Bendice niños por las ventanas abiertas.
A las 4 de la tarde en Brasil (9 de la noche en España) el Pontífice de la Iglesia Católica pisó tierra americana de nuevo, por primera vez desde que saliera de Argentina para un Cónclave al que acudió como cardenal Bergoglio y del que vuelve a su continente como Papa Francisco.
El aterrizaje se llevó a cabo sin problemas en la base aérea de Galeão, en la Isla del Gobernador, en la Zona Norte de la ciudad. El avión que trajo al Papa de Italia aterrizó un cuarto de hora antes de que desembarcase el Pontífice. En la cabina colgaban dos banderas: una brasileña y otra vaticana, y el emblema heráldico del Pontífice flanqueaba el avión.
RECIBIDO POR LA PRESIDENTA ROUSSEF
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que llegó a Rio una media hora antes, fue la primera en saludar al Pontífice, a quien ya había visitado en dos ocasiones antes: en su entronización y en reunión posterior en el Vaticano.
Una joven le entregó un ramo de flores al Papa. En el séquito que le recibió estabanlas autoridades locales: el gobernador Sérgio Cabral, el alcalde Eduardo Paes y el arzobispo de Río, Orani Tempesta, junto con un grupo de 120 jóvenes.
Después de pisar suelo brasileño, el Papa posó para las fotos junto al (todavía) secretario de Estado del Vaticano y Camarlengo, el cardenal Tarcisio Bertone, y la presidenta Dilma.
Después de saludar a todas las autoridades presentes, el Papa escuchó al coro de 120 jóvenes cantar el himno nacional brasileño y unas canciones de la Jornada Mundial de la Juventud.
UN TURISMO DE LA FIAT
En la base aérea tomó un vehículo italiano, un turismo FIAT, en el que se le condujo hacia la ciudad. A las 16.45 se rompió el protocolo: en la Avenida Presidente Vargas, a la altura de Avenida Passos, la gente bloqueaba el camino y el vehículo del Papa quedó atascado en la multitud.
Él bajó la ventana para saludar (la mayor parte del recorrido lo había hecho con la ventana bajada) e incluso le acercó un niño una madre para que lo bendijese por la ventana. Los aplausos le acompañaban por donde pasaba.
Con este primer recorrido el Papa empieza su cercanía a la gente, buscando llegar a la catedral metropolitana, para dejar su turismo sencillo y recorrer ya el centro de la ciudad en un Papamóvil de diseño muy abierto, casi descubierto, camino del centro de la ciudad.
VALLAS, BEBÉS Y UN PAPAMÓVIL ABIERTO
Allí, en la sede del gobierno del estado, el Papa tenía que pronunciar su primer discurso en suelo brasileño. En este recorrido las vallas se vieron saturadas por la multitud que ondeaba sus banderas y saludaba al Papa. También en esta zona del centro de la ciudad las familias le acercaron bebés y niños para que los bendijese.
Sucedía al mismo tiempo que en Inglaterra la duquesa de Cambridge daba a luz un bebé real en la familia reinante del Reino Unido, tan lejos de las multitudes brasileñas que llevaban sus bebés para ser bendecidos por el Papa llegado de Argentina.
El Papa volvió a cambiar de vehículo y retomó su turismo para llegar hasta el helicóptero que le llevaría al Palacio de Guanabara, desde donde se gobierna el estado de Río de Janeiro.
ReL
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