jueves, 24 de abril de 2014

PARÁBOLA (28)


Se me mostró una araña fabricando su tela. Primero tendió un hilo entre dos ramos y a partir de esta base fue tejiendo otros hilos hasta formar toda la tela. Pero aquella araña un día vio que uno de los hilos no parecía seguir la estructura perfecta de la tela. Decidió cortarlo. Al instante se le desmoronó toda la tela; aquél hilo era el primero que había tendido entre las ramas y sobre el que sustentaba toda la estructura. Y escuché estas palabras:

- Un día sustentaste tu vida en algo que le dio sentido y te dio fuerzas. Vigila no te ocurra como a la araña, y con el paso del tiempo lo olvides o te parezca inútil y lo dejes de lado. Toda tu vida se derrumbará.

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