lunes, 7 de abril de 2014

PARÁBOLA (26)


Se me mostró un sordo de nacimiento. Como no oía, tampoco podía hablar. Emitía unos sonidos totalmente incomprensibles. Y escuché estas palabras:
- Vosotros, obispos, predicadores, maestros, teólogos, todos los que queréis enseñar algo. Lo primero que debéis hacer es salir de vuestra burbuja y escuchar al pueblo. Sólo así podréis decir cosas que el pueblo entienda. Si no, no os enfadéis porque nadie os haga caso. Es que habláis otro idioma formado por sonidos incomprensibles.

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