viernes, 14 de junio de 2013

«UN DIOS PROHIBIDO», IMPACTANTE PELÍCULA CORAL SOBRE MÁRTIRES Y PERDÓN, YA EN MÁS DE 40 CIUDADES


Una historia sobrecogedora.

El padre Jorge López Teulón conoce de cerca a los mártires de la persecución religiosa en España de los años 30: es postulador de más de 900 martires, responsable de la web www.persecucionreligiosa.es y divulgador de sus historias desde su blog en ReL.

Él ha visto la película "Un Dios prohibido", que se estrena hoy viernes 14 de junio en 40 ciudades españolas, y lo tiene claro: "Es un sueño hecho realidad. Id a los cines. De veras, podéis gastar vuestro dinero en cine español. Puro Spain: made in Ciudad Rodrigo. ¡Pata negra! No pienso esperar al día del espectador para que me salga más barato. Y pienso invitar a la gente al cine".

En su momento, López Teulón expresó su decepción por la película "Encontrarás Dragones", centrada en el personaje de San Josemaría Escribá de Balaguer, por no tratar apenas el tema del martirio o la persecución religiosa. Por el contrario, en "Un Dios prohibido", asegura, "ni sobra ni falta nada. La tensión de los 124 minutos que dura la película ofrece al espectador el relato de una historia trágica y gloriosa. De temores y de ofrecimientos. De martirio católico. Y, por lo tanto, de perdón".

UN ÚNICO ANTECEDENTE, EN 1951

Como especialista en la historia de los mártires de esa década convulsa, López Teulón felicita a Contracorrientes Producciones por "la valentía de hacer una película dedica a la persecución religiosa. Teniendo en cuenta que la anterior y única es de 1951: “Cerca del Cielo” (sobre el martirio del Obispo Anselmo Polanco de Teruel), ¡62 años después! el reto era más que considerable".

La historia de "Un Dios prohibido" es la de los mártires claretianos de Barbastro, el obispo mártir Florentino Asensio y del gitano Ceferino Giménez “El Pelé”, laico franciscano, primer beato gitano de la Iglesia. Es también la historia de la gente que los mató, y de algunos más que intentaron reducir el número de asesinatos en una vorágine de sangre y consignas. Hubo mucha crueldad y ensañamiento, y la película lo recoge. Un periodista que la ha visto asegura que está "al nivel de La Pasión de Cristo, de Mel Gibson".

UNA PELÍCULA CORAL...

Juan Carlos Sánchez, rector del Seminario de Ciudad Rodrigo, ha sido el asesor teológico de la película, y ha ayudado con las localizaciones, porque la película se ha rodado en esta ciudad. El proyecto ha contado con el apoyo de los Misioneros Claretianos. Han participado 53 actores y casi 400 figurantes, dando como fruto una película coral.

Uno de los retos en una historia de masas enfervorizadas y grupos arrastrados al movimiento es poner cara humana, nombres, a los numerosos protagonistas, y los que la han visto aseguran que lo consigue.

En palabras de su director, Pablo Moreno: “Queremos transmitir al final una verdad, que es la verdad de estos chavales, la verdad. Esa vida coherente que ellos transmiten, esa defensa que tienen de su propia fe en las condiciones más extremas que son justo en el momento en el que están presos en un salón durante tantos días sabiendo que el final va a ser probablemente la muerte”. “Planteamos el choque de ideales que se confunde bajo el terror de la guerra”, asegura el director, y añade que se ha buscado el equilibrio en la trama.

Entre los actores se encuentran: Jesús Guzmán, Elena Furiase, Iñigo Etayo, Juan Alberto López, Jacobo Muñoz, Juan Rueda, José María Rueda, Gabriel Latorre, Juan Lombardero, Mauro Muñiz, Ainhoa Aldeanondo, Alex Tormo, Guido Balzaretti y Jerónimo Salas.

HACER EL GUIÓN FUE DIFÍCIL

En uno de los pre-estrenos, el guionista y actor, Juanjo Díaz Polo, admitió que el guión fue “difícil de hacer porque es sobre algo de lo que no se ha hablado mucho” y que “es complicado hacerlo [el guión] sin sacar conclusiones políticas o ideológicas”. "Lo interesante no sólo es lo que ocurrió sino por qué ocurrió”, asegura. "Me encontré con una historia que tiene algo de universal, la lucha de ideales.”

El actor Alex Larumbe ha explicado que para realizar el papel del seminarista martirizado Juan Echarri tuvo que estar con el resto de sus compañeros viviendo en un seminario durante el mes y medio que duró el rodaje. Su personaje, el seminarista Echarri, es “el más rudo, el que pensaba ¿vamos a dejarnos matar sin luchar?, el que luego entra en razón y ve que su destino es entregarse de corazón a esa Providencia”.

MÉXICO, POLONIA, ARGELIA... ¿Y ESPAÑA, QUÉ?

Hace apenas un par de años, rodar en España una película sobre la persecución religiosa parecía imposible. "Cristiada" ya daba a la laicista México una gran película sobre los mártires cristeros (sobre sucesos de hace casi 90 años) y con "Popieluszko" la tenía Polonia, sobre hechos más cercanos que los españoles, de hace menos de 40 años. "De dioses y hombres", sobre los mártires cistercienses franceses asesinados en Argelia en 1996, recibió el Gran Premio del Jurado de Cannes en 2010. ¿Y España, qué?

En abril de 2012, preguntábamos a Juan Antonio Martínez Camino, portavoz de los obispos españoles: "¿Por qué no hay todavía películas sobre los mártires, sobre hechos que casi tienen 80 años?".

Él se mostró muy favorable a la idea: "Es un buen momento para una buena película sobre estos mártires de la fe. Tendría éxito, porque son historias de cine", admitió él. E incluso enumeró algunos posibles protagonistas. «Está el caso del padre Huguet, de Menorca, que sólo llevaba 3 meses como cura. O el diácono Juan Duarte. O los seminaristas claretianos de Barbastro. O su obispo. O el obispo auxiliar de Tarragona. Son historias estremecedoras y luminosas. Quien pueda, que se anime y ruede la película", propuso.

LOS QUE NO LO VEÍAN CLARO

Pero no todo el mundo en la Iglesia lo tenía tan claro. Un sacerdote responsable de la delegación de Cultura de una importante diócesis española, cuando le planteamos la posibilidad, respondió que llevar al cine las historias de los mártires "no es un tema que nos interese [a él y los de su delegación], no queremos hacer ideología". El caso es que "Un Dios prohibido" plantea el tema de los mártires sin buscar hacer ideología.

SIN DIRECTORES EXTRANJEROS

Dean Wright, el director de "Cristiada", decía en 2012 que él filmó sobre los mártires mexicanos siendo "un gringo presbiteriano": "Quizá una película sobre los mártires de España necesita a un director extranjero, alguien de fuera que se conmueva con las historias. Y que no haga una película de bandos muy buenos y muy malos, porque eso el público lo rechazará". Pero al final han sido los propios españoles los que han hecho la película.

Por el contrario, "Encontrarás dragones", de Roland Joffré, aunque puede captar correctamente al personaje del San Josemaría joven, no recogía ni la persecución ni la verdadera dinámica histórica de esos convulsos años.

Al final, parece que es clave tener confianza en que se puede hacer, que se pueden filmar películas de mártires.

Rafal Wieczinsky, director de "Popieluszko",tenía 16 años cuando los agentes de los servicios secretos de la Polonia comunista mataron al padre Jerzy Popieluszko, hoy beato. "Cuando en 2005 presentamos el proyecto de la película nos dijeron que no seríamos capaces de hacerlo", nos explicaba el director polaco. "Nunca antes se había hecho una película sobre estos temas en Polonia, la gente pensaba que no se podía hacer, que había que esperar más. Pero lo hicimos los de mi generación, los que éramos muy jóvenes en los ochenta. Y ahora en Polonia cada año se rueda una película sobre la época comunista".

¿Pasará esto en España? ¿Una película sobre la persecución cada año? Desde luego, historias y casos no faltan.

MÁS DE 8.000 MÁRTIRES, NI UNA SOLA APOSTASÍA

En 1934 empezó el homicidio planificado y sistemático de sacerdotes y religiosos en España: fueron 33 los asesinados ese año. Ocho ya están canonizados. En 2014 se cumplen 80 años de esos hechos. Luego llegaron las matanzas de religiosos (personal no combatiente, desarmado y claramente identificable) durante la Guerra Civil: más de 8.000 de ellos fueron asesinados. No se conoce ni un sólo caso de apóstata: nadie a quien se ofreciera salvar la vida a cambio de blasfemar o renegar de la fe optó por ese camino. Quizá por eso una película que trate este tema tenderá a ser una película coral...

Pablo J. Ginés/ReL

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