jueves, 10 de abril de 2014

EL ANACORETA Y EL VALOR DE LOS ACTOS


Paseaban por la ciudad y se detuvieron ante una construcción. El Anacoreta, sonriendo, dijo a su joven seguidor.

- ¿Ves este edificio en construcción? Cuando esté acabado, todo el mundo hablará del arquitecto. Sin embargo, ¿ves aquel peón transportando ladrillos? ¿O aquél otro que hace funcionar la hormigonera? sin ellos, este edificio, no se acabará nunca.

Siguieron paseando y añadió:

- Casi todo lo que hacemos en la vida puede parecernos insignificante; sin embargo, aunque no lo creamos, todo lo que hacemos tiene un valor infinito. Aunque sólo sea una sonrisa, abrazar a alguien, dar unas palabras de ánimo...

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