jueves, 27 de marzo de 2014

EL BUEN PASTOR


¡EL JINETE DE MI JUSTICIA YA CABALGA POR LA TIERRA Y TODO AQUEL QUE NO TENGA EL SALVOCONDUCTO DE MI MISERICORDIA, SERÁ APARTADO DE MÍ Y SE PERDERÁ ETERNAMENTE!
MARZO 25 DE 2014 – 8:45 A.M.
LLAMADO DE JESÚS DE LA MISERICORDIA A LA HUMANIDAD
Paz a vosotros, Rebaño mío.
La barca de mi misericordia ya está lista para partir y muchos no van a alcanzarla, porque como las doncellas necias dejaron todo para lo último y se están quedando sin boleto. El último llamado será mi aviso, por eso preparaos para que no os lamentéis cuando llegue la hora de dejar este puerto, porque ya no habrá marcha atrás.
Las tinieblas y la tempestad se aproximan y rayos de justicia caerán sobre la creación y sus criaturas; muchos insensatos van a perecer por no haberse acogido a mis llamados. La tormenta está próxima, apresuraos y comprad el boleto de la misericordia, para que podáis entrar en la barca y presentaros ante el Capitán que ya se dispone a partir. No deis más largas, ya no hay tiempo y es vuestra salvación la que está en juego; en cualquier momento se desatará la tempestad y todo se convulsionará y los que no estéis en la barca, pereceréis.
El jinete de mi justicia ya cabalga por la tierra y todo aquel que no tenga el salvoconducto de mi misericordia, será apartado de mí y se perderá eternamente. ¡Arrepentíos, arrepentíos, porque la copa que viene a descargar mi jinete justiciero es de llanto, dolor, peste, guerra, hambruna y muerte y ningún mortal podrá resistirla si está apartado de mí.
Rebaño mío, permaneced en la fe, que vuestra casa esté levantada sobre la firme roca, porque vienen grandes tempestades y todo se moverá; sólo permanecerán incólumes las bases de aquellas casas que estén afianzadas sobre la roca que soy yo y que tengan sus cerrojos reforzados con la oración. El día de la gran poda está cerca y mis segadores ya están listos para recoger la cosecha; la cizaña será separada del trigo, será almacenada y puesta a secar para luego tirarla al fuego donde arderá eternamente.
Os hago un llamado a vosotros los que cosecháis la cizaña y os alimentáis del pecado; limpiad vuestros sembrados de toda cizaña y suciedad, antes de que empiece la poda para que podáis dar una buena cosecha y ésta sea del agrado del dueño de la mies y no tenga que rechazarla y tirarla al fuego. ¡Oh obreros ingratos que cosecháis la cizaña y recogéis por fruto la mala cosecha; vosotros los que sembráis lluvias y recogéis tempestad!, venid y bañaros en la piscina del amor y la misericordia para que seáis aseados de toda mancha y podáis lucir el traje apropiado, porque el banquete está listo y el Rey de Reyes os está esperando en vuestro paso por la eternidad.
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Salvador, Jesús de la Misericordia.
Dad a conocer mis mensajes, a toda la humanidad.

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