jueves, 5 de septiembre de 2013

SER BENDICION

EL ANACORETA Y SER BENDICIÓN

El Anacoreta dijo a su joven seguidor:

- Escucha lo que Dios dijo a Abrahán: "Haré grande tu nombre, te convertirás en una bendición".

Lo miró sonriendo y prosiguió:

- Los cristianos deberíamos ser una bendición para los demás, pero para ello hay que hacer como Abrahán: dejarlo todo, entregarse totalmente. La mayoría de los cristianos no somos una bendición, porque nos quedamos a medias tintas. No acabamos de entregarnos, no dejamos atrás nuestro egoísmo para amar con todo el corazón a los demás.

Joan Josep Tamburini

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