TÚ MISMO ERES NAVIDAD
Si eres nómada, viajero de geografías y culturas, y permites que sus vientos acaricien e impregnen tu piel y te lleguen hasta la médula de los huesos.
Si tu casa es el camino y vives sin domiciliarte, y así entras en relación con todas las estaciones de la vida.
Si sabes que Alguien sale a tu encuentro, si sientes que una presencia brota desde lo hondo de tu ser, inefable, inmaculada.
¡TÚ MISMO ERES NAVIDAD!
Si nace de ti una fuente, como un río en el que todos pueden beber y volverse como tú viajeros y nómadas.
Si crees que en el rostro más extraño alguien espera darse a conocer calladamente, como una nueva aurora.
Si en los éxodos cotidianos sabes que Él está presente, que tú estás presente, en las horas de calma y en el ruido de la agitación.
¡TÚ MISMO ERES NAVIDAD!
Si nada ni nada te retiene ni te aprisiona. Si redimes la Navidad perseguida y aprisionada y amas el llanto de su nacimiento.
Si descubres que todos los latidos, el del mar, el de las estrellas, el del fuego, el de la tierra entera, son tu latido, un único latido.
Si olvidas tu edad, tu rostro y te dejas absorber hacia dentro. Si en vez de inventariar diferencia te das cuenta que, a la luz de tu mirada, se van borrando las separaciones y todo vuelve a su unidad original.
¡TÚ MISMO ERES NAVIDAD!
(José Fernández Moratiel)
Lo he traducido de una versión catalana. Posiblemente encontréis pequeñas diferencias con la versión original que es en castellano.
Joan Josep Tamburini
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