Viene
siendo tradición ya de esta columna que se anuncie en ella el bello
acontecimiento de la luna pascual de cada año (pinche aquí para conocer las circunstancias que
concurrieron en la del año pasado), una tradición a la que no quiero
faltar tampoco en esta ocasión.
Y es que si miran Uds. al cielo esta noche, observarán que hoy, martes 15 de abril, brilla en él una espléndida luna llena, la cual no es una luna llena cualquiera, sino que tiene muchas más consecuencias de las que quepa imaginar y que los lectores habituales de esta columna ya conocen.
Porque esa espléndida luna llena que ven hoy es la que va a determinar la fecha en la que este año, vamos a celebrar la Pascua cristiana, la Semana Santa, todos los cristianos.
La Semana Santa, -que no tiene una fecha fija en el calendario sino que se celebra en fecha diferente cada año-, viene marcada por tal luna como la que tenemos hoy. Una luna que es siempre la inmediatamente anterior al domingo de resurrección, pero no necesariamente el jueves, como he oído decir a algunas personas, uno de esos lugares comunes en los que muchos incurren. Este año, de hecho, cae en martes como pueden Uds. ver.
Y ello es así desde que en el Concilio de Nicea, primero de los ecuménicos, celebrado en el año 325 de nuestra era, se decidió que, en adelante, el domingo de resurrección, la Pascua cristiana, lo celebrara toda la Iglesia el primer domingo, después de la primera luna llena, después del equinoccio de primavera. Un criterio que, es preciso señalar, coincide con el que sin carácter universal aún, marcara algo antes el Papa San Pío I, con la doble intención de, por un lado, poner fin a las discrepancias entre las distintas iglesias cristianas, y por otro, marcar la definitiva separación de la Pascua cristiana respecto de la Pascua judía.
Pues bien, como el equinoccio de primavera este año ha ocurrido el 20 de marzo a las 17 horas 57 minutos hora oficial de la península, a las 16 horas 57 minutos hora insular canaria, acontece que la primera luna llena posterior es, precisamente, la que tiene lugar hoy, martes 15 de abril (por cierto, para total precisión, a las 9 horas, 45 minutos, 18 segundos). Por lo que el próximo domingo 20 de abril será el Domingo de Resurrección de la Semana Santa de 2014.
Por si todo ello fuera poco, y según informa el Instituto Geográfico Nacional, en este año tan singular la luna llena pascual coincidirá con un eclipse de luna. Será total en Australia y América, penumbral en la Penínusla y en Baleares, y parcial en Canarias. El eclipse penumbral que veremos en España comenzará a las 4:55 hs. TU (tiempo universal), o sea, 6:55 hora española, y terminará a las 10:38 hs. TU, es decir, 12:38 hora española.
No será el único eclipse del mes, pues el 29 de abril se producirá otro, éste de sol: un eclipse anular visible en Oceanía, Pacífico sur y Antártida, aunque no en España. Y aún habrá en primavera otras dos lunas llenas, la del 14 de mayo y la del 13 de junio.
Y es que si miran Uds. al cielo esta noche, observarán que hoy, martes 15 de abril, brilla en él una espléndida luna llena, la cual no es una luna llena cualquiera, sino que tiene muchas más consecuencias de las que quepa imaginar y que los lectores habituales de esta columna ya conocen.
Porque esa espléndida luna llena que ven hoy es la que va a determinar la fecha en la que este año, vamos a celebrar la Pascua cristiana, la Semana Santa, todos los cristianos.
La Semana Santa, -que no tiene una fecha fija en el calendario sino que se celebra en fecha diferente cada año-, viene marcada por tal luna como la que tenemos hoy. Una luna que es siempre la inmediatamente anterior al domingo de resurrección, pero no necesariamente el jueves, como he oído decir a algunas personas, uno de esos lugares comunes en los que muchos incurren. Este año, de hecho, cae en martes como pueden Uds. ver.
Y ello es así desde que en el Concilio de Nicea, primero de los ecuménicos, celebrado en el año 325 de nuestra era, se decidió que, en adelante, el domingo de resurrección, la Pascua cristiana, lo celebrara toda la Iglesia el primer domingo, después de la primera luna llena, después del equinoccio de primavera. Un criterio que, es preciso señalar, coincide con el que sin carácter universal aún, marcara algo antes el Papa San Pío I, con la doble intención de, por un lado, poner fin a las discrepancias entre las distintas iglesias cristianas, y por otro, marcar la definitiva separación de la Pascua cristiana respecto de la Pascua judía.
Pues bien, como el equinoccio de primavera este año ha ocurrido el 20 de marzo a las 17 horas 57 minutos hora oficial de la península, a las 16 horas 57 minutos hora insular canaria, acontece que la primera luna llena posterior es, precisamente, la que tiene lugar hoy, martes 15 de abril (por cierto, para total precisión, a las 9 horas, 45 minutos, 18 segundos). Por lo que el próximo domingo 20 de abril será el Domingo de Resurrección de la Semana Santa de 2014.
Por si todo ello fuera poco, y según informa el Instituto Geográfico Nacional, en este año tan singular la luna llena pascual coincidirá con un eclipse de luna. Será total en Australia y América, penumbral en la Penínusla y en Baleares, y parcial en Canarias. El eclipse penumbral que veremos en España comenzará a las 4:55 hs. TU (tiempo universal), o sea, 6:55 hora española, y terminará a las 10:38 hs. TU, es decir, 12:38 hora española.
No será el único eclipse del mes, pues el 29 de abril se producirá otro, éste de sol: un eclipse anular visible en Oceanía, Pacífico sur y Antártida, aunque no en España. Y aún habrá en primavera otras dos lunas llenas, la del 14 de mayo y la del 13 de junio.
Luis
Antequera
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