Mi vida es un barco Señor en el océano de tu amor. Mi humanidad una botella transparente, que si bien me obliga a tocar el mar de tu amor desde la fe, me deja verlo y ansiarlo.
Tus pruebas Señor están llenas de esperanza. Cuando me dejas en la playa es porque te retiras, como la marea, para volver con más fuerza.
¿Qué puedo temer si eres amor infinito? Si, un día esa botella desaparecerá y mi corazón, como ese barco, navegará libre envuelto en tu amor infinito. Sopla cada día tu Espíritu para que sueñe aventuras de cielo mientras vivo en la tierra.
Para la oración:
1. ¿Cómo definiría mi vida en relación con Dios?
2. ¿Cómo va mi caminar junto a Él como peregrino?
3. ¿Confío en Dios y veo su mano providente en todo lo que me sucede?
4. El "retirarse" de Dios en mi vida, ¿lo experimento como una oportunidad de buscarlo con más esfuerzo y confianza?
5. ¿He experimentado alguna vez la inmensidad del océano como imagen de su misericordia?
6. ¿Sueño con el cielo o tengo más bien "pesadillas" con las dificultades de la vida?
El contenido de este artículo puede reproducirse total o parcialmente en internet, sin fines comerciales y citando siempre al autor y la fuente de la siguiente manera: Autor: P. Guillermo Serra, L.C.; publicado originalmente en: http://www.la-oracion.com
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