Dentro de
toda sociedad secularizada hay uno o varios grupos que atacan sistemáticamente
a la Iglesia Católica, especialmente, cuando hay una fecha importante como
Navidad o Semana Santa; sin embargo, ¿qué pasaría con el mundo si se les
hiciera que desapareciera al menos por unos cuantos años? Demos un vistazo:
CIERRE INSTITUCIONAL MASIVO:
La
Iglesia atiende a nivel mundial 500 leproserías, 5000 hospitales, 10,000 orfanatos. A esto hay que agregarle todos los
campamentos, voluntarios y fundaciones de carácter humanitario que se instalan
de manera temporal ante catástrofes naturales y conflictos bélicos. ¿Qué harían
los gobiernos con los millones de alumnos que son educados por instituciones
católicas?
FAMILIAS Y ENFERMOS SIN CONSUELO:
Si bien
es cierto que la fe no nada más sirve para cuando uno se encuentra sufriendo,
no es menos cierto que al momento de la muerte contar con la asistencia de un
sacerdote suaviza la carga de la prueba. Pues bien, sin Iglesia, no hay
sacerdocio. ¿Quién podría dar una fortaleza comparable a la que brindan los
sacramentos? Aún cuando se promulgaran leyes que los garantizaran, ¿cómo los
impartirían válidamente?
LA DEFENSA DE LA VIDA SIN VOZ:
Al
desaparecer el Vaticano, ¿qué Estado abogaría con tanta firmeza y sana
obstinación por los no-nacidos? La cultura del descarte dejaría de contar con
la eficaz oposición que le ofrece la figura canónica, espiritual y diplomática
del Papa. La Iglesia es un contrapeso necesario para que no se apague la
conciencia de la humanidad. Sin ella, sería muy fácil caminar hacia la
autodestrucción por falta de voces y argumentos críticos basados en la fe y en
la razón.
PREGUNTAS SIN RESPUESTAS:
El ser
humano tiene preguntas existenciales que solamente pueden ser atendidas por la
dimensión trascendente del evangelio, pero sin hombres y mujeres que lo
enseñen, tales cuestiones se quedarían en el tintero, en la ambigüedad. La
ciencia nos explica cómo se creó el mundo, pero la fe es la que se ocupa de
darnos a conocer a quien es su causa primera: Dios. La búsqueda de la verdad,
sostenida y ampliada por el cristianismo, ha sido capaz de responder a las
dimensiones más profundas de la persona humana. Sin la Iglesia, muchas de las
obras de arte que hoy admiramos en las principales galerías del mundo no
existirían.
CONCLUSIÓN:
La
Iglesia Católica, fundada por Cristo, además de ofrecernos la salvación, ha
contribuido con las sociedades de cada época en la construcción de la realidad
temporal, dando vida a nuevos avances y descubrimientos. Quienes tanto la
atacan, deberían de plantearse qué aspectos positivos -e insustituibles- les ha
aportado independientemente de que crean o no en Jesús.
Carlos J. Díaz
Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario