y males que ven dentro o fuera de la Iglesia, adoptan una postura pasiva de inhibición o de inútil crítica, sin arrimar el hombro para nada en mejorar la situación. Mientras, las fuerzas contrarias hablan menos y actúan más, en un empeño común de desprestigiar la institución eclesial, enturbiar la situación religiosa o atacar los valores cristianos.

Se comprueba lo dicho en el Evangelio: "Los hijos de las tinieblas, son más astutos que los hijos de la luz". Si el mal avanza y se consolida en el mundo, no pequeña parte de responsabilidad la tenemos ante el Señor, los que nos llamamos cristianos y… nos dedicamos a sestear o, quizás, a que el Papa o la Jerarquía, den la cara y nos saquen las castañas del fuego. Como si los laicos no fueran Iglesia y fuera suficiente ser buena persona, cumplir con la Iglesia y dejar que arreglen otros lo que está mal.

Constato, a título de ejemplo, un hecho corriente y en el que se ven pocos católicos implicados. Ahora, en democracia, con la libertad de expresión y las facilidades que se dan en todos los medios para intervenir u opinar sobre miles de temas que aluden al cristianismo, por pereza, por cobardía o por otras causas, pocos se deciden a dar la cara.

Creo sinceramente que mucho mejor irían las cosas en todas partes, si los católicos-sobre todo los bien formados en su fe- en nombre de Jesús, dieran por escrito, o por palabra su valiente testimonio.

Católico, frente a la oscuridad que te rodea, no te limites a maldecir las tinieblas...

ENCIENDE TU CERILLA y habrás colaborado a que todos vean algo más claras las cosas.

MIGUEL RIVILLA SAN MARTÌN. Pbro.

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