23 MAR 2014 ¿DE QUÉ ME SIRVE, SI UN HOMBRE SE PRESENTA ANTE MÍ
REZAGÁNDOSE Y DISGUSTÁNDOSE POR ESTAR ESPERANDO? ES INÚTIL.
27.03.2014 23:43
Domingo 23 de marzo de 2014 a las 11:30 hrs.
Mi muy querida bienamada hija, es importante extender el amor que
algunos de vosotros tenéis por vuestra familia, al exterior de vuestro hogar. Insisto a todos vosotros, a ver a los que
conocéis, a los que no conocéis, a vuestros enemigos, así como a aquellos
cercanos a vosotros, tal y como lo haríais si ellos fueran vuestros hermanos
naturales. Mucha gente ha olvidado cómo amar a otros, así como Yo os he
amado. No es fácil amar a los extraños, pero os digo que - seáis amables con
los demás y mostradles respeto, incluso si os rechazan. Por encima de todo,
debéis mostrarles caridad. Debéis cuidar de las necesidades de los demás, como
si Yo os hubiera enviado para cuidar de ellos directamente.
Cuando os di Mi Palabra, era Mi Deseo que todas las almas sean salvadas.
Con el fin de ser salvos, no debéis ser egoístas y preocuparse sólo de vuestras
propias almas. Vosotros, Mis amados
seguidores, tenéis la obligación de compartir los Regalos que Yo os traigo
ahora, por medio de estos Mensajes, a los demás. Compartid Mi Amor con
los demás y, especialmente, con vuestros enemigos. Orad por todos aquellos que
necesitan de Mi Intervención. Tratadlos con paciencia. Cuando les deis Mis Regalos, Mis Oraciones y el Sello de Protección del
Dios Vivo, entonces tenéis que retiraros y darles tiempo para que acudan a Mí.
No os instruyo para obligar a la gente a aceptar el Libro de la Verdad.
Por su libre albedrío, será de su propia elección, si ellos desean o no
escucharme. Asegurad/garantizad a esas personas que toda Intervención será
hecha por Mí, Jesucristo, para conquistar/ganarme sus almas. El más
débil de entre ellos responderá, de alguna manera, a Mi Llamada. Los que tienen
odio en sus almas por Mí encontrarán, en algún momento, un ablandamiento de sus
corazones, y ellos no comprenderán por qué es esto. Por consiguiente debéis
siempre traerme almas, a través del amor y la paciencia.
¿De qué me sirve, si un hombre se presenta ante Mí rezagándose y disgustándose
por estar esperando? Es inútil. Las
Oraciones de la Cruzada, las que He dado al mundo, son tan poderosas que, a
través del Amor de Dios a las almas de todos aquellos por quienes vosotros
suplicáis, les será mostrado gran Amor, Compasión y Misericordia, por Mi parte.
Todo lo que tenéis que hacer es darles las Oraciones y luego pedirme que
atraiga a estas almas hacia Mí. Porque jamás rechazo al pecador que está más
necesitado de Mi Misericordia.
Vuestro Jesús
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